Paula Perassi: Las voces del juicio

Por Flavia Campeis

Una mujer embarazada desaparecida. Siete años y medio después, un juicio. Nueve acusados. Setenta y dos testigos. Dieciocho días de audiencias. Una sentencia. Nueve absueltos. La mujer se llama Paula Perassi. Continúa desaparecida.

Este trabajo reúne la cobertura del emblemático juicio por la desaparición de la sanlorencina Paula Perassi, que comenzó el 21 de marzo de 2019 y cuya sentencia se conoció el 2 de mayo de ese mismo año.

Paula Perassi desapareció el domingo 18 de septiembre de 2011 cuando salió de su casa en San Lorenzo, en pleno Cordón Industrial del sur de la provincia de Santa Fe, Argentina. Aquella noche le dijo a su concubino que iba a buscar la tarea escolar de uno de sus dos pequeños hijos y nunca regresó. La hipótesis de la Fiscalía y de los abogados de la familia fue que un llamado telefónico desde un locutorio la hizo salir de la casa, la pasaron a buscar, la secuestraron, le realizaron un aborto contra su voluntad, murió durante esa práctica y la hicieron desaparecer. Luego la investigación fue distorsionada para encubrir a los responsables.

La causa fue caratulada y llegó a juicio como “privación ilegítima de la libertad agravada, aborto sin consentimiento seguido de muerte”. Además, a raíz de lo ocurrido durante la investigación policial, se completó la caratula con “falsedad ideológica de instrumento público y encubrimiento agravado”.

La presente publicación, al cumplirse un año de la sentencia que absolvió a los nueve acusados, reúne el día a día de las maratónicas audiencias, que duraron entre ocho y diez horas diarias, durante dieciocho jornadas, en el Centro de Justicia Penal de calle Mitre al 2800 de la ciudad de Rosario.

Con el objetivo de que sea un material de libre acceso y consulta, y que a su vez sirva de archivo histórico, se han reunido los textos periodísticos publicados en su totalidad por la autora, formando una compilación en la que se registra el proceso judicial al que se llegó siete años y medio después de la desaparición de la mujer de 33 años.

Recordamos que el Tribunal presidido por la jueza Griselda Strólogo, junto a Mariel Minetti y Álvaro Campos, escucharon a la Fiscalía, a los abogados querellantes, a los abogados de los acusados, a los nueve imputados y a los setenta y dos testigos. La sentencia, finalmente, dejó a todos en libertad.

Fueron absueltos los civiles Gabriel Strumia, Roxana Michl, Antonio Darío Díaz, Mirta Ruñisky, quienes habían sido acusados de “privación ilegítima de la libertad agravada”. También quedaron sin condena los policías de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, Jorge Krenz, Adolfo Daniel Puyol, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez, quienes fueron juzgados por “encubrimiento agravado e incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos”.

Cada día, adentro del monstruo de cemento gris que es el Centro de Justicia Penal de Rosario, estaban los acusados. Afuera, Alberto Perassi y Alicia Ostri, padre y madre de Paula, quienes llegaban todas las jornadas, tras recorrer los 35 km que separan a San Lorenzo del lugar donde se desarrolló el juicio.

Cincuenta minutos en auto separaron al rincón del mundo del que arrancaron a Paula del espacio en donde sus padres (y gran parte de la sociedad) desearon encontrar claridad sobre lo que le hicieron. Para llevar, de una vez por todas, una respuesta a Lucas y Agustín, sus hijos.

Un año después, Alberto dijo: “el 2 de mayo es un recordatorio de aquel día fatídico. No, quizás, porque no fueron todos presos, sino, porque perdimos la ilusión de que alguien fuera a hablar y podamos encontrar el cuerpo de Paula, que es lo que buscábamos”.

A continuación, día a día, testigo a testigo, declaración a declaración, entrevista a entrevista, el detalle de lo que se expuso en uno de los juicios más importantes de la historia de San Lorenzo y el Cordón Industrial santafesino: el juicio por la desaparición de Paula Perassi.

Día 1

El inicio y la expectativa por la verdad

El jueves 21 de marzo de 2019 comenzó a las 8 de la mañana en el Centro de Justicia Penal de Rosario, el juicio por la desaparición de Paula Perassi, la joven madre sanlorencina de 33 años, que fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011, estando embarazada.

El debate, que se llevó adelante en la Sala 7, fue presidido por los jueces Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos. Las audiencias comenzaron con los alegatos de apertura y estaba previsto que declarasen alrededor de 200 testigos.

En la primera jornada, la familia Perassi estuvo rodeada de la solidaridad y lucha de las organizaciones de mujeres, feministas, de Derechos Humanos, sociales, políticas, que se hicieron presentes con una vigilia que comenzó a las 6 de la mañana.

La causa, que fue caratulada como “privación ilegítima de la libertad agravada y aborto sin consentimiento seguido de muerte” tuvo como imputados a cuatro civiles: Gabriel Strumia, Antonio Darío Díaz, Roxana Michl, Mirta Ruñisky; quienes fueron juzgados por “privación ilegítima de la libertad agravada”. Mientras que los policías Gabriel Godoy, Aldo Gómez, María José Galtelli, Jorge Krenz y Adolfo Daniel Puyol,  llegaron imputados por “encubrimiento agravado e incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos”.

Antes del comienzo, Alberto Perassi –padre de la joven desaparecida- sostuvo: “llegó la hora y el día y esperamos que nos hayan invitado a venir para que nos den justicia, que es lo que venimos a buscar. Que se sepa que pasó con Paula y que hicieron con ella”.

Luego recordó que “fue una ardua lucha para poder llegar a este juicio. Durante los primeros tres años la Justicia nos dio injusticia y miró para otro lado. En San Lorenzo los que nos tenían que cuidar, trataban de que esto no se resolviera y lo siguen haciendo hasta hoy”.

Alberto resaltó que “en la causa Perassi pasaron cosas que no pasaron en ninguna otra. La policía, el poder judicial y el poder político trabajaron para que lo de Paula no salga a la luz, porque en el medio hay muchos intereses. En San Lorenzo teníamos una banda capaz de hacer desaparecer en democracia a una persona sin dejar rastros y parte de esa banda está entre los nueve imputados. Por eso siempre dije que había un teléfono político y una billetera con dólares que manejaban todas las situaciones”.

El padre de la joven desaparecida resumió las “únicas certezas que tenemos hasta ahora” al afirmar que “Paula tenía un amante que era Gabriel Strumia y quedó embarazada. Evidentemente el embarazo molestaba en la familia de él y había que interrumpirlo, Paula no quería pero había que hacerlo sí o sí. La llevaron para hacerla abortar y murió en esa operación. Pero lo peor es que hicieron desaparecer el cuerpo y nunca más supimos nada porque hay un pacto de silencio cerrado que impide saberlo. Si la hubiesen tirado al río, en cinco días flotaba y hoy estaríamos en otra condición, tanto ellos como nosotros”.

Por su parte, la madre de Paula, Alicia Ostri, aseguró que llegó a la primera audiencia del juicio “con muchos nervios, como el primer día en que desapareció Paula. Espero que haya justicia y que digan a dónde está mi hija, porque les debo una respuesta a mis nietos que quieren saber dónde está su mamá”.

Primera audiencia

En el primer momento del juicio, Luis Rosini, el abogado de Mirta Rusnisky, la mujer acusada de practicarle el aborto clandestinamente a Paula en Timbúes, pidió que los abogados querellantes (Ruiz, Ferrara y otros), no puedan realizar preguntas a su defendida ni a sus testigos aportados, debido a que no tenían a su clienta incluida en su querella.

Este trámite judicial demoró el inicio del juicio propiamente dicho, ya que el tribunal se retiró unos minutos del recito para tomar la decisión sobre si se aceptaba o no el pedido.

En cuanto al público presente, hubo más de 20 periodistas de medios de toda la región, y dos personas por parte, lo que implicó que haya como público sólo dos personas en representación de la familia Perassi y 20 por parte de los acusados.

Alberto y Alicia quedaron en las afueras del recinto, como harían todos los días, ingresando solo el día que les tocó declarar.

Alegatos de apertura: las penas que pidió la Fiscalía y la Querella

El mismo jueves, cerca de las 10.30 de la mañana comenzaron a ser escuchados por el Tribunal los alegatos de apertura de las partes.

En primer lugar el fiscal Donato Trotta expuso los alegados de parte del Ministerio Público Fiscal.

En ellos realizó un recorrido por la hipótesis del caso, y expresó cuáles son las penas que solicitó: prisión perpetua para Gabriel Strumia, Roxana Michl, Darío Díaz y Mirta Ruñisky. Por ser considerados coautores de la privación ilegítima de la libertad con aborto seguido de muerte de Paula Perassi. Mientras que para los cuatro policías Krenz, Gómez, Godoy y Galtelli solicitó 16 años de prisión, por destrucción y ocultamiento de pruebas. Por otra parte, para el ex jefe de cuerpos de la Unidad Regional XVII, Adolfo Daniel Puyol, la Fiscalía pidió la pena de 6 años, también por distorsión en la investigación.

“Vamos a demostrar en juicio que la impunidad tiene un límite y la sociedad a partir de esta Fiscalía, hace cuatro años atrás, empezó a ver una respuesta, esperamos ver esa respuesta en la sentencia”, expresó en su alegato Trotta.

Por parte de la querella que representa a los hijos de Paula, el abogado Adrián Ruiz, coincidió en el mismo pedido que la Fiscalía, aunque se diferenció en el pedido sobre Puyol, para el cual pidieron también prisión perpetua.

Ruiz expresó: “nos vamos a diferenciar del Ministerio Público respecto a Puyol, por las acciones realizadas por este jefe policial, para nosotros su accionar no puede quedar solo con el delito de encubrimiento. Esta parte considera que Puyol estaba actuando mientras Paula estaba viva, por lo tanto el aporte de este comisario principal, esta participación debe quedar dentro del mismo arista, en la calidad de partícipe primario y vamos a pedir la misma pena que para los coautores del hecho: prisión perpetua”.

Ruiz remarcó que a entender de la querella: “el jefe de calle le daba impunidad a las tres localidades en San Lorenzo, Puerto y Timbúes”.

Alegatos de los abogados de los acusados. Apuntaron contra la fiscalía, Alberto Perassi y la prensa.

En la continuidad de la primera jornada del juicio por la desaparición de Paula Perassi, los abogados de los acusados expusieron consideraciones sobre sus defendidos.

Por parte de Gabriel Strumia y Roxana Michl, el abogado Fernando Sirio manifestó: “pedimos que se acredite ciertamente que hay una persona fallecida, que hay autores identificados de esa muerte y que existe un móvil. La fiscalía dice que el delito fue el de doblegar la voluntad de Paula. La verdad es que no escuchamos en ningún momento cuál fue el plan sistemático para doblegar la voluntad de Paula. Vamos a ver qué tipo de relación tenía Ortiz Elguea con Paula Perassi”, expresó refiriéndose en este último caso al concubino de la mujer desaparecida.

Para defender a sus clientes, Sirio apuntó contra el ex de Paula y dijo “deben analizar esa relación de pareja, fuertemente deteriorada, con discusiones, falta de dinero, salidas permanentes, separación de camas, salidas diarias, ¿sabemos con quién salía diariamente? Dicen que tenía una relación con Strumia, ¿sabemos si había otras personas?”.

Desde la defensa de Mirta Ruñisky, el Dr. Luis Rossini dijo: “no tengo constancia alguna de la muerte de Paula, si sé que hay una persona desaparecida. Hay un límite en toda esta investigación, que es querer condenar a alguien sin que este delito quede impune. Es un hecho que tuvo muchísima mediatización”, expresó y remarcó: “la prueba más importante en la cual se va a querer basar la querella y fiscalía es en Perassi, que sabe todo de oídas”.

Luego agregó: “de los testimonios sabemos que no habrá ninguna certeza para condenar a nuestra clienta”.

El Dr. Morosano, como defensor de Antonio Darío Díaz, consideró: “haber imputado a Díaz es producto de la imaginación del juez de instrucción, Eduardo Filocco, al igual que la teoría de la Fiscalía y la querella. Es producto del enamoramiento del investigador respecto de su caso” y agregó: “vamos a probar que hizo ese día, no tuvo ninguna reunión con Paula Perassi, ningún contacto, nunca conversaron en su vida, él no estuvo en San Lorenzo” y aseguró que pedirá la absolución.

Desde la defensa de Jorge Krenz y Aldo Gómez, el Dr. Jorge Bedouret dijo que “el Estado le debe una respuesta a Paula Perassi y su familia. Pero se están cometiendo atentados contra los derechos de quienes asisto” y añadió: “estos muchachos que yo defiendo, estos investigadores, estos laburantes, en esos días, solamente colaboraron con las bases de esta investigación”. Luego agregó que mucho de lo que se sabe “lo descubrió esta gente, como descubrieron la relación de Paula y Strumia, el embarazo, el aborto, el viejo bar de Timbúes, esta gente descubrió lo que hoy tiene la investigación, porque la fiscalía tuvo un año sabático”.

Por su parte, Néstor Oroño en defensa de María José Galtelli aseguró: “lo que no encuentro son hechos con los que pueda vincularse a mi defendida” y remarcó: “lo poco que se sabe es gracias al trabajo de esta humilde servidora” y remarcó que no es autora de ninguno de los delitos de que se la acusa.

Por el acusado Gabriel Godoy, el abogado José Nanni alegó: “me cuesta elaborar una teoría del caso porque no sé cuáles son los hechos o las pruebas de las cuales me tengo que defender. Nos tenemos que defender de una narración cuasi irreal” y remarcó: “desde la Justicia no se hizo absolutamente nada para encauzar esta investigación y se montó el relato, mientras tanto cayeron los más débiles y Paula sigue sin aparecer. Fue Godoy quien descubrió que Paula estaba embarazada. Además, Godoy y este grupo de acusados fueron quienes secuestraron la PC de Paula y la de Strumia y aportaron cruces de llamadas”.

La primera jornada de juicio duró más de siete horas. Alberto y Alicia estuvieron todo el tiempo en las puertas del recinto. Como lo harían cada día.

DÍA 2

Primer testigo: el padre de los hijos de Paula

El lunes 25 de marzo, se retomó la segunda audiencia y el primero en declarar fue el concubino de Paula Perassi, Rodolfo Ortiz de Elguea, padre de los dos hijos de la mujer, Lucas de 6 y Agustín de 2 y medio, al momento en que su madre desapareció.

El hombre fue interrogado por la Fiscalía y también por los abogados de los acusados. Durante su declaración realizó un recorrido por los dos últimos días en que vio a Paula y contó que se encontraban viviendo bajo el mismo techo pero que ya no tenían un vínculo sentimental y dormían en camas separadas desde hacía alrededor de un año.

Cruzado de brazos, vistiendo un jean y buzo con capucha, de temple tranquilo, el hombre de 44 años, que había conocido a Paula cuando ambos trabajan en un comercio, expresó detalles sobre cómo era la madre de sus hijos: “la vida de Paula era normal, ella era ama de casa, no trabajaba, lleva a los chicos al colegio, estaba todo el día en casa. Paula dejó de trabajar al tiempo que nació Lucas, en 2004.  Paula estaba todo el tiempo en la computadora y más allá de los chicos o alguna actividad no hacía otra cosa. La relación con los chicos era buena, era cariñosa, los acompañaba porque jugaban al fútbol en un club”.

Sobre la última vez que vio a Paula, Rodolfo manifestó: “fue el domingo 18, me fui a ver el partido de Newell’s a Rosario con Lucas y Paula quedó en la casa en San Lorenzo.  El partido fue al mediodía, salí a la mañana con Lucas. Cuando terminó la llamé y le dije que íbamos para allá. Ella me llamó cuando estábamos en la autopista para ver por dónde estaba, le dije que en camino y me volvió a llamar una o dos veces más preguntando cuánto tardaba porque necesitaba el auto”.

Rodolfo agregó: “llegamos a casa, me pidió el auto, me dijo que tenía que ir a buscar unas recetas a Puerto San Martín. Me quedé con Lucas en casa y luego fuimos a la plaza. Ella regresó sola, tarde. Se hizo la tarde noche, cenamos tipo 9 y media. Yo primero bañé a los chicos, hice la comida, después de cenar me dijo que tenía que ir a buscar la tarea a la casa de la mamá de uno de los compañeritos de Lucas. Después de cenar fue la última vez que la vi”.

Rodolfo describió cómo salió Paula de su casa: “tenía un jean, unas zapatillas Adidas, una remera y un buzo estilo con sierre, un polar. No llevaba nada, solo una especie de bolsito chico. Lo que hice fue acostarme con los chicos, era domingo, ellos tenían que ir a la escuela y yo tenía que ir a trabajar, así que nos acostamos”.

Rodolfo, recordó el momento en que notó que Paula no había regresado: “yo siempre me levanto a la madrugada para tomar agua, vivíamos en una casa en la planta alta que era bastante iluminada con ventanales y vi todas las persianas levantadas y la casa iluminada, me llamó la atención porque siempre las bajábamos, fui hasta el cuarto donde dormía Paula con Lucas, estaba la cama tendida y la llamé por teléfono y no contestó, empezó a preocuparme, pasaban las horas y el teléfono estaba apagado, llamé al sanatorio a ver si había habido algún accidente, llamé a la comisaría y me dijeron que no. A las 8 llamé a María Fernanda, su hermana, para ver si tenía alguna noticia, ella vino para casa, le conté que me había dicho que iba a buscar la tarea de Lucas, me preguntó el nombre de la mamá y le dije y ella fue a la casa a ver si sabía algo y la mamá le dijo que hacía tiempo que no la veía. Nos preocupamos, le dije que había que avisarle al padre y ahí fuimos a la comisaría”.

Uno de los momentos más fuertes de la declaración del ex concubino de Paula, fue cuando se le pidió que leyera una carta que él mismo encontró en uno de los cajones de su vivienda luego de la desaparición. Estaba dirigida a una persona que cumplía años y de quien Paula decía estar enamorada. La fecha de la carta es el día de cumpleaños de Gabriel Strumia, el principal acusado, indicado como amante de la mujer desaparecida.

En la letra de Paula: “desde que te conozco mi mundo cambió”

Mientras declaraba el concubino de Paula, la Fiscalía le pidió que leyera una carta que él mismo encontró en su vivienda, luego de la desaparición de la mujer.

En puño y letra, la joven madre había redactado ese texto el 16 de agosto de 2011, justamente el día del cumpleaños de Gabriel Strumia, quien luego de su desaparición se conoció que era su amante. La misma, fue escrita exactamente un mes y dos días previo a su desaparición.

Mientras Rodolfo leía la carta, el amante y principal acusado, abrazaba a su mujer constantemente. Cabe destacar que ella, Roxana Michl, también está en el banquillo de los acusados.

 Transcripción de la carta:

“Mi amor que bueno es tener que escribirte algo, de saber que ya existes, no de la manera que quisiera, pero lamentablemente nos conocimos tarde. Igual siento una felicidad inmensa de saber que estás y que he podido compartir con vos muchas cosas hermosas. Desearte que este día estés muy bien al lado de todas las personas que te quieren. Yo quisiera estar con vos, pero lamentablemente no se puede. Créeme que vos te mereces lo mejor en este día y en todos los días. Nunca quiero que nos llegue un adiós entre los dos. No me imagino no tenerte en mi vida en ningún sentido. Hoy por hoy le doy gracias a Dios por haberme llevado hasta ti, por permitirme conocerte, por contarme en tu vida y en la mía. Créeme que siempre caminaré a tu lado, hasta que me lo permitas, a mi modo, pero lo haré, para así poder cuidarte.

Sabes, en mi vida, nunca antes he escrito una carta. Hoy siento las ganas y el deseo de hacerlo con vos, porque llegaste a mi vida y ya marcaste diferencia, pero hoy tengo una necesidad inmensa de sacar de alguna forma lo que pasa por mi cuerpo y corazón. En estos momentos no he podido darle nombre aún, pero se que siento algo muy grande y especial por ti. Me sacaste muchas sonrisas, más de un te quiero, y te lo vuelvo a decir en esta carta. Desde que te conozco mi mundo cambió, para mi no es igual. Tus ojos de niño inocente, dentro de ese cuerpo de hombre, simplemente me fascinan, haz hipnotizado mi ser y tus manos han vuelto a traer a mi ese sentimiento lindo. Te regalo todo lo que tengo,  mientras pueda estaré sin pedirte nada a cambio, solo porque me sigas tratando con cariño  lindo con qu eme tratas. Eres una personita que por el poco tiempo que tenemos, he podido conocer, admirar, pero por sobre todo he podido querer. Hoy eres un sueño, que quiero que me dure muchísimo tiempo, un sueño del que no quiero despertar, porque el día que abra los ojos y vea que se terminó este sueño, simplemente no querré levantarme. No quiero imaginarme un futuro a tu lado, no quiero salirme de la realidad, solo quiero disfrutar de lo que cada día hay, solo me queda decirte gracias, gracias por estar en mi vida, por darme tantas cosas bonitas, por dejarme entrar y luchar, por cada día de tocar fondo y rozar tu corazón para ir metiéndome poco a poco en él y no salir nunca más.

Feliz cumpleaños y que este sea muy especial para vos. Te amo. Yo”.

Alberto Perassi miró uno a uno a los ojos de los acusados, y declaró.

El mismo lunes, en la segunda jornada de audiencias, Alberto Perassi ingresó a la sala de audiencias y miró a todos los acusados a los ojos, uno a uno. Con 70 años de edad, Alberto, el vecino de San Lorenzo que hace más de 50 años trabaja como mecánico de autos, vivió un día crucial en su vida y en su lucha incansable por saber qué pasó con su hija.

En su declaración, ante las preguntas de la Fiscalía, comenzó recordando que Paula, la segunda de sus tres hijas, “vivía con Ortíz de Elguea, con quien tuvo dos hijos: Lucas y Agustín”, y resaltó: “era una chica a la que desde chiquita le inculcamos lo mejor de nuestra familia. Convivía siempre con nosotros más allá de que estábamos en diferentes casas. Teníamos una convivencia de todos los días porque llevaba a los chicos a la escuela y venía a casa, más allá de llamadas telefónicas constantes con la flota telefónica de la familia”.

Alberto definió a su hija como “una chica normal, ama de casa, que adoraba mucho a sus hijos”.

Luego ahondó en la relación de su hija con su pareja, Rodolfo Ortíz de Elguea: “él era una persona que estaba siempre con los chicos cuando nos juntábamos, siempre vi una buena relación, más allá que a lo último no era así, pero yo y mi mujer no nos dimos cuenta de lo que pasó, porque ella seguía igual, no notamos nada antes de lo que pasó. No habrá sido la mejor, se habrá peleado, habrá tenido desencuentros de una familia, nada más”.

Perassi sobre Strumia

Más adelante en su testimonio, Alberto Perassi se refirió a uno de los acusados: Gabriel Strumia, señalado como quien sostenía un vínculo extramatrimonial con Paula.

“Iniciamos una convivencia muy especial cuando yo competía con los jeeps y el compró uno y se hizo de la familia de estos vehículos. Encontramos una amistad en ese deporte. Yo le hacía el motor a su jeep y lo consideraba un amigo a pesar de que es más joven que yo. Él me consideraba como el segundo padre, me lo decía continuamente”.

“La amistad se fue prolongando, íbamos juntos a las carreras, hasta fuimos de vacaciones con otros amigos juntos. Nos reuníamos los domingos para ir al camping a jugar con los jeeps”, aseguró y agregó: “nos invitó su cumpleaños de 40 y fuimos, teníamos una mesa familiar para nosotros, tal es así que esa foto que nace en esta denuncia se ve a Paula y hay una mano arriba, que es la mano de Strumia. Esa fue la foto que él me alcanzó el día que pasó lo de Paula”.

