Un mensaje al primo de Paula del teléfono que ella compartía con Strumia
El emblemático teléfono que la familia de Paula no conocía y que ella utilizaba intercambiándolo con Gabriel Strumia, el terminado en 414, volvió a aparecer en escena.
Esta vez, en un mensaje que declaró haber recibido el segundo testigo de la jornada, el primo de Paula, Gonzalo Ostri.
Gonzalo, contó que “el mensaje me llegó de un número de San Lorenzo, no lo conocía. Era una característica de San Lorenzo, con la terminación 414”, recordó sobre su denuncia realizada días después de la desaparición de la mujer.
El mensaje decía: “primo quédate tranquilo, me estoy yendo a San Juan”, recordó Ostri y dijo “me llegó dos o tres días después de que me enteré que no estaba más en la casa”.
Cabe recordar que el número de celular que Paula utilizaba siempre era el terminado en 597, mientras que el terminado en 414, en el marco de la investigación, se supo que fue un chip que se activó el 6 de septiembre de 2011, y que fue identificado en Villa Constitución, cuando casualmente una antena de celulares detectó que ese día se encontraba el teléfono de Strumia (terminado en 880) en esa localidad. Ese número, lo usaban indistintamente tanto Paula como su amante Gabriel, en diferentes ocasiones.
Del 414 hubo 16 llamadas o mensajes de texto desde el 6 de septiembre hasta el 17 de septiembre, al celular de Strumia. Además, desde ese mismo número, Paula habría llamado varias veces al domicilio de su amante, el día de su desaparición.
Otro testigo
Previo a la declaración del primo de Paula, declaró Quien fuera subjefe de Agrupación de Unidades Especiales al momento de desaparecer Paula, el comisario Marcelo Albornoz, quien se refirió a un procedimiento que personal de su agrupación, entre ellos algunos de los acusados, realizaron en la localidad de Oliveros, en el domicilio de un amigo de Strumia llamado Darío Ortiz, donde se encontró una tarjeta de interés para la causa, de la que no trascendió su contenido.
“Lo único que quisiera saber es dónde está Paula”
La declaración más conmovedora llegó este viernes. El noveno día de juicio, la tuvo a Alicia Ostri, la madre de Paula Perassi, sentada en el banco de los testigos, frente a los nueve acusados por la desaparición de su hija.
Cada audiencia está llena de declaraciones fuertes y de gran tensión, pero el clima que rondó en la sala cuando Alicia entró, fue especial.
La mujer de 68 años, que no está acostumbrada a hablar en público, más que en alguna que otra entrevista que le puedan arrancar muy a su pesar, fue clara en todo momento con sus palabras. Seria, firme, fuerte, pero sin dejar de mostrar su dolor porque no tiene a su hija, comenzó con una súplica al presentarse: “soy la mamá de Paula Perassi, desaparecida, o que me la desaparecieron el 18 de septiembre de 2011, supuestamente hubo una llamada, la rajaron del hogar y hasta el día de hoy no sé a donde está mi hija” y enfatizó: “lo único que yo quisiera saber es si está viva o está muerta, que me digan la verdad, que no me tengan a las vueltas, quiero saber a donde está Paula”.
Ante la consulta de los abogados de la querella sobre por qué sabe que su hija está desaparecida, ella contó: “porque el lunes 19 a las 7 de la mañana, siento muchas conversaciones en mi casa, mi hija menor se iba a la facultad, me levanto y preguntó qué pasó, me dijeron Paula anoche salió y no volvió, me desayuné con esa noticia. Eran 7 y media. En ese momento pensé en sus hijos, porque ella habrá tenido todas las dificultades que dijeron, pero sus hijos eran lo principal para ella. No los podría haber dejado”.
La mujer continuó recordando esas primeras horas sin Paula. “Me fui a la casa de ella, donde estaba Rodolfo, el marido, donde estaban los chicos. El tenía que hacer la denuncia, y le dije que me llevaba a los chicos. A mis nietos los tengo yo desde el día que desapareció la madre. Me los llevé a casa, con la esperanza de que a la hora de la escuela la mamá iba a aparecer. Llegó la hora de la escuela, vino Lucas, preguntó por su mamá, le dijimos que había ido al médico, que todavía no había vuelto”, dicen con la voz entrecortada Alicia y aclara “es muy duro decir todo esto”.
