Hay que abrir los manicomios hacia la comunidad
En el año 2010, en nuestro país, se sancionó la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657. Se trata de una ley que se construyó junto con profesionales, organizaciones sociales y fundamentalmente usuarixs de los servicios de salud mental.
Desde FM Poriajhú nos comunicamos con la Ps. Tatiana Moreno, Presidenta del Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental y Adicciones, para conversar sobre algunos puntos importantes que plantea esta ley que ya lleva 12 años desde su sanción.
Tatiana comienza haciendo una diferencia importante en cuanto a lo que es la sanción de una ley y lo que es su implementación. Con esta diferencia sitúa que en estos momentos estamos en la etapa de implementación, referida a las políticas concretas que llegan a la población en materia de Salud Mental.
En relación a su aprobación señala que: “es una ley que viene a recoger una situación compleja en el campo de la Salud Mental, relacionadas a las violaciones sistemáticas de derechos humanos que se han sucedido en el campo… nuestra Ley de Salud Mental es una ley de vanguardia y es modelo para muchos otros países. No surge espontáneamente, es producto de colectivos que venían trabajando respecto a garantizar los derechos humanos en el campo de la salud mental”.
Desde su sanción hasta la actualidad la Ley ha sufrido diversos ataques desde distintos aspectos, aseverando su ineficiencia y la imposibilidad de realizar internaciones involuntarias. Con respecto a ello nos comenta: “hay que destacar que quienes reclaman cuestiones respecto a la modificación de la ley son familiares de usuarios y usuarias, y en ese punto por supuesto que cuentan con todo nuestro apoyo y respeto”. En este punto plantea que familiares de usuarixs no han tenido las respuestas necesarias ante diversas situaciones, y que la cuestión central allí tiene que ver con la implementación, asegurándonos que “de ningún modo propone que no se asista a quien lo necesite, entonces hay que tener en cuenta que muchas de las cosas que se dicen, que se han dicho, y que se siguen escuchando están basadas en falacias”. Aclarando que, a veces estas falacias suceden por desconocimiento y otras veces se trata de intereses intereses corporativos.
En relación a estos intereses profundiza planteando que es desde los sectores de derecha donde más se escuchan los pedidos de modificación de la Ley, puntualmente porque el corazón de ella es la ampliación de derechos y estos sectores se oponen a esto.
Tatiana Moreno: Psicóloga, Trabajadora del Sistema de Salud Público, docente de la Facultad de Psicología de la UNR y Presidenta del Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental y Adicciones.
Una de las falacias que más se difunde y se repite es que con la Ley no se puede internar, con respecto a esto nos cuenta: “hay artículos que tratan específicamente las internaciones donde se habla de que si alguien está en cierto riesgo inminente es necesaria una internación, y lo que hace la Ley es garantizar el control de legalidad. Porque piensen que hay personas, por ejemplo actualmente, en un neuropsiquiátrico de la provincia de Santa Fe que lleva casi 60 años internado. La verdad, ¿de qué control de legalidad o que internación terapéutica estamos hablando?”. En este sentido esta Ley se establece en favor de los derechos de los usuarixs, en garantizarlos derechos y estar el tiempo que corresponde estar.
Con respecto a la actualidad y al atravesamiento de la pandemia nos cuenta que en el campo de la Salud Mental trae muchos desafíos, entre ellos abordar las consecuencias de la irrupción de la misma, y pensar en que la duplicación del presupuesto en salud que se realizó este año, se incluya presupuestariamente todos los años.
Hacia el final de la nota conversamos sobre la situación de la implementación de la Ley a nivel provincial, donde nos ha comentado algunos puntos importantes: “nosotros tenemos en materia de lo que implica salud mental y derechos humanos una Ley del año 91, que es también una Ley de vanguardia, sobre todo en ese momento. Hay que reconocer que no todas las provincias han podido constituir su propia Ley de Salud Mental”. En esta misma línea se constituyó de trabajadorxs y usuarixs que han tenido un gran poder político abordando la salud mental.
En nuestra provincia se está trabajando en un Plan Provincial de Salud Mental, que tiene muchos desafíos por delante planteados por la pandemia como también por la situación económica. Otros desafíos tienen que ver con el fortalecimiento de lo ya logrado, profundizando en los dispositivos sustitutivos al manicomios, espacios laborales, culturales.
Finalizando la nota, Tatiana nos deja una idea fundamental para seguir pensando en torno a la Salud Mental: “Hay que abrir los manicomios”, abrir hacia la comunidad, a lo comunitario, a los lazos solidarios.