Kurt Lutman y el desafio de hacer arte con lo que hicieron de nosotrxs
Ante una gran cantidad de personas que en la tardenoche fría del lunes pasado se acercaron a la casita de Poriajhu, Kurt Lutman se ata los cordones y sale a la cancha con su charla “El futbol y el arte como herramientas de inclusión en tiempos de tempestades”.
La misma, según él aclara, es un armado colectivo: algo así como esas jugadas en el potrero de la esquina, en las cuales la pelota besa los pies de todos los jugadores: todxs participan, todxs agregan, quitan, repreguntan. Como una de las docentes que se escapó de la escuela para presenciar la conversación con Kurt y le dijo: “Si, todo muy lindo, pero… ¿Como hacemos desde el aula? “¿Cómo hacemos desde la organización barrial?” “¿Como hacemos con nuestrxs hijxs, amigxs, hermanxs, nosotrxs mismxs?”
Es que Kurt plantea, desde ésta charla, desde su nuevo libro “Vientos que juegan con fuegos”, desde su presencia, desde, en éste caso, el pizarrón de Poriajhu, un mecanismo de juego diferente partiendo de la premisa: “Todxs somos artistas, todxs somos futbolistas, todxs somos escritores, todxs somos cantantes…” pero sabe que tras el puntapié inicial realizado desde la pregunta “¿Quien de acá es artista o futbolista o escritor o cantante?” nadie, o casi nadie levantará la mano.
Y eso es consecuencia de lo que hicieron de nosotrxs: en la escuela, en el club de la esquina, la tv, los concursos, nuestros padres y cualquier dedo acusador que se nos haya cruzado y nos haya medido con varas pre-establecidas por este sistema capitalista desde el armado de juego de lxs exitosxs. Lo que señala Kurt, es que a diferencia de esas jugadas en las que la pelota besa el pie de todxs los jugadores, en ese juego casi nunca tenemos participación si no “servimos” al objetivo máximo: el ganar.
Por eso, comienza a esgrimir un nuevo metodo y el pizarrón se tiñe de táctica y todxs sacamos y todxs ponemos y todxs cuestionamos y nos preguntamos: ¿Que hubiera sido de nosotrxs si de chicxs alguien nos hubiese dicho que ya somos cantantes aunque lo hagamos en un asado los domingos, que ya somos artistas aunque lo que estemos pintando sea la pared de nuestra casa con un crayón, o que ya somos escritores aunque lo hagamos desde un block lleno de tachones o que ya somos bailarines aunque lo hagamos en la soledad de nuestra pieza, o que ya somos futbolistas aunque sólo lo hagamos un miércoles a la tarde en la plazita de la esquina?
Todo seria distinto, plantea él. Y estamos de acuerdo. Por eso nos fuimos con la tarea de hacer algo con lo que hicieron de nosotrxs para despues construir en colectivo otras formas de hacernos junto con los demás. El pizarrón aún guarda la táctica que fue tapada por dos palabras en letra más grande: El éxito que debemos buscar, es hacer sintiendo.