Continuó contando: “me voy de mi casa al taller de mi marido, estaba sentada y en ese momento llega el señor Strumia, me abrazó, lloramos, porque él dijo que no podía creer lo que estaba pasando. Eso fue después de que salieron los chicos de la escuela, 5 y media, 6 menos 20. Rodolfo dijo que por 24 horas no podía hacer la denuncia, Strumia estaba ahí presente y dijo que él tenía un policía conocido, que iban a ver si podían agilizar el trámite para poder hacer la denuncia. Salieron. Al rato apareció Strumia con una foto de Paula. Pasaron las horas, pensando en ella, qué le había pasado”, recordó y agregó: “llegó el momento en que el juez Filocco dijo que era una loquita que se había calentado y cuando se le pasara iba a volver, me lo dijo en la cara. Parece que el no tiene hija, familia, nada”.
Alicia en su declaración continuó contando que “el 20, nos enteramos de que Paula tenía un amante, el mejor amigo de la familia, a donde comíamos asados, íbamos a las carreras de Jeep y que Paula estaba embarazada, fue un golpe muy fuerte para mí, porque a pesar de que ella estaba siempre conmigo, nunca me dijo nada. Después siguieron las versiones de una cosa, de otra”.
Sobre el aborto
Sobre la versión de que a su hija la obligaron a realizarse un aborto, Alicia contó: “llegó la versión de Rita Porteiro, nuestra abogada, de que un cliente, un tal Lugo, yerno de la señora Ruñisky, dijo que ella había hecho el aborto y mi hija había muerto”.
Alicia se mostró conmovida, pero aclaró: “las lágrimas se me terminaron todas, son 7 años y medio, que me cuesta llorar, pero lo llevo adentro. Toda la maldad, que me hicieron, me arruinaron la vida, ese matrimonio”, dijo buscando en la sala y mirando a la cara a los acusados, Strumia y Michl, y remarcó: “arruinaron mi vida, de mi marido, de mis hijas y de mis nietos y después decían que eran amigos”.
Sobre el acusado, Alicia aseguró que “desde ese lunes no lo vi nunca más al señor Strumia. En la calle sí, cuando andaba en la camioneta, pero frente a frente, hablar no” y aclaró que “del embarazo me entero por unos análisis que llegaron que se había hecho Paula en el Sanatorio Británico. Tuve conocimiento por mi hija Marianela, que se atendía en el Británico con la misma ginecóloga. Cuando ella tuvo los análisis con un valor, fue a la ventanilla de la secretaria y preguntó que pasaba y le dijeron que Paula estaba embarazada”.
La mujer rememoró también que “al tiempo apareció un señor al taller, Vázquez, lo atendió Alberto, mi marido y le dijo que él sabía muy bien qué le había pasado a Paula. Cuando le dijo eso, me llamó y dijo que la suegra, la señora Ruñisky, había hecho el aborto y Paula había muerto. Me extrañó como van a hacer una cosa de esas y que se muera una persona y una criatura. Por más que fuera, era su hijo, no lo podían matar de esa forma”.
El recuerdo de Paula
“Mi hija era muy buena, muy linda, muy compañera mía”, recordó Alicia y agregó: “lo único que nunca me dijo es lo que estaba pasando. En un momento me habló sobre si yo le podía tener los chicos porque ella quería empezar a trabajar, le dije que sí. Que se los iba a atender, pero que no me los dejara todo el día, y ella me dijo que sí”.
El grito de ayuda
Acerca de un audio que le hicieron reconocer en los Tribunales de San Lorenzo, donde una voz desesperada gritaba tres veces “ayuda”, grabación encontrada en la línea fija del teléfono de la familia Strumia, Alicia volvió a escucharla en vivo en la audiencia y reafirmó lo que reconoció en Tribunales años atrás: “nos hicieron escuchar una voz que pedía auxilio, porque pensaban que mi hija estaba viva o la tenían encerrada, pero mi hija ya estaba muerta. No sé quién grabó ese cassette. Esa voz no era la de Paula, esa voz era de la señora de Strumia, Roxana”.