Alberto luego brindó detalles del día en que desapareció su hija y cuáles fueron los primeros pasos que siguió, que también se vinculan a Strumia. “El día 19 de septiembre, en la incertidumbre de lo que había pasado, Rodolfo dijo que Paula salió a buscar la tarea de los chicos a la casa de una mujer llamada Elsa, amiga del Gabi Strumia. Entonces fui a dónde él estaba, como iba tantas veces en la semana. Entré a su predio y cuando vio mi camioneta, se sorprendió y lo dejó parado al cliente que estaba atendiendo y se viene hacia mi ¿Qué te pasa?, me dijo. En su oficina le comenté: ‘Gabi, vengo a preguntarte donde vive Elsa, porque anoche Paula salió a su casa y no volvió”. Entonces él hizo una expresión ‘uuuuyyy’. Caminó unos metros y volvió y me sorprendió. Me dije, ‘¡Qué amigo que tengo, cómo le cayó de mal que Paula no haya vuelto a la casa!”. Se ofreció a acompañarme pero le dije que no. Fui a Puerto San Martín a buscar a esta persona y me dijo: “no acá Paula no estuvo’”.

“Cuando llego a mi casa lo encuentro a Strumia abrazado con mi mujer en la puerta del taller, llorando. Ahí se decide delante de él hacer la denuncia, hay que buscar una foto, ‘yo te la traigo’ dijo. Era esa foto que tiene la mano de él arriba. Con Rodolfo nos fuimos a la comisaría y llega él antes de que entremos y nos da la foto. Y me dijo ‘andá y búscalo a Daniel Puyol, es mi amigo, te va a dar una mano acá adentro’. Le agradecí y se fue. Recorrí toda la Unidad Regional XVII buscando al señor Puyol y él no estaba. Llegué a la oficina de Cuerpos donde él era jefe y no estaba. Hice la denuncia y cuando salimos le digo a Rodolfo ‘nos atendieron rápido, suerte, será porque el Gabi nos nombró a Puyol y él debe estar trabajando en esto’. ¡Qué inocencia la mía!”, ironizó Perassi.

En su relato, el padre de Paula recordó luego que “el día 20, a las 8 de la mañana, suena el teléfono y era Strumia, llorando me dice, ‘vos sabes que yo recibí anoche a las tres y media de la mañana un mensaje de Paula que dice que está llegando a San Juan, ‘ahora estoy bien, por favor no digas nada’. Después vino al taller y me muestra el mensaje, tuve que agarrar el teléfono para leerlo porque le temblaba la mano”. También rememoró que “al tercer día tenían la lista de las llamadas telefónica en donde surge que a Paula la llaman de una cabina pública de 3 de Febrero y Dorrego. La policía fue a hacer un control a ese lugar, pero ahí había unas cámaras a las que no se sacó el disquete, fue sacado recién a los 11 días cuando ya estaba pisado”.

Luego Perassi recordó que advirtió que “el señor Godoy me dio información de que la llamaron 40 y pico de veces a Paula y que eran llamadas de Strumia. Al tercer día empecé a ver cosas raras, ¿por qué había tantos llamados?, ¿Qué pasaba?”.

“Dentro de la semana pasaron muchas cosas, entre ello fui a hablar con Strumia, porque tenía mi tráiler en su predio y fui a buscarlo con una consigna para mí mismo: no tenía que salirme de mis cabales. Entonces le digo Gabi ‘decime que pasó con Paula’,  y él me dice ‘yo no tengo nada que ver’. Le digo ‘ustedes son lo suficientemente grandes, decime que pasó’ y él me repitió ‘yo no tengo nada que ver’. Cuando me subo a la camioneta me dijo: ‘yo sabía que iba a pasar esto’ ¿Cómo sabías si me terminás de decir que no sabés nada? Como ya venía una reacción que no quería tener, me subí a la camioneta y me fui. Le dije ‘tenés mi celular, decime qué pasó’”, agregó Perassi en su declaración.

Más adelante, Alberto expresó: “Paula está desaparecida y todavía no sabemos por qué, qué pasó. El problema está adentro de lo policial, porque ahí adentro Strumia estaba preso y lo largaron y a mí el señor Farias -un empleado policial que estaba en ese momento- me dijo ‘a este tipo lo largan pero sabe mucho más que lo que dijo’”.

Amenazas y atentados

Alberto se refirió a las presiones, amenazas y atentados que sufrió en los primeros tiempos de la desaparición de Paula. “Desde el 18 de septiembre en adelante pasaron muchas cosas. Para todo eso yo era un viejo loco y mi hija era una puta. Un día me entraron a robar en mi casa y me robaron el equipo que tenía para hacer la publicidad en la calle en las marchas. Se llevaron eso nomás”.

También recordó que “los primeros días cayó una persona en un vehículo a saludarme por lo que estaba viviendo. Me dijo: ‘si usted me da la orden, nosotros en un ratito lo hacemos declarar’. No hermano, yo no soy de esa gente”, le respondí. ‘Nosotros lo llevamos al río, dos zambullidas, sale y canta todo. Siguió hablando conmigo, le repetí que no, se fue y nunca más vi a esa persona y nunca más vi a ese auto. A mi querían pararme, había alguien de ellos que quería que yo pare”, expresó.

“Me pusieron la custodia personal y el chaleco porque atacaron mi casa. Fue cuando los metieron presos a los 8, ahí arranca eso”, recordó y sobre Strumina agregó: “para mí él se puso como cualquier amigo que van con la noticia de que pasó eso con un hijo. Lo encontré llorando con mi mujer y ahí pensé: qué amigo que tengo. Era el amigo que yo tenía, hasta ahí era lógico, después se puso ilógico. Después de eso se cortó la comunicación”.

Durante su testimonial, con la voz entrecortada, Alberto dijo: “llevo 7 años y 6 meses luchando por esta causa y tengo un dolor encima que no lo puedo soportar más, y en la Justicia de San Lorenzo también se hicieron los tontos. Porque el juez Filocco dijo que iba a cerrar la causa y esa fue mi desesperación cuando me encadené por primera vez en San Lorenzo. Estoy en una situación bastante difícil, pero quiero que esto llegue a su final. Tiene que haber un culpable, porque no puede quedar así. En los primeros momentos siempre era una puta y yo un viejo loco. Si bien le acepto que mi hija haya sido una puta, nadie tiene el derecho de hacerla desaparecer o matarla. El señor Filocco dijo que era una puta que se había calentado y que ya iba a volver. Y le informo a Filocco que todavía no volvió”.

Esto es parte de la primera etapa de declaración de Alberto Perassi, ya que siguió declarando durante largas horas en la jornada de ese lunes, desde pasadas las 13 hasta las 18.30 horas. Casi al final de la audiencia, uno de los abogados de la familia de la víctima expresó: “Perassi no es alguien omnisciente que todo lo sabe, simplemente alguien que estuvo 7 años y 6 meses detrás de todo esto, por eso tiene muchísima información”, respondiendo a las chicanas de las partes de los acusados y manifestó; “voy pedir un merecido respeto, porque algunas palabras se han excedido. Esta es una causa de gravedad institucional, buscamos tratar de llegar a la verdad formal”.

Día 3

Puyol le exigió a Strumia que diga que no son amigos y él lo hizo

En el comienzo del tercer día del juicio, el martes 26 de marzo, tras finalizar la declaración del padre de Paula pidieron la palabra tres de los acusados. Entre ellos, Puyol y Strumia, entre los que se dio casi una situación de pregunta respuesta que se basó en la intención aclarar que el policía Adolfo Daniel Puyol y el amante de la joven, Gabriel Strumia, no eran amigos cuando se produjo el hecho.

Tras presentarse y asegurar que tuvo “una carrera impecable en la policía”, Puyol afirmó que fue pasado a retiro por haber sido involucrado en el que denominó como “un caso mediático”.

“El señor Perassi siempre me apuntó como amigo de Strumia y  todo esto me llevó a estar detenido”, reiteró el ex jefe de la agrupación Cuerpos de la UR XVII quien desde hacía cuatro años estaba detenido, en ese momento con prisión domiciliaria.

Luego recordó cómo conoció a Strumia, tras crear en 2005 un emprendimiento familiar con su esposa, para el cual compró un camión volcador. “En 2007 lo conozco a Strumia, porque arregla camiones. Pasó el tiempo, comenzó esta causa en 2011 y en 2012 empezó el señor Perassi a decir que yo tenía algo que ver, y no es así. No soy amigo de Strumia, la única relación que tenía con él era comercial”, expresó frente a los jueces.

Luego recordó que tras quedar detenido, “le reclamé a Strumia ‘por qué no agarrás y declarás si tenés algo que ver. Declará, así me haces declarar a mí de esto, porque no tengo nada que ver’”.

Pero Gabriel Strumia no aceptó la sugerencia y no declaró. “Ahí me enojé con él porque le pedí: ‘si sabés algo declará y ya está. Decilo y aclará mi situación porque la única relación que tengo con vos es comercial”. Y reafirmó: “No soy amigo de  Strumia, solo le llevé los camiones. Yo no sé si hizo algo, yo nunca vi que él haya cometido un hecho”.

Luego agregó: “Yo lo entiendo a Perassi, porque soy papá y si me tocan un hijo no sé qué haría. Pero tampoco es justo que yo venga padeciendo. Porque el mes que viene hace 4 años que estoy detenido. En una nota dijo que a él le arruinaron la vida, pero ¿La mía qué? Yo estoy preso sin pruebas, por una teoría del caso, por una hipótesis. Hay una gran diferencia entre Perassi y yo, él hizo lo imposible para arruinarme la vida a mí, pero yo no hice nada en contra suyo. Hasta ahora no tuve una justicia justa, fueron parciales conmigo y solo pido que sean imparciales”.

¿Qué respondió Strumia?

Tras la declaración de Adolfo Daniel Puyol, pidió la palabra Gabriel Strumia y no dio ninguna otra declaración, más que responder lo que el policía le había señalado. El empresario puertense que mantenía un vínculo con Paula afirmó que el ex policía “tiene mucha razón. Yo lo empecé a atender cuando compraron el camión volcador, lo fui atendiendo todo ese tiempo hasta hace un tiempo atrás que se rompió la relación comercial dada la situación del caso”.

También en coincidencia con lo afirmado anteriormente por Puyol, Strumia afirmó: “en su momento me dijo Daniel que vaya a declarar y fui a declarar ante -no me acuerdo- si Tutau o Filocco. Me preguntaron qué relación tenía con Puyol y le dije bien que la relación era comercial, éramos conocidos, clientes”.

Perassi sobre ese vínculo

Cabe destacar que las declaraciones de Puyol y Strumia fueron luego de que declarara Alberto Perassi, quien manifestó en respuesta a la pregunta de los abogados de Puyol: “Strumia me lo presenta como amigo a mí. Cuando vamos a hacer la denuncia me dice que hable con su amigo Daniel Puyol que me va a dar una mano. Yo he visto hasta no hace poco los camiones de él en el taller de Strumia. Él me dice que yo hable con su amigo”.

“Nunca fui abortera”

En su declaración, Perassi también se había referido a otra de las imputadas, la acusada de realizar el aborto a Paula, Mirta Ruñisky: “un día llegó una persona a mi taller, tocó timbre y lo atiendo. Me dice usted es el papá de Paula Perassi. Y me dice yo vengo porque se lo que pasó con su hija. Lo hice pasar y le dije cuánto cuesta esto. Y me dijo que no, que iba a decirme cómo son las cosas. Y ahí me dice el señor que se llamaba Vázquez, que estaba en pareja con una hija de Ruñisky y que él vivía en Buenos Aires cuando escuchó de su pareja “otra vez mi vieja hizo un aborto y murió la chica””.

Cuando Mirta Ruñisky tomó la palabra, le respondió: “nunca fui abortera, jamás hice aborto, ni en Misiones ni acá. Tengo 5 hijos, dos de ellos con discapacidad. Mi ex yerno Nicolás Vázquez miente con esto porque mi hija lo deja y se queda a vivir en mi casa con mi nieto”, dijo refiriéndose a que su yerno le había dicho a Alberto Perassi que ella fue quien practicó el aborto.

“Necesito abortar, tengo 6 semanas. ¿Alguien conoce qué riesgo tengo?”

Mediante la toma de declaración al testigo Miguel Fernández, quien trabajaba en la Agrupación de Unidades Especiales y fue el encargado de requisar la PC de Paula el día siguiente de su desaparición, se estableció que la mujer realizó búsquedas en internet para tener información sobre prácticas de aborto. Además, buscó textos en internet sobre cartas de bebés en el vientre a su papá. Esto demuestra que Paula tenía temor a abortar y que tal vez quería convencer al padre del bebé de no hacerlo. Cabe recordar que la mujer estaba embarazada de 6 semanas y ese hijo aparentemente era de su vínculo con Gabriel Strumia.

Entre las búsquedas del historial de la computadora, el perito reconoció que Paula había buscado el viernes 16 de septiembre de 2011, dos días antes de desaparecer, las siguientes preguntas en el buscador de Yahoo: “clínicas en Rosario para realizarse abortos”, “clínicas en Córdoba”, “calculadora de embarazo”, “dónde abortar”, “aborto preguntas frecuentes”, “clínicas de aborto”, “aborto preguntas más frecuentes”, “aborto diferido de 6 semanas” y por último: “necesito abortar tengo 6 semanas, alguien conoce qué riesgo tengo”.

A su vez, paralelamente a la búsqueda sobre cómo practicarse un aborto, en menos de 10 minutos, Paula buscó más de 10 textos en internet referidos a cartas que un bebé en el vientre de su madre podría enviarle a su papá, entre ellos los titulados: “carta al futuro padre”, “carta de un feto a su futuro padre”, “carta de un bebé a su futuro papá”, “carta de un bebé en el vientre a su madre”, “una carta de un bebé antes de nacer a su papá”, “carta de mi hijo en mi vientre a su papá”, “un poema de mi bebé en el vientre para su papá”, “para mi futuro papá”, “carta a un papá”, “ayuda carta de un bebé por nacer”.

“Tengo en la memoria el recuerdo de sus miedos a realizarse el aborto”

José Luis Freijomil, conoció a Gabriel Strumia por su pasión por los jeeps y los 4×4 en 1999. Fue llamado a declarar por haber mantenido durante varios meses comunicaciones vía Facebook con Paula Perassi, en las que ella le confesó su relación amorosa con Strumia y su embarazo. El hombre, oriundo de General Rodríguez, aseguró que hasta hace 7 años (antes de la desaparición de Paula), Strumia era su mejor amigo.

Freijomil declaró que “a Paula Perassi la conocí solamente por redes y una sola vez la ví en un cumpleaños de Gabriel Stumia. La había visto en un encuentro de Jeeps en San Pedro, pero no recuerdo haberme cruzado. El cumpleaños fue un evento en un salón en un pueblo que se llama Aldao, donde yo vine a la noche de un sábado y al mediodía del domingo me fui. Participé del evento y en ese lugar me crucé a Paula Perassi y  su pareja y creo que estaban los chicos también. Un mes después del evento de San Pedro recibí una invitación en el Facebook donde me solicita ser amigos. Le pregunté a Gabriel, me dijo que era la hija de Alberto y la agregue sin problemas”.

Fue así que en junio de 2011 Paula y José Luis comenzaron a tener contacto por el chat de Facebook. El hombre contó que “en un principio fue una conversación como cualquier persona, vivo solo, y uso mucho las redes como cualquiera. Paula en algún momento empezó a contarme cosas de su vida, hablábamos de que yo tenía una relación con la que estaba sentimentalmente afectado, le contaba lo que me pasaba a mí, ella contaba lo suyo. Y allí fueron surgiendo los diálogos. En septiembre de 2011 era una relación no tan light, era conocerla un poco más y escucharla, yo sentía que ella necesitaba que alguien la escuchara. Tal vez porque vivi tanto tiempo en las redes percibí eso”.

Ante una pregunta del fiscal, el testigo contó que “en un momento, lo que ella expresaba fue que la relación de ella no funcionaba, no andaba y me dijo tengo una situación que es como prohibida. Yo le bromee, y le dije ¿no se te habrá ocurrido relacionarte con mi amigo? Y ella a los días me contestó. Supongo que es prohibido porque Gabriel tenía su familia”, y remarcó el testigo: “la relación prohibida era con Gabriel Strumia”.

Sobre el embarazo y el aborto

Además del vínculo sentimental, la mujer también le hizo confesiones a Freijomil sobre su embarazo y el miedo que le daba interrumpirlo.

“En ese último mes me contó que estaba embarazada, fue lo último que hablamos con ella. Yo les dije que eran dos descerebrados porque eran personas grandes y tendrían que haber pensado lo que estaban haciendo.  Ella se enojó porque le dije eso y me eliminó de la cuenta de Facebook y yo le contesté con un mensaje y le dije que era infantil hacer eso de eliminarme. Me pidió el teléfono y me pidió disculpas y me dijo que tenía razón y que la perdonara”, recordó.

Fue así que el testigo recordó que Paula lo llamó por teléfono el sábado 17 y el domingo 18 de septiembre de 2011, día de su desaparición.

“Hizo una llamada el sábado y tres el domingo, porque quería saber algo de Gabriel y quería comunicarse con él. En las últimas semanas de las comunicaciones ella me habló de un aborto. El sábado cuando me pidió disculpas por haberme eliminado me dijo que no se había hecho el aborto, el domingo me llamó y solamente me preguntó por Gabriel”.

Sobre los miedos de Paula a realizarse un aborto, Freijomil dijo: “tengo un recuerdo que me dijo que había ido a visitar a un médico y que ella en sí, tenía miedo de hacerse un aborto y le pregunté por qué. Le dije que no sintiera miedo si estaba acompañada por Gabriel. Yo le decía que pensara en su familia y en la familia de Gabriel, porque no me parecía maduro haber llegado a estos niveles de esta situación de haber ella quedado embarazada. Yo le dije `si vas a hacer algo y estás con Gabriel, sentite cuidada, no tengas miedo, que él te va a cuidar´. Tengo en la memoria el recuerdo de sus miedos a realizarse el aborto. En ningún momento la noté alterada a Paula. En un momento tenía miedo, no sé a qué, por su vida, por la vida de ella. No estaba desesperada, estaba ansiosa, quería encontrarse con él. Dijo que pasó por la puerta de la casa de él y no vio la camioneta. Estaba impaciente por encontrar a Gabriel”.

“Si no me ves más por Face es porque pasó lo peor”

Entre las conversaciones más importantes, el día antes a su desaparición, el sábado 17 de septiembre, Paula le dijo a Freijomil: “Amigo llegó el día, si no me ves más por Face es porque pasó lo peor, quiero que sepas que te quiero mucho. Nos vamos a Rosario a hablar con el médico, no sabés el miedo que tengo, amiguis”. Paula allí confesaba que iban a la vecina ciudad a entrevistarse con un médico para realizarse un aborto, que ella no deseaba y que le causaba mucho temor. En el mismo chat, Paula le decía: “rezá para que no me pase nada”.

Durante la declaración del testigo oriundo de General Rodríguez, se ventiló que el 30 de agosto de 2011 Paula le confirmaba el embarazo: “estoy embarazada. Hoy me compre el test, lo hice y salió las dos rayitas. El está muy loco, tuvo que ir al médico. El no quiere tenerlo por todo lo que me generaría alrededor nuestro”  y agregaba Paula también en parte de ese chat: “recién lloramos los dos, ¿Sabés lo que me dijo? Que el jueves vamos a pasar la noche los tres juntos por última vez, a mi se me parte el corazón”.

Luego de esa conversación, el 4 de septiembre, Paula le contó a Freijomil que la esposa de Strumia, Roxana Michl (también imputada) sospechaba de la situación: “hoy nos vimos y más lo que lloramos que lo que hablamos, encima Roxana empezó a sospechar. Si la gorda se embala hará un desastre, otra que Hiroyima”, decía Paula y manifestaba: “tengo miedo a hacerme un aborto” y sobre la visita a su ginecóloga la joven madre aseguraba: “si ella me dice que se puede lo voy a hacer, sino no voy a poner en riesgo mi vida para hacer felices a otros”.

En un chat luego de la consulta con la médica, Paula le decía a su amigo de Facebook: “me hice el análisis sub beta y me dio 14 mil…. Menos de 5 no estaba embarazada” y cuando Freijomil le consulta “¿y eso que quiere decir?”, ella respondió: “que puede haber dos”. A su vez, Paula hizo referencia a los quistes que la preocupaban: “en el útero tengo dos formaciones, uno de 85 mm y otro de 17 mm” y remarcaba: “tengo dos hijos y no quiero tampoco que me pase algo a mí por no causar dolor a los demás.  Por los quistecitos que tengo en el útero”.

Luego del último chat del 17 de septiembre, donde Paula le confesaba su miedo al aborto a Freijomil, el testigo contó que el mismo domingo 18 de su desaparición Paula lo llamó tres veces por teléfono, preguntando si sabía algo de su amigo Gabriel Strumia, porque no podía contactarse con él.

Por su parte, el día después a la desaparición, el lunes 19, Strumia llamó a Freijomil, preguntándole si sabía algo de Paula.

Abogado de Strumia: “hay fuertes indicios de una relación pero no hay nada probado”

Después de los primeros tres días de audiencias del juicio por la desaparición de Paula Perassi, abogados defensores de tres de los acusados, hicieron un balance del desarrollo del proceso.

El Dr. Fernando Sirio, abogado defensor del señalado como amante de Paula, Gabriel Strumia y de su esposa, Roxana Michl, analizó lo desarrollado hasta ese momento durante el juicio y criticó la estrategia de la Fiscalía.

“No hay pruebas. Buscaron lograr un efecto de impacto con el único elemento que tienen, presuntos mensajes de Paula con una persona amiga de la familia. Eso no está acreditado”, aseguró y agregó: “buscar un impacto es un claro indicio de la falta de pruebas”.

En el mismo sentido agregó que “hay fuertes indicios de una relación pero no hay nada probado. Estamos hablando de terceros que tienen mensajes y comunicaciones con Paula quien, obviamente no puede declarar”.

Luego aclaró: “marquemos fundamentalmente cuál es la cuestión principal. Acá se dice que se ha privado de la libertad a una persona y se la ha forzado a abortar, pero lo que surge hoy como indicio es que existía una relación y que de esa relación tenía probablemente un embarazo ¿Cómo fue la conclusión del embarazo, si es que realmente eso sucedió, o Paula se fue?, esa respuesta no está, no la da nadie”.

Abogado de Ruñisky: “el fiscal está preguntando mal”

Por su parte, el Dr. Ángelo Rossini, abogado de Mirta Ruñisky, también analizó el curso del juicio, luego de los primeros tres días de audiencias.

El letrado analizó ver “una buena dirección por parte de la presidencia pero no puedo decir lo mismo del fiscal, creo que está preguntando mal. Eso queda claro cuando objetamos sus preguntas y la presidenta del tribunal hace lugar a esas objeciones, y el fiscal debe reformular”.

Luego Rossini se excusó de opinar sobre los testimonios aportados hasta ahora. “No puedo opinar sobre lo que dijeron los testigos de fondo porque eso va a ser parte de mi estrategia para el alegato de clausura”.

