A 5 años de Laudato Si: Una alabanza a la casa común
En el marco de la semana en la que la enciclica del Papa Francisco “Laudato Si” cumple 5 años reflexionamos junto a Anibal Torres, politólogo de la Universidad Nacional de Rosario y miembro del grupo Clacso del Trabajo y el Cuidado de la Casa Común.
Torres comienza por destacar el nombre que Bergoglio eligió para dar a conocer ésta encíclica: “Laudato Si”. No es tema menor. Es la única encíclica papal que no tiene su titulo en latín, sino en lengua Romance, la que se hablaba en las calles. Fue San Francisco de Asis el que expresó ese “Alabado seas” en su “Cántico de las criaturas” donde agradecía lo que había en éste mundo.
Para el Papa, San Francisco era: “un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”.
Desde esa inspiración y reivindicación, el Papa escribió este documento que Torres describe como a: “Una critica social y ambiental en la que se hace un reconocimiento a toda la lucha realizada por las organizaciones ambientalistas, pero lo que viene a a hacer con este documento que es un trabajo fruto de una gran investigación y trabajo con otros, es decirnos que no puede entenderse la crisis ambiental sin entender la social”.
“No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social sino una compleja crisis socioambiental. Las lineas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente cuidar el medioambiente”. (Laudato Si #139)
Torres explica: “Es una crisis única en el sentido de que es socioambiental, no se pueden desmembrar estos dos aspectos”. Y reflexiona sobre la actitud del Papa: “Esto es interesante porque discute cara a cara a los poderes mundiales, a las grandes potencias que probablemente no se resisten tanto a aportar y poner en sus agendas la problemática de lo ambiental, pero si de los pobres”.
“El Papa habla de los pueblos pobres, sobretodo los del sur, y eso incomoda a las grandes potencias” agrega.
“Si la tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio de lo individual. La tierra que recibimos pertenece a los que vendrán”. (Laudato Si)
El politólogo trae a colación uno de los temas mas importantes que es el del Paradigma de la Ecología Integral, donde el Papa amplía el vocablo ambiente llamándonos a pensarnos como parte de ese mundo y no como algo aislado: “Desde éste nuevo paradigma, que busca dejar atrás el de la tecnocracia y la productividad, podemos reflexionar cómo se piensan las organizaciones sociales en su lucha por las tres T: tierra, techo y trabajo. Con el afianzamiento de ese paradigma del cuidado se tiene que lograr la entrada al mundo a esos excluidos a los que Bergoglio les habla”.
“La política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida” (Laudato Si)
Explica Torres: “Al sostener esto, Francisco nos está invitando a un cambio cultural. Se han hecho estudios sobre las raíces filosóficas y teológicas del Papa, y aparece con mucha fuerza la cultura, como constitutiva de su pensamiento”.
“Es la posibilidad de pensar en una nueva forma de hacer politica y de administrar la economia que ha sido aceptada por las bases pero dificilmente por los grupos de poder que lo han llegado a tildar de comunista, populista, izquierdista y se resisten al salto paradigmatico”.
La utopía como camino hacía un mundo mejor
En 1516, Tomas Moro escribe “Utopía”. En la segunda parte de la obra, uno de los personajes relata su viaje a la isla de Utopía, una comunidad donde sus habitantes viven bajo los ideales filosóficos y políticos del mundo clásico y el cristianismo.
Desde la Inglaterra del Siglo 16 Moro señala lo que sería lo ideal para una sociedad, desde la agricultura, la política, el trabajo y la religión, pero no como un objetivo inalcanzable sino algo capaz de construirse.
En el vocabulario de Francisco, es fácil encontrar la palabra Utopía ya que la repite varías veces. Esta enciclica no escapa a esa noción. Torres dice: “Es un llamado a todas las personas, no hace falta ser católico, por supuesto que los primeros interpelados a cambiar sus actitudes son los miembros de la iglesia que sabemos que el Papa ha sido critico. Pero luego, es una invitación a la reflexión a toda la humanidad, a perseguir esa utopía de un mundo mejor.”
5 años invitando a caminar hacia la utopía trabajando conjuntamente con quienes creen y los que no, bajo el paradigma del cuidado y con el objetivo del mejoramiento de nuestra casa común. Un llamado a escapar de la globalización de la indiferencia.
En la enciclica una frase resuena y es la que dice que la gente ya no cree en un futuro feliz. En días como los que nos toca vivir, una reflexión necesaria dice Torres es: “Entender que el cambio es posible. Estamos invitados a la esperanza. No hay que bajar los brazos. Se puede hacer mucho frente a ésta nueva crisis que estamos transitando”.
Y expresa: “Podemos empezar desde nuestras casas y un buen primer paso es cambiar el chip con el que venimos manejándonos hacia uno con una lógica solidaria. Empezar a mirar mas al otro, no preguntar quién es nuestro prójimo sino hacernos prójimo de los demás, poniéndonos en su lugar, siendo empáticos”. “Empezar a tender lazos con nuestras familias, con las organizaciones de nuestros barrios y de ahí hacia arriba, reinventando la esperanza”.
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