Teatro La Strada está en camino de lograr su personería jurídica
La sala de teatro, propia de la ciudad de Capitán Bermúdez, está pronta a alcanzar el nombre legal de Asociación Civil con Personería Jurídica, lo que le posibilitará un mejor acceso a líneas estatales de financiación y fomento para el sostenimiento y crecimiento de sus actividades artísticas a largo plazo.
“Esto nos brinda legalidad, identidad y visibilidad: nos va a dar la posibilidad de que el Estado nos reconozca”, explicó a FM Poriajhú Andrea Alberto, actriz y docente de la institución. “Hace 27 años que venimos trabajando solos y de manera independiente -en Capitán Bermúdez es el único teatro que hay-, entonces esto nos da la posibilidad de crecer. Nosotros lo seguiríamos haciendo igual, obviamente, pero cuando hay una ayuda económica siempre te da otra mirada de poder generar proyectos más amplios”, agregó.
En los últimos años, además de las actividades nombradas anteriormente, La Strada viene desarrollando eventos y shows que nutren la agenda cultural del Cordón Industrial santafesino, llegando a ser, así, la sala de teatro independiente con mayor actividad de la región. Si bien consideran que la actividad de los espacios culturales de la región ha crecido un montón en los últimos años -y hay una gran solidaridad entre ellos-, creen indispensable la presencia del Estado en el fomento de estas iniciativas: “Nos da la posibilidad de seguir creciendo, pensar en proyectos y poder plasmarlos en el Teatro. Sobre todo, para las cuestiones técnicas: las luces, el sonido, los micrófonos. Son cosas a las que, sin que nos reconozcan como entidad, nos es muy difícil acceder”.
El grupo comenzó a trabajar en la idea en 2015, pero fue a partir de junio de 2021 cuando formalmente empezaron a tramitar este proceso. A pesar de que argumentan que hubo muchas trabas burocráticas y de funcionamiento, y aunque se vieron forzados a detener las actividades artísticas y docentes por un buen tiempo debido a la pandemia, ésta fue utilizada por ellos como un impulso para concretar aquello y para ponerse en movimiento e invertir las energías necesarias a tal fin. “El encierro y el no tener posibilidad de hacer lo que te gusta -actuar y enseñar, en mi caso- fue tremendo, entonces había una necesidad tremenda de juntarse. Creo que este proyecto fue lo que hizo reunirnos -virtualmente- y ponerle energía: nos hizo sentir en movimiento”, contó Andrea a la radio.
Si bien considera lo alentadora que es la solidaridad presente entre las distintas salas y centros culturales de la región, argumentó que esto no escapa a la crisis económica que se está viviendo a nivel nacional, en la cual muchas veces las personas eligen destinar el dinero de su bolsillo en otras cuestiones que le atraviesan antes que comprar una entrada a algún espectáculo. Por eso subrayó la importancia de la existencia de líneas de fomento y sostenimiento de actividades artísticas por parte del Estado: “Es necesario porque el arte siempre salva, siempre. Hasta en los peores momentos, escuchar una buena canción, ver una pintura, leer un buen libro, ver una obra de teatro, siempre te deja pensando y alimentando el alma”.