Las chicanas de las defensas
Al momento de ser interrogada por los abogados defensores de Strumia y Michl, desde esta parte intentaron todo el tiempo desfavorecer la imagen de Paula, como si algún problema suyo o actitud podría haberla hecho desaparecer.
Llegaron a preguntarle si a los 20 años se había ido de su casa porque estaba saliendo con un hombre casado, si había sufrido problemas alimenticios de joven y si alguna vez había dicho que estaba cansada de sus hijos y que se quería ir.
Sin embargo, Alicia aclaró que cuando Paula le dijo que estaba cansada de la vida que llevaba “ella tenía entre 17 y 18 años, cuando desapareció en 2011 tenía 33 años. No era la misma Paula que a los 17, era más madura. Ella era muy amable, no tenía problemas de hablar con nadie, saludaba a todos, era muy buena mamá, era muy buena compañera con sus hermanas, era compañera conmigo, era una Paula distinta, por eso digo que no sé hizo la locura que hizo, para mi la deben haber conversado mucho”, manifestó.
En cuanto a los dichos de la defensa de Strumia sobre que una vez Paula había desaparecido tiempo atrás, Alicia contestó: “ella desapareció un día porque el padre la había retado porque andaba con una persona mayor, yo no dije que era casada, era mayor y estuvo en la casa de su abuela. En esa época no había celular, pero nos enteramos por un vecino que ella estaba con su abuela en Clarke, tenía 20 o 21 años. No estaba casada”.
Un momento de tensión llegó cuando la abogada Sirio le preguntó sobre la escucha del audio en que Alicia dice escuchar la voz de Roxana Michl, la abogada le preguntó en ese contexto: ¿usted es licenciada en física, es licenciada en fonoaudiología, tiene conocimiento de acústica forense?.
Las chicanas nunca faltan en este juicio, aún cuando delante hay una madre con el dolor de no saber qué pasó con su hija y que no tiene respuestas para sus dos pequeños nietos.
“Mis sobrinos ahora están con nosotros, pasamos a ser tres madres”
En la novena jornada de juicio, otro de los momentos emocionantes se vivió cuando declaró Marianela, la hermana menor de Paula.
Ella tenía 21 años cuando la mujer desapareció, al presentarse ante el Tribunal dijo con voz clara: “yo soy hermana de Paula Perassi, desaparecida porque estaba embarazada, le realizaron un aborto y la policía encubrió todo, intentaron que nunca se sepa que pasó y dónde está mi hermana, el cuerpo hoy en día no se sabe dónde está”.
La joven estudiante de Ciencias Económicas, de perfil bajo y que nunca quiso salir públicamente por este caso, se mostró firme en su declaración y contó: “una semana posterior a la desaparición de mi hermana fui al Sanatorio Británico en búsqueda de unos análisis de mi mamá, pedí el análisis de Perassi Alicia y dicen que no estaba pero si estaba el de Perassi Paula, le dije que yo lo retiraba y aparte me dan el análisis de mi mamá” y continuó: “yo tenía 21 años, no sabía que era, pero sabía que era un análisis de sub beta, de mi misma ginecóloga. Fui a la secretaría de ginecología y le pregunté qué era el análisis y qué significaba y me dijo que era un análisis de embarazo y que era positivo. Inmediatamente llamé a mi papá y se lo llevé a mi casa”.
Marianela, se conmovió al hablar de los hijos de Paula: “mis sobrinos preguntaban por su madre y no sabíamos que decirles. Estaban con mi ex cuñado, ese día esperábamos que mi hermana los vaya a buscar a la escuela, nunca apareció y una empezó a ser como la madre. Fueron momentos complicados” y aclaró: “mis sobrinos están ahora con nosotros. De ellos se encargan principalmente mi hermana más grande, está muy abocada a ellos, pero pasamos a ser ter madres, mi mamá, mi hermana y yo, a intentar de remplazar a Paula. Van a la escuela, el más grande a la secundaria y el más chico a la primaria, en lo posible hacen vida normal. Saben todo lo que está pasando” y agregó “saben que tenía un amante que fue Gabriel Strumia, saben que estaba embarazada de él, que le hicieron un aborto y que no se sabe dónde está. La mejor forma es irles con la verdad y no ocultarles, porque no sabemos qué decirles, si está muerta o no, suponemos que está muerta, pero queremos los huesos por lo menos”.