Por último, el defensor se mostró confiado al afirmar que “no hay pruebas sobre la situación de mi defendida” y recordó que “hicieron varias periciales informáticas de diversas computadoras, de Strumia, de Díaz, de Paula Perassi y de Freijomil, personas que según la Fiscalía tocan la causa en algún lado. De todas ellas, nadie tiene contacto con Mirta Ruñisky, por eso entiendo que fueron pruebas a favor nuestro”.

“Que no te confundan, fue femicidio”

Tras la tercera jornada de juicio, también se emitió un comunicado, de quienes acompañaron durante todos esos día a la familia. Desde el espacio Justicia por Paula Perassi – Articulación feminista difundieron un comunicado donde manifestaron: “Que no te confundan, fue femicidio”.

En el texto expresaron:

Detrás del Juicio por la desaparición y femicidio de Paula Perassi hay:

1) Interrupción de un embarazo, que no fue decidido por parte de la mujer gestante.

2) Desaparición forzada de una persona con complicidad policial

3) Una Justicia patriarcal que estuvo 7 años y medio dilatando el juicio y protegiendo a lxs imputadxs.

4) Un Estado que desampara a una familia y a sus hijos que pierden a su madre víctima de un femicidio. Sin implementación la ley Brisa como corresponde.

QUE NO TE CONFUNDAN, sabemos que es la misma policía en nuestra provincia la que desapareció a una persona y plantó pruebas falsas.

QUE NO TE CONFUNDAN. LO DE PAULA FUE FEMICIDIO.

Las violencias que se cometieron sobre su cuerpo fueron por su condición de mujer. En esta sociedad patriarcal ser mujer constituye un factor de riesgo.

Hoy se siguen violentando sus derechos.

Es por eso que LAS ORGANIZACIONES SOCIALES, DE MUJERES, Y DISIDENCIA, LXS VECINXS Y LA SOCIEDAD TODA creemos que es importante ACOMPAÑAR ESTA LUCHA Y UNIR NUESTRAS VOCES EN PEDIDO DE JUSTICIA.

RECLAMAMOS UN FALLO EJEMPLAR Y LA IMPLEMENTACIÓN DE POLITICAS PUBLICAS CON PERSPECTIVA DE GÉNERO.

Paula Perassi PRESENTE. Ahora y siempre!!!

DIA 4

El mozo del bar aseguró haber visto a Paula con Strumia y Díaz la tarde de su desaparición

En la cuarta jornada de juicio por la desaparición de Paula Perassi, declaró un testigo ofrecido por la Fiscalía y la querella, José María Zanoni, un joven de 23 años, que tenía 16 cuando era mozo del Viejo Bar de Timbúes, donde Paula se habría reunido la tarde de su desaparición con Gabriel Strumia (con quien mantenía un vínculo) y Antonio Darío Díaz (chofer de camiones del empresario puertense).

El joven, de aspecto humilde y con voz parsimoniosa, contó que trabaja desde los 8 años y que en 2011 tenía 16 cuando se desempeñaba como mozo en el único bar del pueblo en el que vive.

Zanoni recordó: “el domingo armé algunas mesas afuera. Llegó una persona femenina y me pidió una mesa afuera para tres personas. Esa chica estaba vestida con un pantalón largo azul, tenía una cartera cruzada, tenía unos treinta y pico de años. Era flaca, más alta que yo, un tamaño normal de persona. Se sentó afuera a la izquierda. Pidió una mesa para tres. A los 10 minutos llegaron dos personas masculinas y quedaron ahí. A las 6 llegó ella y 6.10 llegaron los otros. Yo sé el horario porque 6 y media siempre llega un señor que me pide un cortado en jarrita”.

El testigo indicó sobre los hombres: “uno era alto, tenía bigotes y el pelo recogido para atrás y el otro era morocho, gordito y habrá medido 1.60 mts. Al morocho lo conozco del pueblo. Es vecino mío, vive a la vuelta de mi casa, vive por Sargento Cabral y yo vivo por Maipú. Esa persona es Díaz, mi vecino” y recordó que “siendo menor de edad me hicieron hacer un careo con el señor Díaz. Yo tenía miedo que me pase algo entonces le dije que no era él. Después de eso volví a declarar en la causa y ahí sí dije que era él, pero antes no lo dije porque tenía miedo que me pase algo” y remarcó: “estoy seguro que era Díaz quien estaba en el Viejo Bar”.

Además, cuando se le consultó sobre si reconoció al señor Strumia en la rueda de reconocimiento de personas el joven, con voz sumamente tímida y pacífica contestó: “cuando lo fui a reconocer tenía el pelo más corto y no tenía bigotes” y aseguró que así y todo, la persona que reconoció en la rueda y en el bar era la misma: Strumia.

Sobre la mujer que estuvo en el bar, Zanoni dijo: “no la vi nunca más. Después vi una imagen, María José me la llevó al bar, la policía que estaba investigando (por Galtelli, una de las acusadas). Me la llevó preguntando si la había visto. La policía al otro día fue a mi casa, me pidió todos mis datos, me mostró la foto de la chica y me preguntó con quién había estado. En mi casa ella me comentó el caso y me dijo que era Paula Perassi. Después se empezó a ver la imagen por todos lados de la chica desaparecida y era la que estaba en el bar ese día”.

El testigo aseguró que fueron esas tres personas las que atendió aquel día, que se quedaron entre 45 minutos y una hora, uno de los hombres pagó y se fueron.

Sobre otra de las acusadas, la mujer de Timbúes, Mirta Ruñisky, el joven dijo que la conocía, porque había trabajado con su hija y según él “los comentarios del pueblo decían que hacía abortos ilegales”.

Los perros hallaron rastros de Paula en tres lugares

Entre los testigos que declararon en la cuarta jornada de audiencias, estuvieron los oficiales de policía que trabajaron con el perro que buscó los rastros de Paula Perassi, tras su desaparición.

Tanto Analía Giménez, la superior de servicios del área de caballería y perros cuando Paula desapareció, y el guía canino inspector de policía Carlos Dávola, coincidieron en relatar que el perro llamado “Hueso” identificó rastros de Paula en tres lugares a donde los investigadores los llevaron.

El can, de raza Blood Hound, estaba especializado en la búsqueda de personas vivas, rastro por rastro, ya que busca el caminar de una persona. Según Dávola: “nosotros en el perro confiamos cien por ciento”.

Durante la audiencia se pasaron videos donde se veía parte de los procedimientos realizados con el perro el 6 y 10 de diciembre de 2011. Los dos testigos explicaron que tomaron una prenda en la vivienda de Paula, que fue otorgada por su concubino y luego con esa vestimenta instruyeron al perro para que busque a la mujer. Fue así que los testigos confirmaron que “Hueso” identificó rastros en una garita de colectivo ubicada en Ruta 11, también en el Viejo Bar de Timbúes y en la vivienda y vehículo de Antonio Darío Díaz, en la misma localidad en Sargento Cabral al 500.

Pastillas abortivas en la casa de Ruñisky

En el cuarto día, durante una nueva larga jornada de declaraciones, también declaró la testigo Mariana Olivieri, quien a la fecha del juicio era jefa de investigaciones de las Tropas de Operaciones Especiales de Rosario, con 21 años de antigüedad en la policía, mientras que en el año 2011, al momento de desaparecer Paula, prestaba servicios en el área de Asuntos Internos.

La mujer contó cuáles fueron las tareas a las que se vio abocada en el marco de esta causa: “trabajamos con las tareas investigativas que nos daba el fiscal de San Lorenzo Román Moscetta y el fiscal de Rosario Donato Trotta” y aclaró: “hicimos una investigación para poder localizar a una persona que en teoría había hecho un aborto a Paula Perassi. Hicimos allanamientos en Rosario, en el sanatorio Británico para obtener la historia clínica de Paula y allanamos algunas dependencias de la Unidad Regional XVII, como la Agrupación Cuerpos, Agrupación de Unidades Especiales y la Agencia de Control de Vigilancia Privada, para poder ubicar números telefónicos del año 2011 de personal policial que en ese momento investigó en la causa”.

Pastillas comprometedoras

Durante la declaración de la testigo, se le mostró material que ella misma había secuestrado, y lo reconoció. Se trataba de cajas de pastillas de Oxaprost, con 12 blísters. Cabe señalar que Oxaprost contiene la droga Misoprostol, conocida por su utilización para la práctica de interrupciones de embarazos.

La mujer declaró que en la vivienda de Mirta Ruñisky, en 2014 “se hizo una requisa donde se encontró telefonía celular, varios medicamentos que tenía la señora, tenía agujas, jeringas, gomas que se atan en el brazo para hacer extracción de sangre y varios medicamentos, entre ellos unas pastillas que se usan habitualmente para hacer abortos, de nombre Oxaprost”.

La vivienda donde este material fue hallado no corresponde con la casa en la que vivía Ruñisky al momento de la desaparición de Paula, ya que luego de 2011, la acusada se mudó a una nueva vivienda y allí fueron encontradas las pastillas.

La señora está acusada de haberle practicado un aborto a la mujer desaparecida, en el que habría muerto. Cuando el defensor de Ruñisky entrevistó a la testigo, la mujer contestó que no recordaba haber encontrado relación entre la mujer de Timbués y los principales acusados, Strumia, Michl y Díaz.

Día 5

Testigo encubierto

El viernes 29 de marzo se realizó la quinta jornada del juicio. A primera hora no le fue permitido el ingreso a la prensa ni al público, dado que prestó declaración un testigo encubierto y solo podían estar presentes los abogados de las partes y el Tribunal.

Desde prensa de la Corte informaron que quien declaró es personal de inteligencia del Estado, empleado administrativo de la policía, quien fue convocado para introducir prueba relativa a llamadas telefónicas.

Una antena localizó a Strumia cerca del locutorio desde donde llamaron a Paula

Entre las declaraciones de la quinta jornada del juicio, el Comisario Walter Maragliano, miembro de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) encargado de investigar las llamadas telefónicas, informó sobre llamadas entre los teléfonos de los implicados en el caso y Paula, y su ubicación geográfica al momento de la desaparición.

Maragliano contó que “del teléfono de Paula había llamadas diarias, cotidianas con Strumia. Tenían entre 100 y 2000 segundos, eran constantes y estamos hablando de dos personas casadas. Me pareció muy raro, como una relación más que frecuente”.

Cabe recordar que a las 20.46 del domingo 18 de septiembre, Paula recibió un llamado desde un telecentro de Dorrego y 3 de Febrero, de San Lorenzo, cercano a su vivienda, y esa llamada la habría hecho salir de su casa, expresando que iba a buscar la tarea de uno de sus hijos, para nunca más volver.

Según el investigador, dos minutos después de esa llamada, a las 20.48 hs. el celular de Strumia estaba ubicado en una antena de San Lorenzo y no en la de su domicilio. “Sale de la antena San Lorenzo 2, ubicada en San Juan y vías del ferrocarril de San Lorenzo”.

Del testimonio de Maragliano surgió que del fijo de la casa de Strumia llamaron de las 21.09 a las 21.54 hs., en menos de una hora, 21 veces al celular del propio Strumia, el mismo 18 de septiembre de 2011. Y el investigador contó que del celular del indicado como amante de Paula se llamó a las 21.54 al fijo de su vivienda.

Día 6

Declaró testigo que hizo mapa de entrecruzamientos telefónicos

El primer testigo en declarar el lunes 1 de abril en la sexta jornada del juicio por la desaparición de Paula Perassi fue el Subcomisario Marcelo Pablo Guanes, quien en 2016 realizó una investigación sobre entrecruzamientos telefónicos involucrados en la causa, cuando era jefe de la División de Tecnología Aplicada con sede en Capital Federal.

Guanes realizaba tareas al momento del juicio en la División de Comunicación de la policía de Cuyo, en San Juan. “Nos pidieron analizar el cruce de llamadas telefónicas. Nos llevaron mucha información en una cajita, era un tamaño importante. Hice un mapa ubicando unos teléfonos celulares en unas antenas”, declaró.

Más de mil llamadas hasta el día de su desaparición y luego nada

Un testigo que analizó las llamadas telefónicas de los teléfonos de los acusados y de la víctima, dio luz sobre la cantidad de veces que Paula y su amante, el acusado Gabriel Strumia, se comunicaron los días previos a su desaparición.

El Cabo Primero de la Policía Federal, Claudio Ingenieri, en marzo de 2016 era agente en la División de Tecnología Aplicada, subordinado al Subcomisario Marcelo Guanes (testigo que declaró previamente). Contó que su trabajo específico “fue hacer una serie de gráficos solicitado por la Fiscalía. Esos gráficos trataban sobre comunicaciones entre diferentes abonados e impacto de antenas” y añadió: “lo hice con el material que proporcionó la División donde trabajo, eran varios CD con información de diferentes compañías prestatarias de comunicación, a través de un software conocido como I2”.

El testigo, recorrió más de 10 gráficos que fueron visibilizados durante su declaración. Entre ellos explicó uno en el que decía que desde el teléfono de Paula hubo 1138 comunicaciones con Strumia, desde mayo hasta el 18 de septiembre de 2011, el día de su desaparición. Pero que luego, del 18 al 23 no hubo ninguna comunicación, como si él no hubiera estado preocupado porque la persona con quien se comunicaba diariamente no aparecía. El 23 se registraron dos llamados, del teléfono de Strumia a Paula.

A su vez, el mismo testigo se refirió a llamadas telefónicas entre un teléfono que utilizaba Gabriel Strumia, terminado en 101 y el del Comisario Puyol (también imputado). Según el investigador,  las comunicaciones entre ambos teléfonos comenzaron el 19 de septiembre, por lo que se estableció entre ambos números de teléfonos no había comunicaciones previas y luego aparecieron dieciocho comunicaciones entre el 19 y 22 de septiembre, a través de radio de Nextel.

La ginecóloga de Paula confirmó el embarazo

En la sexta jornada de audiencias en el marco del juicio por la desaparición de Paula Perassi, declaró quien fue su ginecóloga, la Dra. Gabriela Gioia.

La médica, atendía a Paula en el Sanatorio Británico y contó que el martes 13 de septiembre, 5 días antes de su desaparición, la sanlorencina la visitó, con una consulta sobre un embarazo.

“Ese martes llego al consultorio del sanatorio, ella estaba esperándome, cuando pasa me muestra una ecografía para que yo la vea y en el útero se veía una imagen muy pequeña, líquida y uno tenía que ver si no era un saco gestacional o un embarazo. Le propuse hacerse análisis de sangre para confirmar o descartar embarazo, como no requiere ayuno lo podía realizar al salir del consultorio. En la tarde me llamó por teléfono con el resultado de la sub unidad beta, la cual le dio positiva, porque era un embarazo”, contó la médica y reflexionó:  “lo que pude percibir es que no era una grata noticia para ella, había una disconformidad”.

La doctora además confirmó que las pastillas halladas en la vivienda de Ruñisky, Oxaprost, son abortivas y dijo: “en una paciente que se le administra embarazada y no a término, provoca contracciones, que podrían provocar una amenaza de aborto”.

La defensa de Ruñisky, al momento de repreguntarle a la testigo, le consultó si creía que fuera verdad la información que Paula le dio por teléfono, donde decía el resultado del análisis que demostraba su embarazo y, casi como una chicana, le preguntó Luis Rossini a la médica: “¿Usted sabe si Paula sabía leer?”. La mujer contestó que no dudaba de ese resultado positivo de embarazo.

Un grito de “ayuda” y el hijo de Strumia que dijo haber visto a Paula

El quinto y último testigo de la jornada de ese lunes fue Adrián Hernández, Sub Inspector de Policía en la Dirección Provincial de Asuntos Internos.

Hernández, en mayo de 2014 era empleado de la división de Apoyo Operativo de Asuntos Internos, cuando realizó tareas investigativas en el marco de la desaparición de Paula Perassi.

Ante su declaración sobre escuchas telefónicas halladas en la línea del domicilio de Strumia, donde se oye un grito desesperado de una mujer diciendo tres veces “ayuda”, Hernández indicó: “me hace suponer que se levantó el teléfono porque se escucha un tono de fondo, nos hace suponer que no es una llamada entrante, sino que se levantó el tubo de ese teléfono fijo y se cortó”.

En el recinto, se pasó el estremecedor audio, de una mujer gritando desesperada y rápidamente “ayuda, ayuda, ayuda”. Mientras ese audio se pasaba, Strumia murmuraba con su esposa, Roxana Michl, y hasta sonreía. El matrimonio, a la fecha de ese audio, conocía que tenía intervenida esa línea telefónica de su casa. El investigador asegura que ese audio podría haberse grabado en la propia vivienda de la familia.

El hijo

En una declaración previa en la justicia Nicolás Strumia, hijo del matrimonio acusado, realizada el miércoles 29 noviembre 2011, había dicho que iba hacia el colegio cuando: “tomé el colectivo para buscar las calificaciones” y agregó: “es ahí que había una chica que me pareció que era Paula”, diciendo que la vio en una garita de colectivo ubicada en Ruta 11 y Córdoba de Puerto San Martín. El testigo Adrián Hernández de Asuntos Internos informó que “nos constituimos en la escuela 467 de San Lorenzo, donde era alumno el joven. Allí a la regente, Alejandra Nicola, le consultamos por los dichos de Nicolás, que en ese momento iba a la escuela a buscar la libreta de calificaciones y dijo que era imposible que en esa fecha se retiren las libretas ya que se entregaban del 10 de diciembre en adelante”. Sobre esto último, la defensa de los acusados se basaron en si Nicolás había ido a buscar la libreta de calificaciones (que aún no se entregaba a esa fecha) o las “calificaciones” solamente, consultándole eso al testigo.

Día 7

La idea de Paula “siempre era de proyectarse en la vida, tenía ilusiones”

El miércoles 3 de abril, en la séptima jornada declaró la perito calígrafa Marcela Mandolini, quien fue la encargada de analizar tres escritos otorgados por la familia de la víctima. La testigo manifestó que el primero era una carta, al que refirió como “un escrito dedicado al amor”, y agregó que “otro era una hoja que sacaron de una agenda y después, un papel con alimentos que tenía que comprar para una dieta”.

Luego aclaró que “eran tres escritos en birome. Mediante el microscopio inspeccioné y detallé que a las tres piezas las realizó la misma manoescritora. Las morfologías de determinadas letras determinaron que están escritas por la misma mano”.

Análisis de psicólogas

Después fue el turno de la declaración de dos psicólogas que trabajan en la Unidad Regional XVII de San Lorenzo y que se desempeñaron en el caso.

Las profesionales María Victoria Colucci y Marcela Arce fueron las encargadas de analizar los escritos que les facilitaron, provenientes de Paula Perassi y de entrevistar a su concubino, Rodolfo Ortiz de Elguea, y su amante e imputado, Gabriel Strumia.

La psicóloga Colucci informó que entre el material analizado: “había una carta afectiva, con fecha 16 de agosto de 2011 (coincidente con el cumpleaños de Strumia), no estaba dirigida a quien ella declaraba su amor, mostraba un buen estado anímico, vinculada afectivamente con otra persona, donde reconocía ciertos inconvenientes en esa relación, teniendo claridad de los obstáculos de la relación, pero sintiéndose de la otra parte muy cuidada y muy querida”.

La testigo expresó que “en el informe del análisis de la lectura de las cartas, expresábamos el buen nivel narrativo, y eso lo cotejamos con un mensaje de un teléfono celular que habría mandado Paula (a Strumia dos días después de su desaparición), donde había un error grosero de ortografía. Lo que señalamos es que nos impresionaba que ese mensaje de texto hubiera sido de ella, en comparación al nivel de redacción que ella tenía en esas cartas que analizamos”. Según la psicóloga, en el mensaje estaba escrita la palabra “vez” de la siguiente manera: “bes”, con dos claros errores de ortografía.

Cabe destacar que en el recinto, si bien permanecieron todo el tiempo abrazados, como en cada audiencia, al matrimonio Strumia y Michl se los percibió más nerviosos cuando se habla de mensajes de textos o llamadas telefónicas.

Respecto a la siguiente testigo, la psicóloga Arce indicó que, cuando pocas horas después de la desaparición de Paula entrevistaron a Strumia y Ortíz, “de parte de Strumia no se percibió una actitud colaboracionista, sino más bien reservada, no decía más de lo que se le preguntaba, se ajustaba a eso nomás. Por eso manifestamos la diferencia con el marido que tuvo una actitud más abierta”.

Arce también analizó chats entre Paula y el amigo en común con Strumia, José Luis Freijomil y aclaró que de allí surgió que “la mayor parte de sus estados de ánimo estaban en base a su relación con Gabriel Strumia. En los últimos meses y sobre todo cuando se enteró que estaba embarazada, su estado anímico estaba en relación a cómo estaban con Strumia”.

La psicóloga remarcó que “en la evaluación de los chats (con Freijomil), estaba absolutamente enamorada, y no sabía que decisión tomar con respecto a su relación matrimonial. Sus vaivenes emocionales siempre estaban en consonancia sobre cómo estaba su relación con el señor Strumia”.

Sobre la investigación para determinar si Paula tenía rasgos que podrían haberle hecho terminar con su vida, Arce contó que “como el pedido era por solicitud de paradero con la presunción de que Paula Perassi podría haber tenido algún rasgo autodestructivo, tuvimos la conclusión de que no tenía rasgos suicidas”  y aclaró: “ella nunca hizo mención en forma definida a la muerte, no había una idea, eran expresiones de ‘quisiera desaparecer’ o no estar, pero que respondían a un estado emocional como de todos los seres humanos. Eran expresiones emocionales a un momento que después no se sostenían. Su idea siempre era de proyectarse en la vida, tenía ilusiones, ganas, ideas de hacer cosas. Había momentos que se sentía prisionera de la situación, pero nunca se reflejó en los chats que se quería matar”.

Testigos declararon sobre Ruñiski y el hijo del matrimonio acusado

Narcisismo y perversión

La cuarta testigo de la jornada fue la Psicóloga María Georgina Anza, quien al momento de desaparecer Paula estaba trabajando en la dirección provincial de Asuntos internos y fue convocada en el marco de un allanamiento que se realizó en el domicilio de Mirta Ruñisky en Timbúes.

La testigo recordó el informe que hizo en aquel momento y describió a Ruñiski como una “personalidad narcisista, posee en su discurso rasgos de ansiedad y verborragia permanente, desapego de sus hijos adolescentes (ejemplo no precisa la fecha de nacimiento de los mismos). Personalidad con rasgos de perversión”.

Testigos sobre declaración del hijo del matrimonio Strumia

Luego fue el turno de dos testigos, vinculados a declaraciones del hijo de Strumia y Michl.

En una declaración realizada el miércoles 29 noviembre 2011, Nicolás Strumia había dicho que iba hacia el colegio cuando: “tomé el colectivo para buscar las calificaciones” y agregó: “es ahí que había una chica que me pareció que era Paula”.

Debido a esto fue citada la testigo Alejandra Nicola, docente y regente de la Escuela Técnica de San Lorenzo, a la que concurría el joven en 2011.

La docente informó que “se presentaron una tarde dos oficiales de justicia pidiendo información a cerca del calendario escolar, sobre si podría haber ido un alumno a pedir un boletín de calificaciones a fines de noviembre (de 2011). A lo que respondí que era imposible porque el ciclo escolar termina entre el 7 y el 15 de diciembre, entonces es imposible retirar un boletín a fin de noviembre. Ese año las clases terminaron el 9 de diciembre y las libretas se retiran después del 20”. Ante la repregunta del abogado de Strumia, la mujer contestó que “en ese periodo estamos en tiempo de recuperatorios y se entregan notas parciales. Cada uno en su turno puede ir a averiguar notas”.

Por otra parte, con muchos nervios y casi sin voz, por lo que tuvo que declarar por escrito, Walter Garis, un joven de 23 años, que en 2011 concurría al mismo curso que Nicolás Strumia declaró: “Conozco a Nicolás Strumia porque éramos compañeros, íbamos al mismo salón. Recuerdo que llegó un mensaje de Nicolás preguntando si le podía hacer un favor. Me dijo si podía intentar ingresar a un Facebook para ver si podía encontrar a la que sería Paula Perassi. Intenté y no pude. Y a los 6 meses vino la policía a tomarme declaración”. Remarcó: “me pidió si podía entrar a un Facebook para recuperarlo, porque estaban buscando a Paula” y luego aclaró: “Me dijo si podía hackear”.

Más testigos

La última testigo de la jornada fue Érica del Valle Ducasse, quien en 2011 era Sargento en la Agrupación de Unidades Especiales, e informó sobre qué números de Nextel se comunicaban los empleados de esa área, cuatro de ellos hoy imputados en la causa.

La mujer contó que “a cargo de la investigación estaba el jefe, Krenz y en un principio lo trabajaban la gente de calle, Gómez, Farias, Godoy, etc., pero después esa investigación se abocó un personal que no estaba ahí en la oficina, eran Gómez y Galtelli”, recordó la oficial de policía que además contó que Gómez y Galtelli comenzaron a trabajar el caso en una oficina separada del resto, en otro espacio de la Unidad Regional XVII.

DIA 8

Tres testigos que no aportaron demasiado

En la octava jornada de juicio el 4 de abril prestó declaración en primer lugar una vecina de la localidad de Timbúes que fue tomada como testigo en el allanamiento que se realizó en la casa de Ruñisky en 2014.

La señora Concepción Urbise, con suma timidez, recordó que en el procedimiento en la vivienda de calle Solís 480 ingresó a la vivienda junto a la policía y contó que “estuvieron revisándole todas las cosas de la señora adentro. Encontraron un paquete de pastillas y plata en el placard”. Esto se condice con el paquete de pastillas de Oxaprost que se encontró en el lugar, que contienen Diclofenac y Misoprostol, droga que causa interrupción del embarazo.

En segundo lugar declaró un hombre que trabaja como barrendero en la Comuna de Timbúes y que fue testigo de un allanamiento que se hizo en 2011 en la vivienda de otro de los acusados, Antonio Darío Díaz.

Julio César Priori, un hombre que explicó que no sabe leer ni escribir, se mostró con muchas dificultades a la hora de recordar el allanamiento en la casa de su vecino y hasta negó haber estado en la vivienda al momento del procedimiento policial, cosa que fue demostrada en la audiencia mediante un video donde se lo veía al lado del vehículo de Díaz cuando este era inspeccionado por perros. “No recuerdo nada” fue lo único que dijo el testigo, ante esto, los abogados de la querella le consultaron si alguien lo había instruido para declarar y el hombre respondió que no. Las dudas rondaron en el aire.

La expectativa que no se cumplió

La tercera testigo de la jornada, y una de las más esperadas del juicio, fue la abogada sanlorencina Rita Porteiro. La expectativa sobre su declaración se desvaneció en tan solo 15 minutos, en los que la abogada no aportó datos relevantes.

Al momento de la desaparición de Paula, Porteiro oficiaba como vicepresidenta del Colegio de Abogados de Rosario, según contó en su declaración: “conocí al señor Alberto Perassi a principios del año 2012, hacía un par de meses que había asumido mi cargo en el Colegio y vi a una persona que estaba encadenada en los Tribunales de San Lorenzo. No lo conocía, pregunté por él y el comentario en la ciudad era que su hija había desaparecido”.

La mujer recordó: “averigüé donde vivía el señor Perassi, me dijeron en calle Dorrego, llegué al taller, pregunté por él, salió, hablamos en la vereda y me presenté” y agregó: “me interesé por su tema y pregunté si tenía algún profesional que lo asistiera a él y a su familia. Me respondió que tenía a un amigo, pero que no era penalista, el Dr. Juan Carlos Benvenutti de San Lorenzo. Lo tratamos con Ignacio Del Vecchio (en ese entonces presidente del Colegio de Abogados de Rosario), en reunión de directorio y me recomendó que me comunicara con el presidente del Instituto de Ciencias Penales, el Dr. Adrián Ruiz. Hablé con él, le expliqué el tema y lo puse en contacto con el señor Perassi”. Fue así que desde ese momento, Ruiz, junto a su equipo de abogados patrocinan a la familia Perassi.

Porteiro contó que es la abogada de los padres de Paula en una causa civil y consideró que “a Alberto todos lo conocen como un trabajador y un luchador. Todo el mundo lo conoce porque los medios reflejan su lucha por la justicia y la verdad”.

Nada dijo la abogada Porteiro sobre una supuesta declaración de un cliente suyo, que se acercó a decirle que conocía a quién le había realizado el aborto a Paula y denunció como autora a Mirta Ruñiski. Tal vez rondó el secreto profesional en la sala esta vez.

Testigos contaron que Strumia fue advertido de un allanamiento

Más testigos pasaron en la 8va jornada de juicio. Uno de los testigos fue el Oficial de la Policía Federal Argentina en el área de trata de personas, Mariano Vacarelli.

El joven que llegó desde Buenos Aires contó que “en una oportunidad la Fiscalía de San Lorenzo nos encomendó ir a ver al señor Alberto Perassi a quien le tomamos una declaración testimonial en relación a una declaración del señor Gustavo Meroi, un vecino de él, en la que había plasmado que sabía que en un allanamiento Strumia había sido advertido de que lo allanarían. Nos dirigimos al local comercial de Meroi, que se encontraba en la misma cuadra que el domicilio de Perassi. Lo entrevistamos para constatar qué había hablado con Alberto y nos refirió lo mismo” y recalcó: “que Strumia había ocultado armas que tenía en su domicilio y que había sido advertido del día del allanamiento, por eso es que las ocultó, en un campo”.

Además, el oficial fue el encargado junto a otro compañero de realizar la medición de tiempo entre la casa de Paula Perassi, ubicada en Entre Ríos al 700 de San Lorenzo y la de una de las acusadas, Mirta Ruñisky, en Mitre al 700 de Timbúes.

“Tomamos los tiempos, fuimos dos veces ida y vuelta, para ver el tiempo que se tardaba en circunstancias normales en ese horario”, contó Vacarelli y expresó que en promedio se tardó 16 minutos de ida y 18 de vuelta.

Al momento de prestar declaración el compañero de trabajo de Vacarelli, el cabo primero Pablo Arguello, destacó la misma situación: “Perassi tiene un vecino, comerciante, llamado Meroi y hablando con este señor le dice que tenía alguna información. La fiscalía nos mandó a entrevistarnos con Meroi.  Ahí nos cuenta porque compartían ir de caza y náutica con Strumia. Nos comentó que una vez a este señor Strumia lo allanaron, que por suerte le avisaron por una llamada y que no le encontraron las armas. Que había tenido tiempo de poder sacarlas de su domicilio y enterrarlas en un campo. Es lo que le comentó Strumia a Meroi y nos comenta a nosotros”.

DIA 9

Un mensaje al primo de Paula del teléfono que ella compartía con Strumia

El emblemático teléfono que la familia de Paula no conocía y que ella utilizaba intercambiándolo con Gabriel Strumia, el terminado en 414, volvió a aparecer en escena en el noveno día de juicio.

Esta vez, en un mensaje que declaró haber recibido el segundo testigo de la jornada, el primo de Paula, Gonzalo Ostri.

Gonzalo, contó que “el mensaje me llegó de un número de San Lorenzo, no lo conocía. Era una característica de San Lorenzo, con la terminación 414”, recordó sobre su denuncia realizada días después de la desaparición de la mujer.

El mensaje decía: “primo quédate tranquilo, me estoy yendo a San Juan”, recordó Ostri y dijo “me llegó dos o tres días después de que me enteré que no estaba más en la casa”.

Cabe recordar que el número de celular que Paula utilizaba siempre era el terminado en 597, mientras que el terminado en 414, en el marco de la investigación, se supo que fue un chip que se activó el 6 de septiembre de 2011, y que fue identificado en Villa Constitución, cuando casualmente una antena de celulares detectó que ese día se encontraba el teléfono de Strumia (terminado en 880) en esa localidad. Ese número, lo usaban indistintamente tanto Paula como su amante Gabriel, en diferentes ocasiones.

Del 414 hubo 16 llamadas o mensajes de texto desde el 6 de septiembre hasta el 17 de septiembre, al celular de Strumia. Además, desde ese mismo número, Paula habría llamado varias veces al domicilio de su amante, el día de su desaparición.

Otro testigo

Previo a la declaración del primo de Paula, había declarado quien fuera subjefe de Agrupación de Unidades Especiales al momento de desaparecer Paula, el comisario Marcelo Albornoz, quien se refirió a un procedimiento que personal de su agrupación, entre ellos algunos de los acusados, realizaron en la localidad de Oliveros, en el domicilio de un amigo de Strumia llamado Darío Ortiz, donde se encontró una tarjeta de interés para la causa, de la que no trascendió su contenido.

Conmovedora declaración de Alicia: “Lo único que quisiera saber es dónde está Paula”

La declaración más conmovedora llegó el viernes 5 de abril. El noveno día de juicio, la tuvo a Alicia Ostri, la madre de Paula Perassi, sentada en el banco de los testigos, frente a los nueve acusados de la desaparición de su hija.

Cada audiencia estuvo llena de declaraciones fuertes y de gran tensión, pero el clima que rondó en la sala cuando Alicia entró, fue especial.

La mujer de 68 años, que no está acostumbrada a hablar en público, más que en alguna que otra entrevista que le puedan arrancar muy a su pesar, fue clara en todo momento con sus palabras. Seria, firme, fuerte, pero sin dejar de mostrar su dolor porque no tiene a su hija, comenzó con una súplica al presentarse: “soy la mamá de Paula Perassi, desaparecida, o que me la desaparecieron el 18 de septiembre de 2011, supuestamente hubo una llamada, la rajaron del hogar y hasta el día de hoy no sé a donde está mi hija” y enfatizó: “lo único que yo quisiera saber es si está viva o está muerta, que me digan la verdad, que no me tengan a las vueltas, quiero saber a dónde está Paula”.

Ante la consulta de los abogados de la querella sobre por qué sabe que su hija está desaparecida, ella contó: “porque el lunes 19 a las 7 de la mañana, siento muchas conversaciones en mi casa, mi hija menor se iba a la facultad, me levanto y preguntó qué pasó, me dijeron Paula anoche salió y no volvió, me desayuné con esa noticia. Eran 7 y media. En ese momento pensé en sus hijos. Porque ella habrá tenido todas las dificultades que dijeron, pero sus hijos eran lo principal para ella. No los podría haber dejado”.

La mujer continuó recordando esas primeras horas sin Paula. “Me fui a la casa de ella, donde estaba Rodolfo, el marido, donde estaban los chicos. El tenía que hacer la denuncia, y le dije que me llevaba a los chicos. A mis nietos los tengo yo desde el día que desapareció la madre. Me los llevé a casa, con la esperanza de que a la hora de la escuela la mamá iba a aparecer. Llegó la hora de la escuela, vino Lucas, preguntó por su mamá, le dijimos que había ido al médico, que todavía no había vuelto”, dijo con la voz entrecortada Alicia y aclaró “es muy duro decir todo esto”.

Continuó contando: “me voy de mi casa al taller de mi marido, estaba sentada y en ese momento llega el señor Strumia, me abrazó, lloramos, porque él dijo que no podía creer lo que estaba pasando. Eso fue después de que salieron los chicos de la escuela, 5 y media, 6 menos 20. Rodolfo dijo que por 24 horas no podía hacer la denuncia, Strumia estaba ahí presente y dijo que él tenía un policía conocido, que iban a ver si podían agilizar el trámite para poder hacer la denuncia. Salieron. Al rato apareció Strumia con una foto de Paula. Pasaron las horas, pensando en ella, qué le había pasado”, recordó y agregó: “llegó el momento en que el juez Filocco dijo que era una loquita que se había calentado y cuando se le pasara iba a volver, me lo dijo en la cara. Parece que el no tiene hija, familia, nada”.

Alicia en su declaración continuó contando que “el 20, nos enteramos de que Paula tenía un amante, el mejor amigo de la familia, a donde comíamos asados, íbamos a las carreras de jeep. Y que Paula estaba embarazada, fue un golpe muy fuerte para mí, porque a pesar de que ella estaba siempre conmigo, nunca me dijo nada. Después siguieron las versiones de una cosa, de otra”.

Sobre el aborto

Sobre la versión de que a su hija la obligaron a realizarse un aborto, Alicia contó: “llegó la versión de Rita Porteiro, nuestra abogada, de que un cliente, un tal Lugo, yerno de la señora Ruñisky, dijo que ella había hecho el aborto y mi hija había muerto”.

Alicia se mostró conmovida, pero aclaró: “las lágrimas se me terminaron todas, son 7 años y medio, que me cuesta llorar, pero lo llevo adentro. Toda la maldad que me hicieron, me arruinaron la vida, ese matrimonio”, dijo buscando en la sala y mirando a la cara a los acusados, Strumia y Michl, y remarcó: “arruinaron mi vida, de mi marido, de mis hijas y de mis nietos y después decían que eran amigos”.

Sobre el acusado, Alicia aseguró que “desde ese lunes no lo vi nunca más al señor Strumia. En la calle sí, cuando andaba en la camioneta, pero frente a frente, hablar no”.  Y aclaró que “del embarazo me entero por unos análisis que llegaron que se había hecho Paula en el Sanatorio Británico. Tuve conocimiento por mi hija Marianela, que se atendía en el Británico con la misma ginecóloga. Cuando ella tuvo los análisis con un valor, fue a la ventanilla de la secretaria y preguntó que pasaba y le dijeron que Paula estaba embarazada”.

La mujer rememoró también que “al tiempo apareció un señor al taller, Vázquez, lo atendió Alberto, mi marido y le dijo que él sabía muy bien qué le había pasado a Paula. Cuando le dijo eso, me llamó y dijo que la suegra, la señora Ruñisky, había hecho el aborto y Paula había muerto. Me extrañó, cómo van a hacer una cosa de esas y que se muera una persona y una criatura. Por más que fuera, era su hijo, no lo podían matar de esa forma”.

El recuerdo de Paula

“Mi hija era muy buena, muy linda, muy compañera mía”, recordó Alicia y agregó: “lo único que nunca me dijo es lo que estaba pasando. En un momento me habló sobre si yo le podía tener los chicos porque ella quería empezar a trabajar, le dije que sí. Que se los iba a atender, pero que no me los dejara todo el día, y ella me dijo que sí”.

El grito de ayuda

Acerca de un audio que le hicieron reconocer en los Tribunales de San Lorenzo, donde una voz desesperada gritaba tres veces “ayuda”, grabación encontrada en la línea fija del teléfono de la familia Strumia, Alicia volvió a escucharla en vivo en la audiencia y reafirmó lo que reconoció en Tribunales años atrás: “nos hicieron escuchar una voz que pedía auxilio, porque pensaban que mi hija estaba viva o la tenían encerrada, pero mi hija ya estaba muerta. No sé quién grabó ese casete. Esa voz no era la de Paula, esa voz era de la señora de Strumia, Roxana”.

Las chicanas de las defensas

Al momento de ser interrogada por los abogados defensores de Strumia y Michl, desde esta parte intentaron todo el tiempo desfavorecer la imagen de Paula, como si algún problema suyo o actitud podría haberla hecho desaparecer.

Llegaron a preguntarle si a los 20 años se había ido de su casa porque estaba saliendo con un hombre casado, si había sufrido problemas alimenticios de joven y si alguna vez había dicho que estaba cansada de sus hijos y que se quería ir.

Sin embargo, Alicia aclaró que cuando Paula le dijo que estaba cansada de la vida que llevaba “ella tenía entre 17 y 18 años, cuando desapareció en 2011 tenía 33 años. No era la misma Paula que a los 17, era más madura. Ella era muy amable, no tenía problemas de hablar con nadie, saludaba a todos, era muy buena mamá, era muy buena compañera con sus hermanas, era compañera conmigo, era una Paula distinta, por eso digo que no sé hizo la locura que hizo, para mi la deben haber conversado mucho”.

En cuanto a los dichos de la defensa de Strumia sobre que una vez Paula había desaparecido tiempo atrás, Alicia contestó:  “ella desapareció un día porque el padre la había retado porque andaba con una persona mayor, yo no dije que era casada, era mayor y estuvo en la casa de su abuela. En esa época no había celular, pero nos enteramos por un vecino que ella estaba con su abuela en Clarke, tenía 20 o 21 años. No estaba casada”.

Un momento de tensión llegó cuando la abogada Sirio le preguntó sobre la escucha del audio en que Alicia dice escuchar la voz de Roxana Michl, la abogada le preguntó en ese contexto: ¿usted es licenciada en física, es licenciada en fonoaudiología, tiene conocimiento de acústica forense?.

Las chicanas nunca faltaron en el juicio, aún cuando delante había una madre con el dolor de no saber qué pasó con su hija y sin respuestas para sus dos pequeños nietos.

“Mis sobrinos ahora están con nosotros, pasamos a ser tres madres”

En la novena jornada de juicio, otro de los momentos emocionantes se vivió cuando declaró Marianela Perassi, la hermana menor de Paula.

Ella tenía 21 años cuando la mujer desapareció, al presentarse ante el Tribunal dijo con voz clara: “yo soy hermana de Paula Perassi, desaparecida porque estaba embarazada, le realizaron un aborto y la policía encubrió todo, intentaron que nunca se sepa que pasó y dónde está mi hermana, el cuerpo hoy en día no se sabe dónde está”.

La joven estudiante de Ciencias Económicas, de perfil bajo, quien nunca quiso hablar públicamente por este caso, se mostró firme en su declaración y contó: “una semana posterior a la desaparición de mi hermana fui al Sanatorio Británico en búsqueda de unos análisis de mi mamá, pedí el análisis de Perassi Alicia y dicen que no estaba pero si estaba el de Perassi Paula, le dije que yo lo retiraba y aparte me dan el análisis de mi mamá” y continuó: “yo tenía 21 años, no sabía que era, pero sabía que era un análisis de sub beta, de mi misma ginecóloga. Fui a la secretaría de ginecología y le pregunté qué era el análisis y qué significaba y me dijo que era un análisis de embarazo y que era positivo. Inmediatamente llamé a mi papá y se lo llevé a mi casa”.

Seguidamente, Marianela se conmovió al hablar de los hijos de Paula: “mis sobrinos preguntaban por su madre y no sabíamos que decirles. Estaban con mi ex cuñado, ese día esperábamos que mi hermana los vaya a buscar a la escuela, nunca apareció y una empezó a ser como la madre. Fueron momentos complicados. Mis sobrinos están ahora con nosotros. De ellos se encargan principalmente mi hermana más grande, está muy abocada a ellos, pero pasamos a ser ter madres, mi mamá, mi hermana y yo, a intentar remplazar a Paula. Van a la escuela, el más grande a la secundaria y el más chico a la primaria, en lo posible hacen vida normal. Saben todo lo que está pasando. Saben que tenía un amante que fue Gabriel Strumia, saben que estaba embarazada de él, que le hicieron un aborto y que no se sabe dónde está. La mejor forma es irles con la verdad y no ocultarles, porque no sabemos qué decirles, si está muerta o no, suponemos que está muerta, pero queremos los huesos por lo menos”.

Testimonios de un taxista amenazado y un conductor radial al que le dijeron que a Paula la quemaron

Luego de los conmovedores testimonios de Alicia y Marianela, mamá y hermana de Paula, declaró el conductor de la radio 93.5 de Puerto Gral. San Martín Hugo Bruscaglia, quien tiempo atrás se acercó a Alberto Perassi y le dijo que tenía información sobre que a su hija la habían incinerado en hornos de alta temperatura de la empresa IDM.

Bruscaglia declaró que “el conocimiento que tengo de la causa por un lado es por mi profesión y por otro por ser vecino de la ciudad, por lo que conoce la opinión pública. En cuanto a mi profesión tal vez conozco algunas cosas más por haber hecho reportajes o porque haya personas que se acercaron a decirme alguna cosa más”.

“Algunas veces se han acercado algunas personas a traerme algún dato y la mayoría de las veces le he acercado ese dato a Alberto Perassi. En una oportunidad se acercó a mí una chica para relatarme que ella estaba en una reunión en un bar, donde una de las mujeres que compartía la mesa con ella dijo que su hijito o hijita había escuchado a la señora Roxana Michl (una de las acusadas) decir que a Paula no la iban a encontrar porque la habían quemado. Se lo conté a Alberto Perassi porque pensé que podía ser importante para él”.

El conductor dijo que tuvo alguna diferencia con el comisario imputado Adolfo Daniel Puyol por este caso y que “yo en algún momento tuve algún temor de contar todo lo que sabía o decir quién me dijo las cosas. Hoy creo que la justicia está buscando la verdad de otra manera y me resulta más confiable” y remarcó: “abandoné la investigación porque no pude dar con esta mujer que era la que iba a poder aportar el dato de lo que había escuchado de un hijito o hijita, que tenía algún grado de parentesco con la señora Michl. Tenía miedo a que le pase algo a algún integrante mi familia, o a mí”.

El taxista amenazado

El último testigo de la larga jornada fue Rubén Reide, taxista y presidente de la Asociación de Taxis de San Lorenzo.

Según el hombre, él se acercó a Alberto conmovido por su dolor, ya que él también perdió un hijo y decidió acompañarlo en su lucha. El testigo contó que “cuando Alberto Perassi sufrió un hecho en su casa, donde le rompieron los vidrios y colgaron carteles. Nos hicimos presentes en el lugar más de 80 unidades de taxi pidiendo justicia por lo que le estaba pasando a Alberto y pidiendo que alguien lo custodiara porque su vida estaba en peligro”. Luego de esa situación, Reide contó que al llegar a su casa encontró un pequeño ataúd hecho en cartón que llevaba sus iniciales y decía “sos el próximo Perassi”. Sobre esto consideró: “yo lo entendí como una estrategia, que lo que se me había hecho a mi era para debilitarlo a Alberto Perassi y mis compañeros tomaron miedo por lo que me pasó”.

Sobre el escrito en el ataúd, Reide contó que tuvo una inquietud sobre las letras con las que estaba hecha la inscripción: “en mi casa se presentó (Marcelo) Remondino, (quien trabaja en defensa al consumidor y Derechos Humanos) y dijo que notó que las letras de mi cajón se parecían a las letras de una movilización que habían hecho familiares del señor Godoy (policía imputado). Decidimos radicar la denuncia en fiscalía, para descubrir quién había puesto ese cartel”.

DIA 10

Un testigo sobre dichos de Strumia: “escuché que a Paula se la tiró a los chanchos”

En la décima jornada de juicio comenzó declarando un testigo ofrecido por la Fiscalía, quien estuvo detenido en 2016 y compartió pabellón con Gabriel Strumia.

Miguel Eduardo Carranza es un pescador de 40 años de edad, que estuvo detenido varios meses en la cárcel de Piñeyro. Durante ese período, estuvo alojado en el mismo pabellón del penal en que también estaban Gabriel Strumia. “Yo estaba en el pabellón número dos, donde se encontraba uno de los imputados y escuché que hablaba del caso”, sostuvo durante su declaración frente al tribunal.

Carranza detalló: “escuché que al cuerpo de Perassi se lo habían dado a los chanchos” y aclaró que  “Strumia tuvo esa conversación con otros, yo estaba mirando la tele y escuché cuando hablaba del caso de Paula”.