Testimonios de un taxista amenazado y un conductor radial al que le dijeron que a Paula la quemaron
En la novena jornada de juicio por la desaparición de Paula Perassi, este viernes declararon en el final de la audiencia, un taxista que fue amenazado y un conductor radial.
Luego de los conmovedores testimonios de Alicia y Marianela, mamá y hermana de Paula, declaró el conductor de la radio 93.5 de Puerto Gral. San Martín Hugo Bruscaglia, quien tiempo atrás se acercó a Alberto Perassi diciéndole que tenía la información sobre que a su hija la habían incinerado en hornos de alta temperatura de la empresa IDM.
Bruscaglia declaró que “el conocimiento que tengo de la causa por un lado es por mi profesión y por otro por ser vecino de la ciudad, por lo que conoce la opinión pública. En cuanto a mi profesión tal vez conozco algunas cosas más por haber hecho reportajes o porque haya personas que se acercaron a decirme alguna cosa más”.
“Algunas veces se han acercado algunas personas a traerme algún dato y la mayoría de las veces le he acercado ese dato a Alberto Perassi. En una oportunidad se acercó a mí una chica para relatarme que ella estaba en una reunión en un bar, donde una de las mujeres que compartía la mesa con ella dijo que su hijito o hijita había escuchado a la señora Roxana Michl (una de las acusadas) decir que a Paula no la iban a encontrar porque la habían quemado. Se lo conté a Alberto Perassi porque pensé que podía ser importante para él”.
El conductor dijo que tuvo alguna diferencia con el comisario Daniel Puyol por este caso y que “yo en algún momento tuve algún temor de contar todo lo que sabía o decir quién me dijo las cosas. Hoy creo que la justicia está buscando la verdad de otra manera y me resulta más confiable” y remarcó: “abandoné la investigación porque no pude dar con esta mujer que era la que iba a poder aportar el dato de lo que había escuchado de un hijito o hijita, que tenía algún grado de parentesco con la señora Michl. Tenía miedo a que le pase algo a algún integrante mi familia, o a mi”.
El taxista amenazado
El último testigo de la larga jornada del viernes fue Rubén Reide, taxista y presidente de la Asociación de Taxis de San Lorenzo.
Según el hombre, él se acercó a Alberto conmovido por su dolor, ya que él también perdió un hijo y decidió acompañarlo en su lucha. El testigo contó que “cuando Alberto Perassi sufrió un hecho en su casa, donde le rompieron los vidrios y colgaron carteles. Nos hicimos presentes en el lugar más de 80 unidades de taxi pidiendo justicia por lo que le estaba pasando a Alberto y pidiendo que alguien lo custodiara porque su vida estaba en peligro”. Luego de esa situación, Reide contó que al llegar a su casa encontró un pequeño ataúd hecho en cartón que llevaba sus iniciales y decía “sos el próximo Perassi”. Sobre esto consideró: “yo lo entendí como una estrategia, que lo que se me había hecho a mi era para debilitarlo a Alberto Perassi y mis compañeros tomaron miedo por lo que me pasó”.
Sobre el escrito en el ataúd, Reide contó que tuvo una inquietud sobre las letras con las que estaba hecha la inscripción: “en mi casa se presentó Remondino, (quien trabaja en defensa al consumidor y Derechos Humanos) y dijo que notó que las letras de mi cajón se parecían a las letras de una movilización que habían hecho familiares del señor Godoy (policía imputado). Decidimos radicar la denuncia en fiscalía, para descubrir quién había puesto ese cartel”.
El próximo lunes continuarán las declaraciones de testigos, culminando con las personas ofrecidas por las querellas y dando paso luego a que declaren en los días siguientes los testigos ofrecidos por las defensas de los acusados.
Como día de sentencia se había previsto el 23 de abril, pero hasta el momento no se sabe si esa será la fecha o se extenderá unos días más.
Flavia Campeis