Aportando más detalles, afirmó que al caso de la desaparición de Paula Perassi “lo conocía de afuera, (Strumia) dijo en la cárcel que estaba él y su mujer detenida. Cuando dijo que al cuerpo se lo dio a los chanchos, me levanté y me fui al patio”.

También afirmó tener presente la fisonomía de Gabriel Strumia: “era alto, de 1.90 mts. y tenía bigote”.

Tras escuchar la revelación del amante de Paula, Carranza afirmó que quiso irse del pabellón en que se encontraba alojado. “Cuando me enteré eso me quería ir. Le dije a mi señora que me quería ir por lo que escuché”, y agregó: “fui a San Lorenzo y declaré lo que escuché”.

Juan Nóbile: “No puede desaparecer si no hay una estructura que genere esta condición de desaparecido”

En la décima jornada del juicio prestó declaración Juan Nóbile, miembro del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). “Una mujer no puede desaparecer del centro de San Lorenzo sin dejar rastros, si no hay una estructura que genere esta condición de desaparecido”, manifestó.

El sanlorencina que además de integrar el EAAF se desempeña como docente en la Facultad de Humanidades de la UNR y en el Instituto Superior de Profesorado Nº 22 de Fray Luis Beltrán, recordó que fue convocado en el año 2015 “en la búsqueda de una persona desaparecida en la ciudad de San Lorenzo, a partir de una denuncia que versaba que el cuerpo de Paula podía estar en una cava ubicada entre Puerto General San Martín y Timbúes”.

El antropólogo sostuvo que el Equipo (EAAF) trabaja “si se presume que la persona está muerta. Nosotros buscamos restos de personas. Partimos de la base de dar por hecho que Paula está muerta, por eso empezamos a actuar como equipo de antropología forense, porque no hay ningún tipo de indicio físico de esa persona. No podríamos actuar si tuviéramos dudas de que esa persona podría estar viva”.

Luego ahondó que “para lograr la desaparición de un cuerpo se requiere de determinado tipo de estructura. Partimos de la hipótesis de que una desaparición requiere de un plan sistemático, de una estructuración, que generalmente tiene que ver con estructuras vinculadas a las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales”.

En la misma línea Nóbile aseguró que “una mujer no puede desaparecer del centro de San Lorenzo sin dejar rastros, si no hay una estructura que genere esta condición de desaparecido. Para lograr una desaparición partimos de la base de que se requiere una estructura, que puede ser policial, judicial, vinculada a poderes económicos, porque se requiere un accionar que genere este tipo de desaparición, que no genere ningún tipo de registro”, y reiteró: “para lograr estas desapariciones se requiere determinado tipo de poder, en el caso que nosotros trabajamos se refiere a fuerzas de seguridad”.

El profesional también resaltó otra constante que se da en los casos en los que interviene el EAAF, como el de Paula Perassi. “En las estructuras de seguridad, en principio, hay una ‘no investigación’ del caso, un ‘no seguimiento’. Ponen en duda a la familia y a la víctima. Generalmente todo comienza con dudar de la persona desaparecida y de su familia. Se pone en duda el atributo moral, político, de la persona desaparecida y de la familia”.

En el caso en particular de la sanlorencina, el antropólogo aseguró que “se puso en duda la moralidad de Paula, porque se menciona su condición de amante, sus relaciones extramatrimoniales y eso, en los lugares como San Lorenzo, tiene determinado tipo de peso moral”.

Juan Nóbile explicó también durante la audiencia que –como en el caso Perassi- “mientras más tiempo pasa, más dificultosa se hace la búsqueda, como en todo manual de criminalística, complejiza los trabajos de búsqueda. El discurso de la estructura desaparecedora es ese, decir que se puede haber ido, puede estar acá, allá, eso genera la ventana de tiempo que complejiza las búsquedas. Es el discurso que siguen las estructuras desaparecedoras: que los desaparecidos no tengan entidad, es el principal logro de la estructura de desaparición”.

El testigo también se explayó en el concepto que “una estructura desaparecedora lo primero que hace es dudar de la moral o de la familia o decir que se haya ido, se haya fugado. Las estructuras desaparecedoras están vinculadas a poder económico, político, judiciales, policiales. Una persona sola o sin una estructura económica un poco fuerte, no puede hacer desaparecer a nadie. Una estructura requiere de recursos y tiene que ver con lo económico”.

Búsqueda en la cava

Además de detallar aspectos técnicos del lugar en el que el Equipo Argentino de Antropología Forense buscó el cuerpo de Paula Perassi, Nóbile recordó que “llegamos ahí por una denuncia de una persona ante el juez Tutau que aseguró que a Paula la tiraron en esa cava. Se investigó y se reunían los requisitos para que podamos investigar en el lugar”.

Luego aclaró que “fuerzas de seguridad ya habían realizado pericias en lugares cercanos a la cava en la que estábamos excavando, en un horno de ladrillos. Las pericias daban por entendido que Paula estaba muerta y que su cuerpo había sido quemado, en una empresa, en IDM, en un horno de ladrillos, en la isla. Surgía que fue desaparecida y salió la idea de la quema del cuerpo, en las entrevistas que realizamos”. Esta parte del trabajo del EAAF la definió como “construcciones sociales, lo que entiende un conjunto de la sociedad sobre el caso”.

El antropólogo recordó también frente al Tribunal que “la cava daba permisos a varias empresas de la zona para tirar basura y no había ningún tipo de control de lo que se tiraba allí. Es un trabajo muy complejo excavar una cava de 60 metros por 14 de profundidad, y analizar las bolsas de basura que se tiran en ese lugar”.

Desaparecidos

El renombrado profesional aseguró en otro tramo de su testimonio que “la desaparición de una persona es de los hechos más trágicos que le pueden suceder a una familia en las sociedades humanas, porque impide saber la verdad y la posibilidad de elaborar un duelo. Los familiares que tienen familiares directos desaparecidos cortan sus objetivos y desarrollo de vida a partir de eso”.

En el mismo sentido, Nóbile expresó que “saber la verdad del cuerpo y lo que pasó y tener los restos para elaborar el duelo, es lo esencial de nuestro trabajo. Es fundamental para nosotros como tarea humanitaria, darles nombre y apellido a los cuerpos, porque no se puede seguir viviendo si no se sabe esa verdad. Nuestro trabajo de búsqueda va a terminar cuando aparezca el cuerpo y se lo podamos restituir a los familiares”.

Por último, el antropólogo descartó otras hipótesis sobre el destino de Paula Perassi. “Si me preguntan si podría haberse suicidado, nunca seguiría esa hipótesis. El suicida generalmente quiere mostrar un cuerpo y dar un mensaje de que se suicidó. No se puede lograr el suicidio con una desaparición del cuerpo”.

También dijo que “no tomaría como hipótesis que haya sido víctima de trata de personas una chica de 33 años, con dos hijos, institucionalizada, del centro de una ciudad. No es el perfil que se busca para trata de personas, no lo seguiría como hipótesis”.

Equipo Argentino de Antropología Forense

El grupo de trabajo que integra Nóbile, ya lleva 35 años de labor y se fundó con el objetivo central de identificar cuerpos de personas desaparecidas del terrorismo de Estado, generado en la dictadura militar.

El 90 por ciento de los casos en los que trabaja están vinculados a la dictadura, pero desde hace 10 años, también está vinculado a desapariciones recientes, producidas en periodos democráticos.

El EAAF trabaja en diferentes continentes y países. Guatemala, El Salvador, México, Chipre, la ex Yugoslavia y Chad, entre otras naciones de África, Asia y Europa, en las que sus conflictos dejan miles de personas desaparecidas, fueron escenario de su labor de investigación.

Juan Nóbile, que forma parte del equipo desde hace 16 años, recordó en la audiencia que “trabajamos en un principio humanitario, con búsqueda de personas desaparecidas. La desaparición la consideramos una tragedia. En todas las culturas, para elaborar un duelo, se  necesita tener certezas. El cuerpo es fundamental para elaborar el duelo”.

DIA 11

Un testigo negó lo anteriormente declarado

El martes 9 de abril, en el día número 11 de juicio por la desaparición de Paula Perassi, se esperaba la declaración de un testigo que podría aportar datos importantes, Nicolás Vázquez.

El testigo era clave, dado que en 2014 había declarado que su suegra, Mirta Ruñisky, le habría hecho un aborto a una mujer en el que la misma murió y que sospechaba que podría tratarse de Paula Perassi. Al sentarse frente al Tribunal, negó la mayoría de sus declaraciones, que figuran por escrito en declaraciones ante la Justicia. Incluso hasta insinuó que Alberto Perassi y la policía de Asuntos Internos aportaron datos a su declaración, que él no había dicho.

Vázquez vive en Buenos Aires, tiene una relación que lleva 14 años con la hija de Ruñisky, y un hijo en común. Durante un periodo de tiempo estuvieron separados, pero volvieron a ser pareja.

“Roberto Bonetto (un colega taxista) y Ricardo Lugo (ex yerno de Ruñisky) me comentan que hay un caso de desaparición de una chica a la que estaban buscando, que había fallecido en un aborto y que la responsable o autora del hecho habría sido Mirta Ruñisky. Pero son comentarios de terceros, a mi no me consta que haya sido así”, comenzó declarando Vázquez, quien dijo haber hablado con ambos hombres cuando vivía en Puerto General San Martín y trabajaba como remisero en Timbúes.

En una declaración, realizada en 2014, Vázquez había dicho: “me encontraba en Buenos Aires viviendo con mi mujer Mirta Liliana Roggensack, la llama la madre, Mirta Ruñisky,  y le dice que era muy probable que se volviera a vivir a Misiones, porque había hecho un aborto y le había salido mal, que estaban investigando y que tenía miedo de caer presa de nuevo”. En cambio, en su testimonio durante el juicio, Vázquez insistió luego de leer esa declaración que: “me lo cuenta en ese momento mi mujer, mediante una llamada telefónica pero yo no recuerdo haberlo dicho. Está mi firma (por la declaración), pero vuelvo a pedir disculpas, hay cosas que no recuerdo”.

Sobre sus declaraciones previas, al ser interrogado por los abogados de la querella, notando contradicciones o situaciones que no recordaba, Vázquez dijo: “hay cosas en las que estoy en desacuerdo (referido a su propia declaración), estaba medicado, en un poso depresivo muy grande, hago mi mayor esfuerzo para esclarecer las cosas y poner lo mejor de mí, pero hay cosas que no estoy de acuerdo que se hayan dicho”.

El retruque de la defensa

A la hora de realizar preguntas, la defensa de Mirta Ruñisky hizo hincapié en intentar demostrar que datos de la declaración de 2014 no habían sido aportados por el testigo.

Fue así que el abogado Luis Rossini le preguntó si en su declaración el 29 de septiembre de 2014 estaba presente al momento de su declaración Alberto Perassi y él contestó que sí. A su vez, el abogado le preguntó si “hay cosas escritas en su declaración que usted no recuerda haber dicho”, cosa que Vázquez también afirmó y cuando Rossini le preguntó si creía que “el señor Perassi participó aportando datos a esa declaración”, Vázquez volvió a declarar que sí.

En ese momento, hicieron mención a que Perassi le había hecho un arreglo al auto de Vázquez y que no le había cobrado. Cosa que el padre de Paula también declaró cuando fue su momento de dar testimonio y contó que fue porque Vázquez no tenía dinero y como un favor por haberse solidarizado y declarado en la causa.

Careo

Tiempo atrás, luego de declarar lo que le había dicho Bonetto, Vázquez tuvo un careo con el taxista en el Juzgado de San Lorenzo y sobre eso recordó: “estando presentes dos personas me hicieron preguntas respecto a si me había contado o no. Al encontrar negativa del señor Roberto Bonetto tomé la decisión de grabarlo, argumentándole que diga la verdad. Yo tenía la tenencia provisoria de mi hijo y no estaba dispuesto a perderla, tenía que volverme a Buenos Aires”. Vázquez dijo que al salir del careo: “lo grabé y me volví hacia las dos personas que me habían tomado declaración y entregué la tarjeta de memoria y me dijeron quédate tranquilo que en el careo nos dimos cuenta quién mentía y quién no”.

Abortos

Sobre otra declaración de Vázquez donde habló de un aborto realizado a su esposa por parte de su hermana (otra hija de Ruñisky) y también de Mirta a ambas hijas, Vázquez dijo: “yo declaré que Daiana había hecho un aborto a Melina, que inclusive se mencionaba una pastilla y que yo había dicho que Daiana le había realizado un aborto a Melina y en otro que Mirta le había hecho un aborto a Daiana y a Melina, no recuerdo que se me hayan leído mi declaración, por mi nerviosismo” y enfatizó: “niego haberlo dicho, haber declarado eso” y añadió: “Yo no me tomé el tiempo de leer en Asuntos Internos mi declaración, entiendo que la firmé pero no recuerdo haber dicho que mi cuñada le hizo un aborto a mi mujer, no me consta, no es así”.

Al finalizar la declaración, cuando el testigo se levantó y salió del recinto, Mirta Ruñisky, por primera vez, lloró.

“Fue un día que nos marcó mucho a todos”

El mismo martes declaró Nicolás Strumia, el hijo mayor del matrimonio de Gabriel Strumia y Roxana Michl, dos de los principales acusados en la causa.

Bajo la mirada entre orgullosa y emocionada de su madre y la mirada siempre parca pero con cariño de su padre, el joven fue interrogado por los abogados de ambos, y contó cómo fue la tarde del día 18 de septiembre de 2011 (cuando desapareció Paula) para su familia: “estuvimos trabajando al costado de la pileta haciendo un cerco, buscábamos los postes atrás, yo manejaba la chata que estaba enganchada con el tráiler, cargábamos todo junto a papi, cargábamos las lajas juntos y la levábamos hasta el costado de la pileta y así varias veces fuimos trayendo todo. Hicimos los cimientos, pero no terminamos ese día”.

Esa declaración del hijo del matrimonio acusado fue reforzada por los abogados defensores de sus padres, que solicitaron se muestre una filmación de las cámaras de la vivienda. Allí se pasaron imágenes donde se veía a Nicolás, junto a su papá, trabajando, en la franja horaria desde las 18.49 a las 20.52 del día que desapareció Paula. Se trataban de fotogramas extraídos de las cámaras, con la hora inscripta en los mismos.

Sobre esas imágenes, Nicolás manifestó: “hicimos toda la tarde el cerco de la pileta y, como se ve en el video, mi papá fue a tomar mate con mi mamá en una mesa atrás de la pileta. Nos bañamos todos y nos fuimos a comer junto a la familia Piedrabuena al bar Guanabara, en la costanera de San Lorenzo”.

Sobre las cámaras de seguridad  de su casa, Nicolás contó: “mi casa tiene una serie de cámaras, hay una que enfoca a la calle lateral, una para cada galpón (hay tres galpones), una para el frente de la casa y una para el patio. La del patio comprende el patio, la pileta y un poco para el terreno de atrás”, relató el chico que en el juicio tenía 23 años y en aquel entonces 15. Además aclaró que esas cámaras graban y ese material queda almacenado en el disco rígido de la computadora por seis meses.

Según él: “guardamos la grabación del 18 de septiembre de 2011, la de las cámaras de la pileta” y cuando se lo consultó por qué guardaron esas imágenes dijo: “las guardamos porque nos pareció importante, porque fue un día que nos marcó a todos. Lo habían metido preso a papi y fue un día que nos marcó mucho. Nos pareció importante guardarlas antes de que se pise, porque nosotros estuvimos ahí trabajando toda la tarde”.

Según Nicolás, esa grabación lo hizo personal de la alarma y dijo que fue “dentro de los seis meses, porque sino se hubiera borrado” y que “se lo entregué como prueba a nuestro abogado Fernando Sirio o Adriana Bongiorno en ese momento”.

Sobre la pregunta de los abogados de la querella, sobre por qué motivos no entregaron las cámaras que muestran el acceso a la vivienda y solo las de la pileta, el joven dijo: “hay seis cámaras en la casa, mostramos solo esa porque muestra que estuvimos en ese lugar haciendo un cerco. No ofrecimos las cámaras del frente porque nos pareció importantes las del patio”.

Llamadas

Sobre los entrecruzamientos telefónicos que fueron mencionándose en las jornadas de juicio, ante la aparición de decenas de llamadas desde el teléfono de la vivienda de Strumia a su propio celular, en el horario que desapareció Paula, Nicolás contó que “el 18 de septiembre me intenté comunicar con él (su padre) porque había perdido el teléfono. Papi es muy desordenado, siempre deja el celular por todos lados, no encontrábamos el teléfono lo llamé con el mío, y con el fijo de mi casa mi mamá se intentó comunicar llamándolo varias veces. Casi siempre él perdía el celular”.

Además, el joven contó que “el 18 de septiembre de 2011 recibí una llamada perdida de ella (Paula), se la intento devolver por mi teléfono y lo único que recibe es un mensaje que yo me quería comunicar con ella porque no tenía abono, ella me devuelve la llamada diciendo que me llamaba por el tema de una propaganda del galpón de mi papá en la pared de la cancha de fútbol del hijo de ella. Por la tarde, una vez que le cuento a papi, le devuelvo la llamada con el teléfono fijo, porque el mío casi siempre seguro que no tenía abono. El celular de mi papá no lo encontrábamos y no tenía otro de donde llamar que sea el fijo”. Así el chico recordó que “con el fijo la llamé a la tardecita, 6, 6 y cuarto. Papi me dijo que le diga que llevaban la plata al padre al otro día, a Alberto”.

En la garita

Sobre la denuncia del propio Nicolás Strumia, donde manifestó haber visto a Paula Perassi en una garita de colectivos en Puerto San Martín, al tiempo de su desaparición, el joven dijo ante el Tribunal: “declaré que el día que me estaba dirigiendo a la escuela a buscar una nota de una evaluación final, en frente de Matievich hay una parada, Ruta 11 y Córdoba, la vi en la esquina, declaré que yo la vi parada, me acuerdo bien que era Paula Perassi” y luego dijo: “me pareció verla. No estaba bien seguro, porque ella estaba muy cambiada”, aseguró remarcando que iba a buscar una “nota de una evaluación” y no una libreta de calificaciones como había trascendido de aquella denuncia, dato que fue derribado por la directora del establecimiento en su testimonio, cuando aclaró que en esos días no se entregaban libretas.

“Iba después de las 6 y 20 a buscar una nota fuera del horario de escuela porque el profesor que me daba la evaluación final de esa prueba la daba esa noche, en el primer turno, nos hacía ir antes de entrar a cursar”, aseguró Nicolás.

“Es un video que no se puede reconocer su autenticidad”

Tras la declaración del hijo del matrimonio acusado, el abogado de la familia Perassi, Adrián Ruiz, en diálogo con esta periodista contó que el video que fue expuesto en la audiencia “aparece después del año 2016 y no se puede reconocer su autenticidad, llama la atención que ese video aparezca varios años después, cuando Strumia ya se encontraba detenido, es decir ¿por qué no lo presentaron desde el primer momento?”, dijo el abogado y añadió: “llama muchísimo la atención que ese video que se regrababa cada seis meses según el propio hijo del imputado, también diga que lo grabó cuando su padre se encontraba detenido, que la primera vez que queda detenido fue un año después y además se ve que en ese video no se puede distinguir nada”.

Por último el abogado consideró que “si bien los hijos no pueden declarar contra sus padres, no significa que podemos estar encontrándonos con un falso testimonio. Nos llamó la atención que dijo que ese video se lo había entregado a Sirio, cuando el fue su abogado desde 2014, 2015, o sea varios años después de que se grabó”.

En el bar

Según Nicolás Strumia, el día de la desaparición de Paula, su familia estuvo toda la tarde en la casa trabajando en el patio, luego se bañaron y fueron a comer con el matrimonio Piedrabuena al bar Guanabara de San Lorenzo.

Fue por eso que declaró también Emilio Piedrabuena, amigo del matrimonio acusado, quien dijo que “el domingo 18 de septiembre de 2011 salimos a cenar, fuimos a Guanabara. No recuerdo el horario, siempre era entre 10 y las 11 de la noche”.

Ante esta declaración, el abogado de la querella consultó a Piedrabuena sobre si ese día había trabajado entre las 19 y las 22.09 en Terminal 6, dato aportado por una empleada de esa planta audiencias atrás, cosa que el testigo admitió no recordar.

También declaró Gabriela Andrea Borzatta, dueña por aquel entonces del bar Guanabara, quien aseguró que Strumia era cliente del lugar y que ese día le emitieron una factura por 140 pesos. Sobre esta factura, los abogados de Perassi advirtieron que estaba impresa el 1 de enero de 2010 y que para el 18 de septiembre de 2011 llevaba el número 60 la factura a nombre de Strumia, dato que les pareció extraño, ya que serían pocas facturaciones en un bar tan concurrido, en más de un año.

DIA 12

Otro testigo que negó todo

El 11 de abril, en la décimo segunda jornada de juicio, declararon testigos aportados tanto por la defensa del matrimonio Strumia y Michl, como por la defensa de la supuesta abortera, Mirta Ruñisky.

Entre los testigos más importantes, fue el momento de Ricardo Lugo, un hombre de 31 años, oriundo de Timbúes, quien tiene una hija en común con una de las hijas de Mirta Ruñisky.

Lugo negó todo y dijo “sobre esta causa no conozco nada, me entero por los medios”.

Este hombre fue cliente de la abogada Rita Porteiro, y ella fue quien le informó a Alberto Perassi, los dichos de él sobre su suegra y la posibilidad de que sea esa mujer quien le hizo un aborto a Paula. Sien embargo, Lugo negó también esto y dijo que nunca habló sobre esta causa con la abogada sanlorencina y que ella solo lo representó en una situación que tuvo con su ex esposa e hija.

Sobre su vínculo con Ruñisky, Lugo aseguró que “la relación con mi suegra era mala, el conflicto se traspolaba de mi ex mujer a ella” y respecto a Vázquez dijo que “él creía que Mirta metía cizaña en eso (su relación de pareja) y ahí me entero que él denunció esas cosas. Me dijo que tenía la manera de destruir a Mirta y me invitó a que lo acompañara en su venganza, yo me negué y me dijo que ya me iba a enterar lo que iba a hacer”.

Declaró que tomaba pastillas de cinco mil pesos por un dolor de rodilla

Otro de los testigos aportados por la defensa de los acusados fue el camionero José María Dádamo, esposo de Mirta Ruñisky, la vecina de Timbúes a quien se acusa de haber practicado el aborto que habría causado la muerte de la joven desaparecida.

La estrategia de los defensores giró en torno a justificar la presencia de pastillas marca “Oxaprost” que fueron halladas en un allanamiento efectuado en el domicilio del matrimonio y que se utilizan usualmente durante la práctica de abortos.

Dádamo declaró que a ese fármaco lo utilizaba él para calmar dolores en una de sus rodillas. “Sufrí un ACV en 2004, tengo arritmia, problemas en las rodillas y gastritis”, aseguró el testigo quien agregó: “para las piernas tomo Diclofenac y Oxaprost”.

Además de las pastillas, durante el mismo allanamiento, los investigadores encontraron jeringas y agujas. Sobre estos elementos, Dádamo dijo que también él los utiliza para inyectarse Decadrón en caso de ser picado por abejas, a cuyo veneno es alérgico.

“Esa inyección me la pongo yo solo porque Mirta no se anima ni a apretarme la panza ni a ponérmela porque tiene miedo”, dijo para demostrar que su esposa teme a las agujas.

Consultado por el defensor, el testigo hizo referencia a las penurias que debe enfrentarse desde que su esposa está detenida, especialmente porque tienen hijos discapacitados. Dádamo  declaró que “como a todos, no me alcanza el sueldo, por las cosas de los chicos y las cosas que hay que llevarle a Mirta a la cárcel” y agregó: “mi vida es un desastre, con todo esto me agregué el doble de trabajo, pido siempre más trabajo por la situación económica. Es un desastre la familia, al faltar Mirta para atender a los chicos, se descompaginó todo”.

Titubeos ante la pregunta de la querella

Ante las preguntas realizadas por los abogados de la familia Perassi a Dádamo, sobre si en 2014 él consumía Oxaprost, el testigo contestó que sí. Inmediatamente se le consultó si sabía que consumir pastillas vencidas podía ser perjudicial para la salud, a lo que también respondió afirmativamente. Fue entonces cuando le mostraron que las pastillas encontradas tenían vencimiento en 2012.

También le preguntaron si conocía la existencia de la misma medicación pero de marcas más económicas que Oxaprost, y el hombre manifestó que no y que tampoco sabía cuánto costaban esas pastillas, (que en el mercado tienen un costo de 5 mil pesos). También, aclaró que ya no las toma, sino que consume analgésicos tradicionales.

“Se evidenció la mentira”

Lo expresaron los abogados de Perassi tras la declaración de Dádamo y del resto de los testigos de la defensa de Ruñisky, en una entrevista.

José Ferrara consideró que “cuando se hizo el allanamiento en la vivienda de Ruñisky, la primera excusa que pusieron era que las pastillas eran usadas por sus hijos discapacitados, pero después, en las jornadas del juicio oral, empezaron a introducir el dato de que esas pastillas eran analgésicas y que tenían un cobertor gástrico. Sabemos que el único fin es abortivo y por eso empezaron a preparar a este pobre hombre (por el esposo de Ruñisky) para que diga que las pastillas eran de él”, dijo el abogado querellante y agregó: “no se dieron cuenta del vencimiento de las pastillas y eso puso en evidencia que venía a mentir. Fue toda la estrategia basada en eso y fue preparado para decir que lo tomaba él por la rodilla y la gastritis”.

Ferrara insistió y aseguró: “se evidenció toda la mentira de Dádamo, que no solamente estaba tomando unas pastillas vencidas, sino que para una dolencia para la que se puede tomar Ibuprofeno o Diclofenac, tomaba Oxaprost, que son muy costosas. En vez de tomar una pastilla igual que sale 300 pesos, no sabía lo que salía ese medicamento, porque no era una pastilla que tomaba él”.

Luego declaró: “cuando uno viene a mentir a un juicio, puede salir bien o mal y esta fue una tarde negra para la defensa, porque expusieron a un testigo a mentir. Cuando la hija ingresó a declarar, Rossini le hizo dos preguntas y nada más, porque sabía que ya esa parte estaba totalmente perdida”, reflexionó Ferrara y agregó: “lo que pasó hoy fue que la propia defensa le da un golpe letal a una pena muy elevada para su propia clienta. Fue la estocada final, porque no hay más testigos por parte de la defensa de Ruñisky”.

Sobre las declaraciones de los testigos de la defensa de los acusados, los abogados de Perassi consideraron que “anteayer nos tuvimos que comer un video trucho por parte de Strumia para justificar que a esa hora (por el momento de la desaparición de Paula) había una silueta caminando al costado de una pileta y hoy tuvimos que soportar, con un buen resultado al final, que nos vengan a mentir con que las pastillas eran de Dádamo”.

En cuanto a otro de los testigos de este jueves, sobre Ricardo Lugo, yerno de Ruñisky que sería quien le habría dicho a su otro yerno Vázquez que la mujer le practicó el aborto a Paula, el abogado de Perassi dijo: “otro error fue lo de Lugo, porque al traerlo nos volvió a abrir el juego a nosotros para decir que su abogada fue Rita Porteiro, quien le soluciona el tema con los hijos y cómo jugaba la relación de madre hija con los yernos, por como es Ruñisky”, dijo el abogado que aclaró que Porteiro no declaró sobre Lugo porque debió ampararse en el secreto profesional.

“Todo lo que vinimos  a probar con Ruñisky lo tenemos evidenciado con la mentira”, concluyó el abogado.

DIA 13

Testigo dijo haber estado todo el día con Díaz cuando desapareció Paula

En la décima tercera jornada de juicio pasaron testigos ofrecidos por las defensas de Díaz.

Con los testigos aportados por el abogado Morosano trataron de demostrar que el domingo 18 de septiembre, día de la desaparición de Paula Perassi, el hombre estuvo en la casa de unos amigos en Totoras.

Si bien en un primer momento él había declarado que había ido al cumpleaños de un amigo, luego se supo que ese joven cumplía años 10 días después. Fue justamente Alexis Rodolfi quien declaró, por primera vez en esta causa, y contó cómo fue ese día.

El joven que por aquel entonces tenía 17 años, vive en Totoras y contó que “Darío estaba en mi casa ese día. El era como mi hermano mayor, siempre hacía bromas, jugaba con nosotros. El 18 septiembre de 2011 llegó  a casa y nos despertó a las 9 y media de la mañana, se nos tiraba encima en la cama o nos metía un hielo, bromeaba”, relató el joven que además contó que en su vivienda estaba toda su familia.

Según Alexis, “Darío por lo general pasaba en el camión y venía a tomar unos mates, lo hacía frecuentemente. Me llevó una botella de Fernet, íbamos a festejar mi cumpleaños pero era una excusa, porque él no iba a estar para mi cumpleaños que es el 27 de septiembre. No festejamos mi cumpleaños, fue una reunión. Ese año cumplía 18 años, comimos lechón. Estuvimos reunidos con Darío hasta las 9 de la noche. Estuvimos conversando, tomando Fernet, a las 9 dijo que se iba porque tenía que descansar a su casa en Timbúes, hay 40 kilómetros, 45 minutos son”.

Cando el testigo fue consultado por los abogados de la querella sobre por qué esta es su primera declaración en la causa, mientras que su amigo estaba detenido desde hacía más de tres años, el joven contestó que fue “porque a mi nadie me ofreció declarar antes”.

Luego del amigo de Díaz, declaró un técnico superior en informática, Leandro Suárez, que fue contratado por la familia del acusado para investigar en sus redes sociales sobre su actividad el día de la desaparición de Paula.  El hombre contó que “fuimos a mensajes donde necesitábamos buscar una conversación en particular. Como era del 18 de septiembre de 2011, se encontraba en mensajes archivados. Encontramos una conversación con un usuario que tiene como nombre “Aldo Ñubels”, del 18 de septiembre a las 23.27 horas, por unos minutos”.

El hombre aseguró que “en la notebook HP que proporcionó la familia Díaz, encontramos una actividad que comienza el 18 de septiembre a las 22.21 horas y culmina a las 23.32 hs.”

Cuando el fiscal le consultó si se pudo identificar con quién habló Díaz en ese momento, el especialista respondió que no.

Acusación

Antonio Darío Díaz es el chofer del empresario Gabriel Strumia (amante de Paula) y tendrían un vínculo muy estrecho entre ambos. Fue acusado, junto a su jefe, de ser coautor del aborto sin consentimiento seguido de muerte en el que luego Paula fue desaparecida. Se hicieron inspecciones con perros en su domicilio y vehículo y en ambos lugares se encontraron rastros de la mujer que se busca.

“Lo que hay que probar acá es si le hizo un aborto a Paula Perassi”

El Dr. Luis Rossini, defensor de Mirta Ruñisky, realizó un balance en una entrevista exclusiva, tras la finalización de la declaración de los testigos aportados por su parte.

-¿Qué balance hace sobre cómo se desarrollan las audiencias?

-Tanto la querella como la fiscalía en lo que hace a nuestro defendido (por respeto a los demás colegas no voy a hablar de los otros co-imputados), pero en respecto a Mirta Ruñisky, no hay nada. En este momento ya han terminado las pruebas, tanto de la querella, como de la fiscalía  y la nuestra.

Ellos tenían unos tubos de ensayo que supuestamente eran probetas y se demostró que eran envases de gaseosas, que habían secuestrado en el allanamiento.

-¿Eso es lo que no pudieron exponer en la audiencia?

-Sí, pero quedó claro a través de los testimonios ¿Por qué no lo pudimos exponer?, porque el fiscal, utilizó todo eso para tener a Mirta Ruñisky en prisión preventiva durante tres años. Y ahora, en el juicio, como sabía que eso no era ni un tubo de ensayo, ni un precinto para sacar sangre, ni agujas para extraer sangre, sino que eran cosas que estaban en la casa y sabía que no correspondía, en el juicio no se animó a exponerla, para no sufrir el escarnio púbico de que esos elementos no tenían nada que ver y dejó solo las pastillas de Oxaprost. Ayer quedó comprobado, al menos, la ambivalencia de ese indicio, porque evidentemente esas pastillas estaban allí, por un dolor de rodilla y gastritis que sufre el marido de ella. Pero fuera de eso, en Argentina, no tenemos delitos de autor, aún si se probara que mi clienta (que de hecho, no lo es) hacía abortos, lo que hay que probar acá es si le hizo un aborto a Paula Perassi. En el Código Penal Argentino, no hay delitos de autor, hay delitos de actos.

En ese contexto, el perro que dio positivo en otros lados, acá dio negativo (por la vivienda de Ruñisky). Acá no hay un solo elemento de cruce de llamadas telefónicas entre mi clienta y ninguno de los otros co-imputados: ni los policías, ni Strumia, ni Díaz, ni nadie. Es decir, está lejísimo.

-¿El perro cuánto tiempo después fue a la vivienda?

-No lo recuerdo precisamente, pero en el tema del rastreo, los perros dan positivo aun pasando seis o siete años.

-Respecto a la declaración de Dádamo (esposo de Ruñisky), él se hizo cargo de esa caja de pastillas marca Oxaprost encontradas en la casa del matrimonio, pero hubo una policía que aseguró que Mirta había declarado que esas pastillas eran para sus hijos con discapacidad. ¿Como explican eso?

-Su pregunta es de mala fe, porque Dádamo no se hizo cargo, la utilizaba por un dolor de rodillas. Quienes tenemos gastritis y problemas de rodilla, la única solución en el mundo es Oxaprost, yo lo tomo. Tengo úlcera sangrante y problema serio en mi rodilla y no hay otra solución, para eso está hecho ese medicamento. Luego sabemos que tiene derivaciones ilícitas y abortivas.

Respecto de lo que la policía dijo que Mirta declaró en el allanamiento, es verdad, porque había tomado un paquete de no menos de diez o doce pastillas diferentes y entonces ella dijo: son las de mis hijos discapacitados que toman no menos de seis pastillas cada uno. Luego se separaron esas y se secuestró el Oxaprost.

-Dádamo dijo también que se inyectaba Decadrón en la panza. ¿Ustedes no investigaron que esa droga no se inyecta en la panza y se inyecta intravenoso?

-Él no se lo puede inyectar intravenoso, justamente, porque se coagula. Él está anticoagulado. Al tener el problema de corazón, haber padecido un ACV y problemas de arritmia, él está anticoagulado, por lo que la única solución para él es en la panza y se lo inyecta constantemente. Eso no tiene nada que ver con la causa, pero lo aclaro.

 -¿Usted afirma que nadie aportó datos que vinculen a Ruñisky con el caso?

-No hay nada, cero. Si acá hubiera una futura condena, es política y por la presión que hace Perassi con todo el circo que arma a pesar de su dolor, con el cual nos solidarizamos, pero el circo que armó alrededor de la causa, es lo que hace que pueda haber una sentencia en contra. Pero técnicamente no hay nada.

-Respecto de los testigos Vázquez y Lugo, quienes a la hora de declarar no afirmaron lo que habían dicho anteriormente en declaraciones en la justicia, ¿Ustedes van a iniciar alguna medida legal, porque hay declaraciones de Vásquez afirmando que le dijeron que Mirta realizaba abortos, pero después no recuerda haberlos dicho?

-No es que no recuerda, sino que afirma que no lo dijo, algo mucho más grave. No dice ‘no me acuerdo’ porque le podrían haber refrescado la memoria, afirma ‘yo no lo dije y yo firmé’. Eso lo incorporó Perassi y Olivieri. Estamos estudiando la posibilidad de iniciar una falsedad ideológica de esa acta.

 -¿A que se refiere con que lo incorporó Perassi?

-A lo que dijo el testigo, no lo digo yo. ¿A usted le parece lógico que en una declaración de un testigo de un ilícito, esté Perassi en la misma investigación? ¿Qué hacía Perassi ahí? Eso es totalmente irregular y no figura en el acta. Es un ilícito que se llama falsedad ideológica. Estamos viendo si lo denunciamos o no, por una cuestión de tiempos y de estrategia.

 -¿Y respecto a Lugo y Bonetto por los supuestos datos que le aportaron a Vázquez sobre que su suegra realizaba abortos y se lo practicó a Paula?

-Los dos dijeron que no le aportaron absolutamente nada y que Vázquez nunca recibió esa información por parte de ellos. Hubo un careo en su momento entre Bonetto  y Vázquez, pero lo que Vázquez mantiene en su declaración es ‘a mí esto me lo informó Lugo y Bonetto’ y vienen después Lugo y Bonetto y dicen ‘nosotros no le informamos nada’.

 -¿Qué hace que hoy esté su defendida acusada y sentada en el banquillo?

-Esto es muy simple de entender. La gran presión que ha hecho Alberto Perassi, política, judicial y mediática para que alguien estuviera detenido, y en la historia que contaron necesitaban una abortera y cayó esta mujer. Fíjese que lo que usaron como elementos para tenerle detenida durante tres años y medio, en todas las audiencias en las que yo participé –que fueron no menos de tres- se hablaba de que tenía precintos para sacar sangre, jeringas para extraer sangre, tubos de probetas para hacer no sé qué cosa con la sangre y por eso, esos elementos hacían presumir que era la abortera. Hoy todos esos elementos la fiscalía los deja de lado porque saben que presentarlos era un papelón.

 -¿De acuerdo a lo que usted afirma, no podía haber quedado antes en libertad su defendida?

-La Justicia, ante nuestro pedido de que declare (pero no ya en la prisión preventiva, sino en la investigación) nunca quiso llamar a declarar a Dádamo (el esposo). Nosotros tenemos tres escritos presentados al Juez instructor, diciéndole ‘queremos que vengan a declarar, fulano, sultano y mengano´, entre los cuales estaba Dádamo. Nunca  lo quisieron llamar, dijeron que era para la etapa del juicio. Pero nosotros lo usamos (y consta en el expediente) y (se equivoca ayer la Fiscalía cuando dice por qué no lo dijeron antes) y Dádamo contestó ‘nunca me citaron’. Es cierto, pero hay una declaración con el mismo valor que si la hubiese presentado en sede judicial, con el nuevo sistema procesal penal de la provincia de Santa Fe, brindada en nuestro estudio, durante la prisión preventiva. Declara él, declara Gisell, declaran sobre el tema de la salud de los hijos discapacitados de Mirta, para conseguir una prisión domiciliaria que fracasó en aquel momento. Pero como además había indicios que venía tomando la Justicia para dejarla en prisión preventiva, que eran los tubos de ensayo que son botellas de coca cola, las jeringas y los precintos, se explicó todo eso y también el Oxaprost.

-¿Pero no sirvió para que pudiera quedar en libertad?

-No sirvió porque justamente, con muy buen criterio decía el juez de Cámara Carbone, eso lo tienen que ver en el juicio. Se está viendo ahora y se vio clarísimo que retiraron las evidencias.

El vínculo entre Strumia y Puyol

En la jornada décimo tercera de juicio por la desaparición de Paula Perassi, al cierre de la declaración de los testigos de la defensa de Strumia, Michl, Ruñisky y Díaz, comenzaron las declaraciones de los testigos aportados por los abogados de los policías acusados.

En primera instancia fue el momento de las personas acercadas por los doctores Víctor Corvalán y Evelyn Quain, defensores del ex jefe de Cuerpos de la Unidad Regional XVII, Adolfo Daniel Puyol.

Sobre su actividad comercial

En una primera instancia declararon testigos que dieron información sobre la actividad comercial de Puyol, dado que tiene una flota de camiones junto a su esposa y, según afirma el propio acusado, este es el motivo que lo vincula al mecánico Gabriel Strumia, amante de Paula y otro de los acusados.

Un vendedor de repuestos de acoplados, Fabricio Frontalini, contó que “vendo repuestos de acoplados desde 2001, en Ruta 11 y América, desde hace 8 años. Conozco a Puyol del negocio, en 2009 se presentó Strumia con él y me lo presentó diciendo que le abra una cuenta corriente para que le cobre los repuestos directamente a Puyol” y remarcó sobre el vínculo entre ambos imputados: “Tengo entendido que tenían un vínculo comercial, le reparaba los camiones de empresa de saneamiento, empresa MD, que es de la mujer, Cardarelli”.

Otro de los testigos, un empleado de la Inspección Técnica Vehicular de Puerto, Luciano Lavisini, contó: “Conozco a Puyol por una relación comercial, el lleva los camiones a realizar la inspección técnica a la empresa donde trabajo, hace 12 años. Lleva alrededor de seis o siete camiones de MD servicios o Cardarelli” y agregó: “conozco a Strumia, tiene ubicado el taller frente a la inspección vehicular. Cuando un camión sale rechazado a veces va al taller de Strumia. Lo conocemos como el ´flaco Gamma´. Daniel le llevaba los camiones enfrente porque me he cruzado a ver los camiones cuando los han reparado, pero de otro tipo de vínculo no tengo conocimiento”.

Recordamos que en los primeros días del juicio, Puyol tomó la palabra y dijo estar “enojado” con Strumia porque él no hablaba y decía la verdad sobre su vínculo. Inmediatamente, el mecánico tomó la palabra y dijo que los une solo “una relación comercial”.

Por un teléfono

A partir de la información sobre que un teléfono de Puyol habría estado llamando el día de la desaparición de Paula a un número de propiedad de Adrián Caramuto, conocido por su empresa funeraria, declaró sobre esto Gabriel Abbo, gerente de la Cámara de Comercio Industria y Servicio de San Lorenzo y su zona. Este hombre se refirió a que desde la Cámara se realizan los trabajos sobre el operativo cosecha gruesa en las rutas del Cordón, en coordinación con la Unidad Regional XVII. Fue así que explicó que desde la Cámara se le otorga teléfonos Nextel a la policía para realizar los operativos y que por aquellos días, figuraban a nombre del presidente de la entidad, Adrián Caramuto y que la policía se comunicaba con esos teléfonos para temas vinculados al operativo.

La testigo Fernanda Cardozo, que en 2011 era jefa del comando radioeléctrico central de San Lorenzo, explicó que “Había un Nextel en la guardia, que a mi llegada ya estaba y estaba provisto por la Cámara de Comercio”.

Comisario Ávalos: “me llamó la atención que Perassi no me hablara a mí”

 El mismo viernes, también declaró Carlos Alberto Ávalos, comisario retirado que trabajó durante más de diez años en el área de investigaciones de la Agrupación de Unidades Especiales de San Lorenzo, hasta que se retiró de su cargo de jefe en marzo de 2011. El testigo fue ofrecido por  los abogados defensores del ex jefe de Cuerpos de la Unidad Regional XVII, Adolfo Daniel Puyol.

Ávalos es director técnico ejecutivo de dos empresas de seguridad del Cordón y según él “debo ser uno de los oficiales que más trabajó en investigaciones”.

El testigo contó por qué llegó a esta causa: “vivo a una cuadra de Puyol, en 2016 vino la esposa y me dijo que su abogado, Corvalán, quería hablar conmigo para preguntarme algo del tema Perassi. Corvalán me dijo si podía investigar algo y le dije que el tema estaba muy manoseado porque intervinieron muchas partes. Pero le dije que si me enteraba algo le iba a decir”. Según el policía retirado: “me mencionaron puntos que perjudicaban a Puyol y me encargue de averiguar sobre esos puntos”.

Ante todo Ávalos aclaró que “en base a mi experiencia, cada hecho es distinto, para investigar un delito, como en un caso de homicidio, el tema Perassi no tiene escena de crimen, o no se encontró la escena del crimen, nos hace falta la escena del crimen para resolver el caso”.

Sobre su trabajo

Ávalos contó cómo fue su investigación, realizada a pedido de la familia Puyol.

“Me preguntaron sobre el poder que tenía Daniel Puyol en la jefatura para decidir y conducir todas las secciones. Yo les dije que el poder en la policía lo da la jerarquía y el cargo. Puyol en ese momento era oficial jefe y era jefe de cuerpos” y aclaró: “había seis oficiales superiores, arriba de Puyol, por lo tanto estaba en el séptimo lugar aproximadamente, por lo que no tenía el poder suficiente para dirigir las secciones, más que su personal. El poder que se le daba a Puyol era de carácter subjetivo”.

Sobre las supuestas llamadas de Puyol a un teléfono propiedad de Adrián Caramuto, Ávalos explicó que “el tema de esta llamada que le hizo Puyol a Adrián Caramuto, que causaba sospecha y escozor que lo llamara a este hombre vinculado a empresa funeraria, precisamente la noche en que desapareció Paula Perassi, había dos o tres llamadas, le preguntamos a Puyol y él no recordaba. Le pregunté a la mujer para ver si habían llamado a ese teléfono y me dijo que no, llamamos a ese número reiteradas veces y reiteradas veces atendió personal del comando radioeléctrico, hasta que hablamos con un conocido y entendimos que el teléfono de Caramuto está en la guardia del comando, ya que fue donado por Caramuto desde la Cámara de Comercio para el operativo de cosecha gruesa”, refiriéndose al teléfono brindado por el presidente de esa entidad al comando.

Sobre las personas que declararon que Mirta Ruñisky, otra de las acusadas, fue quien le realizó un aborto a Paula Perassi, Ávalos dijo que “me encomendaron que hable con Bonetto, Vázquez y Lugo, con el único que pude hablar fue con Bonetto que me juró que no le había dicho nada a Vázquez sobre que la suegra había hecho un aborto a Paula Perassi” y añadió: “fui a la casa de Lugo, no lo encontré, no reiteré la visita porque podría haber dicho que lo podría estar apretando”.

Antecedentes del testigo

Luego de ser entrevistado por los abogados de Puyol, que fueron quienes lo ofrecieron como testigo, la Fiscalía realizó preguntas a Ávalos sobre sus antecedentes penales, a los que contestó: “tuve una causa donde fui sometido a proceso por acusación de apremios ilegales, que salí absuelto, en el año 89, 90 en la comisaría 5ta de Puerto San Martín”.

Entre los antecedentes, la querella le preguntó si es cierto que tuvo una causa en 1990 donde había sido investigado, si en 1999 había sido investigado por lesiones culposas, si en 2003 fue investigado por delito de encubrimiento, si en 2005 fue favorecido por una suspensión del proceso de prueba, y a todo Ávalos respondió que no.

Cuando el abogado de la querella le dijo: “si yo digo que su carrera policial se encontró rezagada por causas penales ¿es verdadero o falso?” Ávalos manifestó: “si, tuve una causa de apremios ilegales en Puerto San Martín, por el que salí en 2006. Estuve un mes preso por ese tema y se demostró que no tenía nada que ver y salí sobreseido”.

Más investigación

Cuando le consultaron si cree que es un buen sumariante aquel que se comunica con un imputado, Ávalos respondió: “¿Cómo no se va comunicar con el imputado? En el sistema viejo nosotros vivíamos comunicándonos con el imputado. El sistema de prueba que teníamos era la confesión. Mi modalidad de trabajo era entrevistar al imputado, tratando de que se pise.

Cuando fiscalía le preguntó si “¿le parece de buen investigador no haber consultado con un familiar de la víctima sobre el tema?”, Avalos contó: “yo al poquito tiempo que comencé a averiguar y haber puesto luz a los puntos de Puyol, en una audiencia fui criticado por los abogados de Perassi y me llamó la atención porque los conozco, son buenos profesionales, pero desde aquel día no hablé nunca más con el Dr. Corvalán y Quain (abogados de Puyol)” y recordó: “fue en una audiencia de apelación de prisión preventiva. Las defensas técnicas de Puyol me transmitieron que había sido criticado, pero me llamó la atención”.

Sobre si conoce al padre de Paula, Ávalos dijo: “a Perassi lo conocí por los medios, no lo conozco, me llamó la atención de que no me hablara a mi como hizo con mucha gente de Rosario”. Los abogados de Perassi le contestaron sobre esto preguntando: “¿Por qué pensó que el señor Perassi tendría que haberlo consultado a usted, si usted se retiró en marzo de 2011?”, a lo que Ávalos respondió: “todos los policías de Rosario cuando necesitaban algo de San Lorenzo hablaban con Avalos, yo era un referente de la Unidad Regional, por algo estuve tantos años y no me sacaron, era porque hacía estadísticas y conocía a todo el mundo”.

Cuando Oroño, abogado de la policía Galtelli le consultó a Ávalos: “¿el sumariante puede que dirija la investigación?”, Ávalos respondió: “cuando yo trabajaba no, imposible” y comentó que: “cuando es por solicitud de paradero no se trabaja completamente, porque en la historia,  siempre una mujer se iba a la calle y volvía. Se tomaba la denuncia, se hacían los radios y se hacían averiguaciones. Para un hecho más grave se empieza a trabajar con otras cosas”.

Cuando nuevamente los defensores de los policías involucrados en el caso le preguntaron al investigador si es común que los sumariantes se comuniquen con la persona investigada vía telefónica, Ávalos respondió: “en investigaciones sí. Yo lo investigaba al tipo en AUE, en la calle, en cualquier lado, con tal de hacerlo pillar, no sé si está bien o está mal pero siempre lo hice”.

DIA 14

A quienes investigaban el caso Perassi les otorgaron una oficina en el despacho del jefe de la Unidad Regional XVII

El Lunes 15 de abril, en la anteúltima jornada de declaración de testigos, continuaron declarando los aportados por los abogados de los policías acusados.

Comenzaron dos empleados policiales, ofrecidos por los doctores Carignano y Oroño, defensores de María José Galtelli, quien trabajaba en la Agrupación de Unidades Especiales y fue una de las encargadas de llevar adelante tareas investigativas por la desaparición de Paula.

En primer lugar declaró Ricardo Cabrera, suboficial de policía, que en septiembre de 2011 era encargado de la guardia de la Agrupación de Unidades Especiales. Contó que allí  trabajaban 15 personas y remarcó que los sumarios de investigaciones no se asignaban a una persona en particular sino que todo el personal trabajaba en conjunto. En ese contexto contó que “Galtelli estaba como personal de calle y sumariante”. Sobre lo que en un primer momento fue la solicitud de paradero por Paula Perassi, el hombre contó que “se hicieron muchísimas tareas, notas a distintas dependencias, visitas a una ginecóloga, pedidos de escuchas telefónicas, contenidos de teléfonos celulares, allanamientos”.

Ante la consulta del fiscal, sobre si le proporcionaron una oficina especial a quienes investigaban este caso, el testigo informó que “por el poco espacio de AUE le brindaron a Gómez y Galtelli el despacho del jefe de unidad, era para el personal que se abocaba a tarea investigativa del caso Perassi”. Cabe recordar que en aquel momento el jefe de Unidad era Marcelo Egido.

Segunda testigo

En segundo lugar, ese día declaró Mariel Arévalo, quien se desempeña como Comisaria Supervisora de la policía de Santa Fe desde 1989. Debido a que en la causa existen numerosas llamadas telefónicas entre personal policial y algunos de los acusados, fundamentalmente con Strumia, le consultaron si existe un protocolo o forma de comunicarse por parte de un sumariante con los sospechosos. Arévalo contestó: “por mi experiencia todo lo que no esté prohibido está permitido. Todas las líneas de comunicación son válidas para llegar al esclarecimiento de un hecho” y remarcó: “que haya comunicación entre los policías y los sospechosos, es un canal de investigación, para seguir una línea de investigación”.

Cuando el fiscal le consultó si es cierto que a medida que se van descubriendo hechos deben informarse al juez de instrucción y si el policía debe informar al juez los llamados que hace, la especialista en la materia contestó afirmativamente.

“El Tocadisco” acompañó a la familia Perassi

El lunes 15 de abril, mientras dentro del Centro de Justicia Penal declaraban testigos ofrecidos por las defensas de los policías acusados, afuera se organizó una actividad, como todos los días, en acompañamiento a la familia Perassi.

Un grupo de familiares atravesados por el femicidio y el grupo de salud mental “el tocadisco”, acompañaron a Alicia y Alberto con una actividad grupal, donde debajo de un techo que los amparó de la fuerte lluvia, compartieron tortas fritas, mates, canciones para reflexionar sobre la temática y palabras de allegados a las víctimas, contando su experiencia.

Tocadiscos

Sobre la actividad que se realizó, Alejo Clarea, médico psiquiatra de la dirección provincial de Salud Mental, que trabaja en el grupo “el tocadisco”, contó porque estaban allí: “muchas veces nos contactamos con personas que no socializaban con otras personas, empezamos a trabajar con familiares víctimas de femicidios y ver cómo podíamos ayudar con cosas que tienen que ver con la salud mental. Los acompañamos a lugares como declarar, centros de salud, etc” y  añadió que “todos los días vino algún profesional a acompañar a los papás, como una psicóloga y hoy vinimos a darles fuerza en esto, porque desgasta”. Sobre la actividad Alejo manifestó que “planteamos canciones que pensamos para el caso, una que habla de “a donde tu vayas te seguiré” de Soledad Pastorutti, y luego los familiares fueron eligiendo otros temas, que tienen que ver con buscar justicia y el a dónde vayan los iremos a buscar”.

Palabras del padre

Al cierre de la actividad, en la ronda donde se trabajó, Alberto Perassi tomó la palabra frente a familiares de otras víctimas y quienes se acercaron a acompañarlos y dijo: “quiero darles el agradecimiento a todos los que estos días han estado con nosotros, especialmente hoy que es un día que estaba más lindo para quedarse en casa que para pedir justicia, pero es lo que tenemos que hacer, es lo que tenemos que sobrepasar, el buen pasar en casa tenemos que relegarlo lamentablemente porque nos han roto la familia, nos han herido, nos han hecho lo peor, lamentablemente tenemos que salir a pedir justicia, pero la justicia tendría que venir a nosotros en vez de nosotros ir a golpear puertas para pedir justicia. Yo creo que esto tiene que cambiar, pero lamentablemente los responsables de hacerlo cambiar somos nosotros, aunque no tendría que ser así”.

Alberto agregó: “nosotros tenemos que venir acá y estamos molestando a la gente que está trabajando con el alta voz, pero no lo queremos hacer, nadie quiso tener el problema que tuvimos.  Nosotros no tenemos que aflojar para que esto intente cambiar. Esperemos que de aquí en más la justicia se ponga los pantalones largos y de aquí en más nos de justicia a nosotros y a todos los que la necesitamos”.

Sobre su caso particular, Alberto expresó: “espero que ahora haya justicia, porque a nosotros los primeros tres o cuatro años en San Lorenzo nos dieron todas las injusticias juntas, así que esperamos que nos hayan llamado acá y espero que este sea el cambio y que desde Rosario, con todo el apoyo de la gente nos llevemos justicia”, y remarcó:  “justicia sería encontrar los huesos de Paula, que es la línea que siempre tuve y que es lo que quisiera y queremos, encontrar los huesos de Paula. Si lamentablemente no los podemos encontrar, porque esta gente, en el pacto de silencio cerrado que tienen hacen que no los podamos encontrar, y bueno, yo nunca trabajé para que ellos estén presos, siempre trabajé para encontrar los huesos de Paula, pero si esto sucede, nosotros nos vamos a quedar sin nada, pero ahí sí voy a seguir trabajando para que se pudran en la cárcel”.

DIA 15

Tras 15 jornadas, terminaron de declarar los testigos

El martes 16 de abril  culminaron las declaraciones de testigos en el juicio por la desaparición de Paula Perassi.

Entre los últimos testigos pasó un medico veterinario ofrecido por la defensa de Antonio Darío Díaz, Mario Rosillo, quien además es perito de identificación humana en escena de crimen con caninos desde hace 25 años.  El hombre analizó el procedimiento que se hizo con perros en diferentes lugares que figuran en la causa, como la casa de Paula, una garita de colectivo, el Viejo Bar de Timbúes y la casa de Antonio Darío Díaz, uno de los acusados.

El hombre dijo que el operativo en la vivienda de Díaz se hizo a 87 días de la desaparición,  y que eso “es mucho y es bastante, para que queden las escamas (que reconocen los perros), salvo que haya una fuente de origen que esté emanando olor”. Cuando se le mostró el video de la búsqueda de perros de aquel momento, el testigo dijo que “la búsqueda que hace en el pasto es que busca olores de otros perros” y remarcó: “no hay ninguna posibilidad de existencia de las escamas si el auto se usa y las puertas se abren y se cierran”.

Información opuesta

Esta información proporcionada por el veterinario, es contradictoria a la aportada por testigos que pasaron previamente, entre ellos los oficiales de policía que trabajaron con el perro que buscaron rastros de Paula Perassi.

Días atrás, tanto Analía Giménez, la superior de servicios del área de caballería y perros cuando Paula desapareció y el guía canino, el inspector de policía Carlos Dávola, coincidieron en relatar que el perro llamado “Hueso” identificó rastros de Paula en tres lugares a donde los investigadores los llevaron. El can, de raza Blood Hound, estaba especializado en la búsqueda de personas vivas, rastro por rastro, ya que busca el caminar de una persona, contaron y según Dávola: “nosotros en el perro confiamos cien por ciento”.

Un testigo al que le pareció verla

El último testigo de la larga jornada de declaraciones que duró 15 días, fue el aportado por el Dr. Carignano, abogado de Galtelli. Se trata de Adrián Rolón, un vecino de San Lorenzo que dijo que conocía a Paula y que le pareció haberla visto en octubre de 2011.

Fui al taller de Perassi y le dije que me pareció verla.

“Yo iba en bicicleta e iba en una moto una chica parecida a ella y me pareció verla, no recuerdo las características”, dijo el hombre que luego de eso aseguró que fue a contárselo a Alberto, pero no pudo tener más sustentos que esos.

Ángelo Rossini: “probamos todo lo que prometimos”

En una entrevista fuera del recinto de audiencias, uno de los defensores de Mirta Ruñisky, analizó como “positivo” para su clienta, el desarrollo de la etapa de testigos.

El Dr. Ángelo Rossini, quien junto a su padre Luis, defienden a Mirta Ruñisky -a quien se señala como posible autora del aborto que habría terminado con la vida de Paula Perassi- manifestó que luego del testimonio de numerosos testigos, “hacemos un análisis muy positivo”, del desarrollo de las audiencias.

Aunque aclaró que “es imposible hacer predicciones en un juicio de esta naturaleza” y explicó: “la expectativa de la fiscalía y la querella no se han cumplido. Han hecho promesas de probar cosas que no fueron probadas. Por nuestra parte, probamos todo lo que prometimos”.

En el mismo sentido expresó que “todo lo que dijimos en el alegato de apertura lo cumplimos, y los testigos que dieron pruebas en contra de nuestro cliente fueron inmediatamente anulados en el contra interrogatorio. Por eso nuestro análisis es positivo”.

El abogado consideró además que “no hay ninguna prueba directa que relacione a Mirta Ruñisky ni con Paula Perassi, ni con ninguno de los otros imputados, ni con una muerte”, aseveró y agregó: “acá quedó claro que no hay nada”.

Ángelo Rossini hizo referencia a los testigos que en un principio podrían afirmar que su clienta hubiera practicado el aborto durante el cual habría muerto Paula Perassi y señaló: “Vázquez vino y dijo yo no dije eso; y Lugo dijo no. Tenemos solamente las declaraciones de Alberto Perassi, que dice ‘me dijeron’, negadas sistemáticamente por todas las personas de las cuales supuestamente salía la información”.

Por último, y luego de asegurar que “es imposible hacer una predicción” del fallo del juicio, (“quizás no es un fallo definitorio”, estimó), el Dr. Rossini  respondió sobre si tiene alguna teoría sobre que pudo haber pasado con la joven madre desaparecida y expresó: “desconocemos totalmente que pasó con Paula Perassi. La total falta de contacto de nuestra defendida con el hecho que se está investigando, no nos permite conocer que es lo que ocurrió con ella”.

“El corazón de esta causa lo realizó AUE de San Lorenzo”

Luego de la finalización de la declaración de testigos, en el juicio por la desaparición de Paula Perassi, el martes 16 de abril, decidieron tomar la palabra dos de los acusados, los policías Jorge Krenz y Aldo Gómez.

Según expresó la presidenta del Tribunal, la jueza Griselda Strólogo: “los imputados tienen el derecho a ser oídos en cualquier oportunidad en el transcurso de su debate” y así fue que dieron sus testimonios por primera vez en todos estos años los defendidos por el Dr. Jorge Bedouret.

Krenz de 55 años, comenzó contando que está casado y tiene 4 hijos. Es licenciado en seguridad pública y trabajó 31 años como policía, llegando a altos rangos, como el que lo encontró en 2011, al momento de la desaparición de Paula, como jefe de la Agrupación de Unidades Especiales (AUE). Actualmente está jubilado y cumpliendo con prisión domiciliaria por este caso.

“Estuve en operaciones en AUE hasta que me pasó esta desgracia, que caí detenido por algo que no hice”, relató con la voz cortada Krenz y recordó que tras su detención el 20 de abril de 2015, “el 21 me toman declaración indagatoria por cuatro delitos, de los cuales me procesaron por uno solo: encubrimiento, me dieron falta de mérito por los otros tres y luego sobreseimiento. Hoy me encuentro que tengo que declarar acá por cuatro delitos”.

Sus trabajos

Según Krenz, tanto él como los 15 empleados de su dependencia prestaron gran cantidad de trabajos para esta causa. “El 20 septiembre de 2011 la comisaría 1era toma la denuncia, hace los partes preventivos y se los manda al juez, fiscal y una copia manda a AUE. Ese mismo día empezamos a trabajar porque secuestramos el CPU de la señora Perassi. Desde el primer día hasta el último día hemos trabajado para esta causa. El embarazo de Paula lo descubrió AUE, que Strumia tenía relaciones con ella, y a Freijomil lo descubrió AUE, lo del Viejo Bar también”, dijo el acusado y remarcó: “quiero decirle al fiscal que el corazón de esta causa, para que haya personas detenidas, lo realizó AUE de San Lorenzo”.

Krenz, entre lágrimas dijo: “investigamos toda la causa, no me da mi capacidad para entender como encubrí esto”. El policía recuerda que “el 11 diciembre el jefe de Unidad, el comisario Marcelo Egido habló con el juez Filocco porque esta causa ya nos había superado” y fue en ese momento que la investigación pasó a las Tropas de Operaciones Especiales (TOE).

Sobre los hechos que se le imputan, Krenz dijo: “me imputan por una nota que firmé el 29 septiembre 2011 donde dice que se pide la intervención de los teléfonos de la casa de Strumia, Ortiz y celular de Strumia, a eso llegamos al 2015 cuando me toman declaración indagatoria y dicen que yo como jefe de AUE no intervine la radio de dicho teléfono para dejar un canal abierto para comunicarme con el señor Strumia. Yo nunca me he comunicado con Strumia, Díaz, ni Michl”.

Por otra parte, Krenz recordó que durante dos semanas, pocos días después de la desaparición de Paula, permaneció internado en el ICR de Rosario por un problema coronario. “Estoy limpio, no tengo un sumario administrativo, lo único que tengo es esto, y mi familia que está escuchando que soy un asesino, lo único que hice es laburar, esto es mediático, tendrían que decir que pruebas tienen con Jorge Krenz para decir que hice algo”, enfatizó llorando y diciendo: “soy inocente y si alguno le quedó alguna duda, que me lo pregunte, lo voy a contestar”.

Locutorio

Sobre la teoría de la fiscalía y querella sobre que se llegó adrede tarde al locutorio desde donde llamaron a Paula por última vez, perdiéndose las filmaciones, Krenz dijo: “se me imputa porque supuestamente dicen que llegamos tarde al locutorio de calle Dorrego para no recoger las cámaras. Yo recibo listado de llamadas entrantes y salientes del teléfono de Paula Perassi el 29 septiembre, cerca del mediodía y nos constituimos a los 10 minutos en el lugar, no fuimos con orden de allanamiento, le dimos conocimiento al juez y fuimos, porque era una pérdida de tiempo sino”.

Ante una pregunta del abogado de Strumia, Krenz contestó: “hubo una línea de investigación que el Dr. Filocco (primer juez de la causa) recomendó no investigar. Yo soy de la idea que no me puedo quedar con una sola hipótesis. El señor Strumia era una hipótesis, pero teníamos otra que era la del marido, pedimos pruebas de Luminol en la casa, en el auto y cámara Gesell a los chicos, pero el juez dijo que esa no era la línea de investigación”.

Al finalizar, quebrado, Krenz dijo: “yo creí siempre que era indispensable en un montón de cosas y me di cuenta cuando pasó esta causa que lo único que es indispensable es nuestra familia”, estas palabras hicieron romper en llanto también a Roxana Michl, que fue consolada por el otro acusado, su esposo Gabriel Strumia.

“Filocco no le dio la gravedad al caso”

El segundo de los acusados que tomó la palabra en la decimo quinta jornada de juicio fue el oficial principal Aldo Concepción Gómez. En su declaración apuntó principalmente contra el juez de la primera instancia de la causa.

El hombre de 37 años que en 2008 comenzó a trabajar en investigaciones de la policía, contó que fue “conociendo el contacto policial con el juzgado, pedir órdenes de allanamiento, contacto telefónico con el juez, el secretario, etc. Tuve tres jefes de investigaciones, Juárez, Di Franco, Avalos y Krenz”.

Sobre este caso recordó que “en abril de 2015 me llamó llorando mi mamá diciéndome que me iban a detener por la causa Perassi, que lo dijeron en la radio. Le dije que no se preocupara que eran todas mentiras. Fui al Tribunal, el Dr. Tutau me dijo que la fiscalía presentó un pedido de detención, pero que no tenía base y lo iba a rechazar. Pasaron los días, mi compañera Galtelli estaba estudiando en la universidad y me dijo que habló con el abogado Bedouret y nos podía hacer una presentación en el Tribunal de San Lorenzo así nos quedábamos tranquilos. Empezaron las marchas, hasta que el día lunes 20 abril de 2015 nos ordenan la detención a nosotros”.

Gómez también contó que “me hicieron cuatro imputaciones, el juez me dio falta de mérito en tres, después sobreseimiento y ahora lo levantaron y me vuelven a acusar por los cuatro hechos y acá estoy”.

Sobre su accionar en este caso aseguró: “por la causa Perassi, yo he trabajado como en todas las causas, siempre he dado lo mejor de mí, pero esta fue la más grande que yo tuve en mi carrera policial, 900 fojas es mucho para un sumario policial. Y esto tiene muchas horas de trabajo, tiene el sacrificio de todos nosotros, el sacrificio de todas nuestras familias, muchos gastos, días sin dormir”.

Sus tareas

Gómez recordó que lo primero que hizo por esta causa fue entrevistar al concubino de Paula, Rodolfo Ortiz de Elguea, a partir de quien consiguió incautar el CPU con el que Paula utilizaba Facebook diariamente.

“De esa computadora pudimos obtener muchos datos, que ella estaba buscando pasajes para irse para el lado de Barrancas, Coronda, Gálvez, sobre cómo hacerse un aborto, la carta de un niño antes de nacer al padre, nos llamaba la atención que el marido no nos haya mencionado nada de eso”, dijo Gómez, quien también contó que fue él quien recibió a Strumia cuando llegó con Perassi a la Jefatura a decir que había recibido un mensaje de Paula diciendo que se había ido a San Juan, dos días después de su desaparición y también que fue él quien secuestró una computadora que estaba en el taller de Strumia, porque este hombre le dijo que su hijo chateaba con Paula.

Entre otras tareas, Gómez contó que contactó a la ginecóloga que confirmó el embarazo de Paula y que acudió a General Rodríguez a allanar la vivienda del amigo de Facebook de Paula, José Luis Freijomil.

Según el acusado, “con toda esa información ponía en comunicación diariamente al Dr. Filocco, no al fiscal Moscetta, porque ni en esta causa, ni en ninguna otra intervino”.

Apunta a Filocco

Al igual que otros acusados, Gómez también apuntó contra el trabajo en los primeros momentos del juez Eduardo Filocco en la causa. El oficial recordó que “ante la eventualidad de que haya habido un hecho de violencia en el seno de la pareja o que los niños hayan sido testigos, pedimos allanar la casa con Luminol y se lo propusimos al juez; también Cámara Gésell a los niños, para ver si la habían visto cuando salió de su casa, porque en ese momento no teníamos nada. Queríamos analizar el seno familiar de Paula y el Dr. Filocco no nos autorizó, porque para él, como contó acá la mamá de Paula porque a ella también se lo dijo -que me partió el corazón- ‘Paula era una loquita, que se había calentado con un tipo y que cuando se le pasara la calentura iba a volver’, por eso no podíamos seguir trabajando porque ella iba a volver”, recordó el policía.

Sobre los dichos de Filocco a la familia Perassi, Gómez remarcó: “estoy seguro que si hoy le preguntamos a Filocco si Paula está viva el va a decir que sí. Yo creo que no le dio la gravedad al caso, porque no quiero pensar mal”.

Entre sus tareas para ahondar en la investigación de esta causa, Gómez contó que hizo una especialización por su propia cuenta, acudiendo a aprender con especialistas en la localidad de Sastre, Santa fe, que pasaba largas horas de lunes a lunes trabajando para el caso y que tanto se inmiscuyó en la causa que hasta casi le cuesta su matrimonio por ausentarse de su hogar.

Respuesta

Sobre el arduo trabajo que asegura haber realizado Gómez, desde la querella, el abogado José Ferrara aseguró que “es verdad que encontraron las pruebas, que cuando ya habían establecido que era Strumia, ahí viene la escalada de encubrimiento, porque luego de ahí en adelante no hablan más” y recalcó: “no podes hablar de destrucción de prueba si la prueba no estaba, por eso cuando llegaron a que era Strumia ahí empezó todo el encubrimiento”.

“No hay vinculación de mi defendido con la desaparición de Paula”

Tras afirmar estar “conforme con el resultado de las instancias probatorias”, el abogado Pablo Morosano, defensor de Díaz, empleado del amante de Paula Perassi, sostuvo en una entrevista que “quedó totalmente probado que Darío Díaz no tuvo nada que ver con la desaparición de Paula”.

Luego adelantó que “analizando a todos los imputados, hay un saldo triste y negativo: no vamos a obtener la respuesta de qué pasó con Paula. Hemos escuchado y analizado todas las pruebas y no tenemos respuesta concreta, eso si es un resultado negativo del debate”.

Alegando la inocencia de su defendido, el abogado también aseguró que “quedó probado que él no estuvo en la reunión del Viejo Bar y que no existió probablemente esa reunión porque está probado por los teléfonos, que a esa hora Paula estaba en otro lugar, en San Lorenzo y no en Timbúes”, y agregó: “quedó probado que Darío Díaz estaba en Totoras en ese momento y que no hay otra vinculación de mi defendido con la desaparición de Paula. Nada lo ubica en San Lorenzo durante toda la jornada. No hay ninguna llamada de Díaz con alguno de los involucrados, ni con Paula Perassi”.

Morosano hizo referencia luego a la declaración del joven que trabajaba como mozo en el Viejo Bar y que afirmó haber visto en ese establecimiento a Paula Perassi junto a Gabriel Strumia y a Darío Díaz. “Lo único que había era un testimonio de (José María) Zanoni que fue desvirtuado, no solamente porque hay contradicciones sobre el Viejo Bar, sino también por el resto de las pruebas telefónicas. Queda demostrado que a ese testimonio Zanoni lo hizo de buena fe, o vio otra persona”.

Expresando su satisfacción, el Dr. Morosano expresó: “a esto lo sabemos desde hace siete años, y teníamos que tener esta instancia para plasmarlo. Quedamos conformes porque lo que queríamos probar, se probó”.

El abogado de Díaz se refirió al testimonio de Mario Rosillo, el médico veterinario especializado en odorología forense, una técnica de trabajo que se basa en los campos de memoria olfativa de los perros, en virtud de que en diciembre de 2011, un can rastreador, habría detectado rastros de Paula en la casa de Darío Díaz. “Fue muy importante la presencia del odorólogo Rosillo, fue muy claro en que el tiempo transcurrido le quita fuerza y entidad a la búsqueda hecha por los perros. Rosillo es una persona de las más autorizadas del país en este aspecto, para nosotros es una tranquilidad”. 

Sobre el mismo punto, Morosano insistió: “tengo que poner mas valor al testimonio de Rosillo, que tiene una alta experiencia sobre el tema, y no la de los investigadores de la sección perros, muchos de los cuales era la primera vez que hacían un operativo con un perro”.

Sobre las razones por las que nunca la Justicia citó al testigo que afirma que Darío Díaz estuvo en Totoras el día en que lo señalan como presente en Timbúes Morosano dijo: “Nos hacemos la misma pregunta”, sostuvo el abogado, “por eso tanto insistimos que este juicio debía hacerse hace rato”, agregó.

“Todo lo que tienen los fiscales hoy, lo descubrieron Krenz y Gómez”

El Dr. Jorge Bedouret, abogado defensor de Krenz y de Gómez, en una entrevista analizó lo ocurrido hasta ese momento en el juicio, al concluir las declaraciones de los testigos.

“Es el mismo balance con el que llegamos al juicio, creo que lo que esta defensa ha planteado se ha confirmado: nuestra teoría es la inocencia de ambos”, afirmó el letrado y destacó: “el duro trabajo que hicieron, sobre todo el personal de calle, Gómez, que es un gran investigador, honesto, sano desde todo punto de vista”.

Luego el abogado dijo tener la tranquilidad de que los policías que él defiende, “han demostrado durante el juicio lo que hicieron en la investigación, es decir, todo lo que tienen los fiscales hoy, lo descubrieron ellos. Este tema de un supuesto encubrimiento lo inventaron en 2015 otros investigadores, que no sabían cómo hacer para seguir investigando. Inventaron que los responsables eran los que comenzaron la investigación”, afirmó Bedouret y agregó: “en 80 días de investigación, estos hombres descubrieron la relación con Feijomil, con Strumia, la condición de amante, el embarazo, detuvieron a Strumia y allanaron a todos los que tenían que allanar”.

Luego consideró: “el fiscal, en el alegato de acusación de apertura, dijo que lo único que tenían es lo que investigaron estos hombres, entonces nos parece absolutamente injusto este tema porque hace más de tres años que están presos, más allá de que obtuvieron prisión domiciliaria en la última parte de su detención”.

Bedouret aseguró que “es una gran injusticia, eso de que la policía tiene mala fama es una cuestión que se ha propagado por ahí. No me parece razonable la actitud de Alberto Perassi, y la del ex marido de Paula. Debo criticar a la figura del juez de instrucción (Filocco) que comenzó esta investigación en septiembre de 2011, que no le permitió a estos investigadores terminar con el primer círculo de investigación, que son los allegados que rodean a la persona desparecida, por influencia del padre, cuestión que se ha probado y que se terminará de probar en este juicio. Esta es una cuestión primaria en cualquier investigación y no lo han permitido”.

Sobre las acusaciones que pesaban sobre los policías que él defiende, el abogado aseguró: “no tienen si siquiera elementos lejanos, ni probatorios, que justifiquen una condena. Hago referencia a la actitud investigativa de mis clientes que fue impecable”.

“En el juicio, la teoría del caso, se cumplió ciento por ciento”

Al culminar la etapa de declaración de testigos, el abogado de la familia Perassi, José Ferrara, afirmó en una entrevista: “tanto para nosotros como la Fiscalía, el balance es muy positivo. Lo que vinimos a probar, consideramos que lo hicimos”.

También destacó que “estamos ante una causa compleja y ante una estructura desaparecedora” y agregó: “los imputados están siendo juzgados por desbaratar pruebas, por falsificación ideológica de instrumentos públicos y por encubrimiento, todo eso tiene efecto directo con las pruebas. No obstante eso, pudimos reconstruir cada una de las pruebas. Tuvimos testimonios con pruebas objetivas contundentes que se han logrado por fuera de la policía de la provincia de Santa Fe, un hecho que merece una lectura especial”.

Ferrara consideró  que “pudimos colmar todas las expectativas que teníamos al inicio del juicio. Obviamente hay distintas situaciones y debemos probar la particular de cada uno de los imputados. Pudimos introducir todas las pruebas, incorporar todos los documentos y testimonios que hemos ofrecido. Ahora la evaluación final va a ser del Tribunal”. 

El abogado de la familia Perassi hizo referencia a concepto de “justicia” al que pueda arribarse con la finalización del juicio: “se debe hacer justicia, aunque no es la pretensión punitiva que tenemos, es accesoria, porque siempre pretendimos encontrar el cuerpo de Paula. Pero ante la imposibilidad hasta el momento de lograr eso, lo que más se asemeja a un criterio de justicia, es que los acusados sean condenados con la pena que merecen”.

José ferrara destacó luego la figura de Alberto Perassi. “No podemos dejar de mensurar lo acontecido durante los ocho años anteriores a este juicio. Pasaron muchos magistrados que han avanzado sobre este tema y hablaron sobre su gravedad institucional, de la existencia de una estructura policial que dio la logística para no poder encontrar el cuerpo de Paula. Siempre se puso en duda la credibilidad de las víctimas, especialmente de Alberto Perassi, pero en el juicio se demostró que no hubo ni un solo indicio de que él haya forzado algún comentario que le llegó o alguna deducción. Se llegó a intentar decir que estuvo presente durante las declaraciones de los testigos, algo ‘muy berreta’. Y eso fue por la gran credibilidad que siempre tuvo Alberto”.

Por último estimó que “en el juicio, la teoría del caso se cumplió ciento por ciento, lo que está demostrado con las propias manifestaciones de los imputados. Cuando hablo de ‘berreta’, me refiero a que tuvimos que soportar dos jornadas sucesivas en la que nos mostraron un video trucho y escuchamos a un testigo desmemoriado que solo recordaba lo que le convenía, más las mentiras de Dádamo (esposo de Mirta Ruñisky). Con esos testimonios aportados por la misma defensa, quedó avalado totalmente la teoría del caso”.

DIA 16

Referente nacional de lucha contra la impunidad acompaña a la familia Perassi

El 24 de abril, en el comienzo de las jornadas de alegatos del juicio por la desaparición de Paula Perassi, sus padres, Alberto y Alicia, recibieron el acompañamiento en la puerta del Centro de Justicia Penal , de Eugenia Vázquez, integrante del “Programa Nacional de Lucha Contra la Impunidad”, organismo del Ministerio de Justicia de la Nación, creado en noviembre de 2003.

Es hermana de Andrea Viera, la primera mujer muerta por torturas en democracia, hecho del que en 2019 se van a cumplir 17 años.

“Desde el programa tratamos de acompañar a otros familiares, en cualquier lugar del país. La búsqueda de justicia me trae hoy hasta Rosario, junto a Alberto y Alicia”, sostuvo.

En relación a su presencia en la ciudad de Rosario, junto a Alberto Perassi y a Alicia Ostri, la referente señaló: “mi lucha es en nombre de mi madre y trato de ponerme en los zapatos de estos padres y de todos, y especialmente en los de las Madres de Plaza de Mayo que nunca han encontrado los cuerpos de sus hijos y no saben qué pasó con ellos”, y agregó: “estar acá para mí es un placer, poder acompañar y abrazar a estos padres porque en cada padre o madre veo a los míos. Podemos darnos fuerza mutuamente, ellos están muy fortalecidos y también me fortalecen en la lucha de búsqueda de justicia”.

Por su parte, Alberto Perassi agradeció el acompañamiento de Eugenia Vázquez y reflexionó: “esto es lo que nos va a tocar después a nosotros, hacer el trabajo que hoy ella está haciendo. Ojalá que no sea necesario y que no haya más casos como estos. Le agradecemos que nos acompañe en nuestro pedido de justicia por Paula”.

Alegato del fiscal: Una “cofradía familiar delictiva” y el pedido de falso testimonio al hijo de Strumia

El miércoles 24 de abril por la mañana comenzaron a exponerse los alegatos finales en el marco del juicio por la desaparición de Paula Perassi.

Fue el fiscal de la causa, Donato Trotta, quien expuso los alegatos por parte del Ministerio Público Fiscal, con sus últimos fundamentos para imputar a los nueve acusados. Reiteró el pedido de penas: prisión perpetua para los cuatro civiles, 16 años para los policías, con excepción de Puyol, para quien pidió 6 años de cárcel.

En su alegato manifestó que “al momento de iniciar el juicio el 21 de marzo de este año, advertimos al Tribunal que no contábamos con pruebas concretas sobre los hechos atribuidos y es que este caso se construyó basado en la conciencia, seriedad y concordancia de indicios de pruebas que se han recolectado. Consideramos que se han expuesto todos esos indicios” y remarcó: “No deberán valorar a la falta de cuerpo como un descargo, sino como una consecuencia de un plan criminal que fue parcialmente exitoso. En el largo proceso de debate hemos destruido el estado de inocencia de los imputados en la causa”.

El fiscal realizó la exposición de su alegato dividiéndolos en cuatro capítulos: la relación amorosa de Paula y Strumia; el conflicto del embarazo de Paula en su entorno familiar; lo ocurrido el día de la desaparición de Paula y el momento de los proveedores de la impunidad a partir de la desaparición del 18 septiembre.

Así, Trotta realizó un recorrido por la trama que lo llevó a su teoría del caso, nombrando paso por paso a los testigos que pasaron a declarar por el recinto, que recrearon desde diferentes ópticas la historia de Paula y sus días previos a la desaparición. En su teoría, a Paula la obligó Strumia, su esposa y Díaz, empleado de su amante, a realizarse el aborto que concretó Ruñisky en Timbúes. Y además, colaboró en los días siguientes para desviar la investigación, el hijo del matrimonio acusado, sobre quien adelantó que si bien no está detenido por ser menor de edad en aquel momento, se pedirá una causa sobre él por falso testimonio a la hora de dar su declaración en el juicio.

El fiscal remarcó que está confirmado el vínculo entre Paula y su amante Gabriel Strumia, y así enmarcó cómo él y su entorno familiar fueron fundamentales en obligar a Paula a realizarse el aborto, contra su voluntad, en el que la mujer murió.

Sobre el hijo de Strumia y Michl, Trotta dijo: “Nicolás Strumia no está acusado y no está detenido como debería haberlo estado por la sencilla razón de que al momento era menor de edad. Esta conducta de Nicolás no es la única que desarrolló para colaborar con los imputados. Declaró que le había parecido observar a Paula en una garita de colectivo cuando iba en colectivo a buscar sus calificaciones. Esa fue una prueba plantada a través de una declaración de un menor de edad que no iba a tener una responsabilidad penal. Tres años después de ese hecho la Fiscalía encomendó a Asuntos Internos un relevamiento del recorrido que hizo Nicolás y que se entreviste a la regente para dar verosimilitud a lo que se estaba investigando, y en el juicio quedó a la vista la mentira por la ratificación que hacen a Asuntos Internos, Adriana Hernández y Alejandra Nicola, regente del colegio, que contó que Nicolás concurría al establecimiento y que las calificaciones solo se entregaban a los padres en diciembre cuando terminaba el ciclo lectivo y que las notas de calificaciones por materia solo se entregaban en horario escolar hasta 18.30. Quedó expuesta la mentira de Nicolás que dijo que se dirigió a las 19.30 hs. Michl lleva a Nicolás Strumia a que declare esta situación a AUE” y agregó que “otro accionar de Nicolás lo constituye el tratar de hackear la cuenta de Facebook de Paula. En juicio asistimos a la declaración de Walter Garis, quien declaró y confirmó el encargo del hijo de Strumia y Michl”.

Fue así que el fiscal se refirió a “una cofradía delictiva familiar” que “no podía descansar a los fines de cubrir su accionar, de ganar tiempo porque Paula ya iba a aparecer porque era una loquita. Nicolás viene a juicio a mentir, a sacar a sus padres de la cárcel”. En ese momento, el fiscal pidió copia certificada de la declaración del joven para comenzar la denuncia penal por la falsedad de sus dichos.

Accionar policial fundamental

En su alegato de clausura, el fiscal dejó en claro que para su teoría del caso, el vínculo policial es inherente a lo ocurrido con Paula Perassi.

“Se demuestra la connivencia y el accionar policial”, aseguró Trotra y agregó: “esas líneas investigativas respondían a una sola cuestión, una investigación ilícita y accionar policial doloso. Había actividades del personal policial que tenían que salir bien, como rastrillajes, algo tenía que salir bien, no todo tenía que salir mal”.

Alegato de la querella: reivindicar a Paula es reivindicar el “Nunca más”

Luego de los alegatos de clausura de la fiscalía, la querella realizó su exposición, en la que pidió las mismas penas que el fiscal, con una sola excepción. El abogado Adrián Ruiz, patrocinador de la familia Perassi, solicitó prisión perpetua para todos los civiles, y al igual que en los alegatos de apertura, se diferenció de la fiscalía al pedir la misma condena máxima también para el comisario Adolfo Daniel Puyol, por considerarlo partícipe necesario del hecho. Para el resto de los cuatro policías, solicitó 16 años de cárcel.

En su exposición que duró exactamente una hora, como fue solicitado por el Tribunal, Ruiz comenzó diciendo que “son 7 años, 7 meses y 6 días. Este juicio 1 mes y tres días. De 40 minutos a una hora puede ser lo que voy a exponer, cuánto vértigo, pero son las reglas del juego. En ese vértigo tengo que expresar que para llegar a este juicio hemos visto a una familia amenazada por reclamar por Paula, que viven bajo la protección del programa de testigo federal. Hemos visto testigos amenazados, testigos inducidos a mentir, testigos guionados, pero por sobre todo hubo una desaparición de dos personas, Paula y un feto, que de acuerdo a Paula iba a nacer y si era nena se iba a llamar Agustina”.

El abogado que representa a los hijos de Paula expresó que su teoría del caso es la misma que la de la Fiscalía: que a Paula la privaron de su libertad, para obligarla a realizar un aborto contra su voluntad en el que la sanlorencina murió, y que la distorsión posterior llevó a que siete años y medio después no se sepa nada de ella.

Ruiz manifestó al respecto: “estas estructuras desaparecedoras, que funcionaron fuera de la democracia, también en democracia siguen funcionando. La mayor evidencia de una estructura desaparecedora es que no hay evidencias”.

“Se han mostrado en este juicio patrones de la estructura desaparecedora: poner a la víctima como responsable de su desaparición y todo aquel que intente mostrar la suerte de la víctima es responsabilizado”.

Cabe señalar que al igual que la Fiscalía, los abogados de Perassi solicitaron que se los investigue por falso testimonio tanto al hijo del matrimonio Strumia, Nicolás, como al esposo de Mirta Ruñisky, José Dádamo.

Perpetua también para Puyol

Los abogados de la querella consideran que con la misma pena se debe condenar a los cuatro civiles y al comisario Adolfo Daniel Puyol. Ruiz aseguró que “el accionar de Puyol no lo encontramos como un simple encubridor, cuando Strumia fue a la casa de los padres de Paula, cuando Alberto llega, lo encuentra abrazado a su mujer y estaba ofreciendo los servicios de Puyol, lo estaba ofreciendo no solamente porque conocía la suerte de Paula sino porque estaba ofreciendo un servicio que iba a ser aceptado” y remarcó: “el ofrecimiento de Puyol como colaborador no iba a responder a la suerte de encontrar a Paula, sino a la suerte de no encontrarla”.

Nunca más

“Es importante resaltar que acá representamos a los hijos de Paula, que tenían 2 y 6 años de edad, Lucas y Agustín. Hoy los veo tan grandes y sorprende y son los que nos requieren tanto como se lo requieren a sus abuelos, dónde está su madre. Al aceptar esta representación no solamente aceptamos la representación de estos niños, sino de toda una familia a la que la convirtieron estas estructuras en desechos humanos, porque los vi como quedaban después de cada declaración”, dijo Ruiz sobre el cierre de sus alegatos y enfatizó: “también nos tocó representar  a una persona por nacer, Agustina (como decían que la iban a llamar Paula y Strumia). Nuestra propuesta es ser la voz de Paula y la voz de Agustina, la misma Agustina que el último día que estuvo en libertad Paula le leía cartas de una madre a un bebé. Reivindicar a Agustina es reivindicar a Paula, es reivindicar nunca más una desaparición. Nunca más”, cerró emotivamente y con firmeza el Dr. Adrián Ruiz.

Habló Strumia: dijo que a Paula el marido la golpeaba y que él no sabía del embarazo

En la jornada número 16 de juicio por la desaparición de Paula Perassi, al finalizar los alegatos de la fiscalía y la querella, comenzaron los alegatos de las defensas de los acusados.

Previo a que sus abogados alegaran, decidió tomar la palabra Gabriel Strumia, indicado como quien mantenía un vínculo extramatrimonial con Paula y padre del hijo que ella esperaba. Sin muestras de nerviosismo, el hombre que pasaba sus días en la cárcel de Piñero, relató desde su dura adolescencia en adelante, cuando se hizo cargo de su familia porque su padre murió trágicamente picado por avispas, e intentó mostrar el fuerte vínculo que lo une con Roxana Michl contando que la conoció a los 16 y que llevan 31 años juntos. Es justamente él quien no deja nunca de sostener abrazada a su esposa en todas las audiencias.

Al hablar de su vínculo con Paula Perassi, dio su versión sobre cómo empezó: “a mediados de 2011 me manda unos mensajes Paula Perassi ofertándome si quería poner la propaganda del taller en las camisetas de futbol del hijo de ella”. Según él, desde allí ella le mandaba mensajes y contó que “para fin de mayo principio de junio me manda un mensaje citándome en la calle Colón y 9 de Julio de San Lorenzo, fui y me dijo que si quería salir con ella, le dije que sí y ahí empezamos a tener una relación que nos veíamos los martes y los jueves, dos veces por semana y manteníamos una comunicación. Me llamaba ella, me mandaba mensajes o me llamaba por teléfono, siempre llamaba por privado”.

La versión de la fiscalía sobre que su esposa conocía el vínculo previo a la desaparición de Paula, Strumia intentó derribarla: “yo la pasaba a buscar cuando Nicolás salía de la escuela técnica, con ella quedaba que la pasaba a buscar siete, siete y media, o ella se iba  en colectivo a la agencia de autos Molina, en la calle de la punta de San Lorenzo, la levantaba e íbamos a un motel que esta ubicado en la localidad de Fray Luis Beltrán y después a eso de las nueve tenía que retirarlo a Nicolás que salía de rugby. Ella de Beltrán se volvía en colectivo a San Lorenzo, yo me volvía en camioneta, buscaba a Nicolás y a veces a Agustín si no lo buscaba Roxana” y enfatizó: “siempre me manejé para que Roxana nunca sospeche, nunca sospechó hasta que pasó todo esto, me manejé en esos horarios, nunca salí un día de noche, nunca salí un fin de semana”.

El día previo

Sobre el sábado 17 de septiembre de 2011, día previo a la desaparición de Paula, que según la fiscalía estaba planeado que la mujer fuera con Strumia a realizarse un aborto, al que ella se resistió, el hombre contó que ese día “a las doce me llama ella, me dijo si nos podíamos ver en la tarde, le dije que no porque tenía que ir a Rosario a ver el auto que le estaba por comprar a Roxana. Cerca de la una me llamó y me dijo: ¿Sabés qué? Sos un hijo de mil puta. Porque me usaste todo este tiempo y ahora no me das pelota, le das pelota a la gorda que tenés de mujer. Y yo le dije: mirá yo siempre estuve con mi señora y estuvo siempre en los momentos difíciles que me tocó pasar y soy una porquería que ahora la estoy cagando. A las 2 de la tarde le mandé un mensaje le mandé diciendo que me perdone por las palabras que le había dicho”.

“Yo volví 5 y pico de la tarde y a eso de las 7 y media voy al galpón a darle de comer a los animales, había 6 perros, cuando le estaba dando de comer la llamé a ella a ver cómo andaba y estuvimos hablando un rato largo. Los sábados a la noche salíamos a comer al comedor Los Dos Puentes en Andino. Ahí no tengo señal de teléfono, escucho uno de los mensajes que era de ella”.

El 18

Cuando se lo consultó sobre el 18 de septiembre en que desapareció Paula, Strumia  aseguró que estuvo todo el día en su casa: “el domingo me levanto a eso de las 10 de la mañana, Roxana todavía estaba acostada, le cebé unos mates a ella, le dije que me iba a empezar a poner a hacer el cerco para que nos se crucen los 8 perros. A las 12 vino Nicolás a ayudarme, estuvimos trabajando hasta cerca de las 3, 4 de la tarde, luego fui a dormir la siesta y a las 6 volvimos a trabajar” y añadió:  “ahí Nicolás me dice que llamó Paula que quería que le lleve la propaganda. Le dije: -hace una cosa, andá, llamala y decile que mañana le llevo la plata al padre-. Fue Nicolás, la llamó, seguimos trabajando hasta eso de las ocho, ocho y media, tomamos unos mates con Roxana, la corrieron los mosquitos, se fue para adentro, me puse a terminar de acomodar todas las cosas ahí, llevé el tráiler que tenía la camioneta atrás, cargo combustible ahí que tenía en el depósito, le doy de comer a los perros y llevo la camioneta para adelante”.

Seguidamente, Strumia intentó explicar al Tribunal porqué tiene tanta cantidad de llamadas desde el teléfono fijo de su vivienda a su celular, en el mismo momento en que desaparece Paula: “me doy cuenta que me faltaba el teléfono, le digo a Nicolás hacémelo sonar.  Lo había encontrado y agarro y lo llamo porque Agustín y Lautaro no se querían entrar a bañar, los llamo por teléfono a casa y les digo: metansé a bañar porque van a cobrar. La llamo a Roxana y le digo el teléfono está acá”.

Luego de encontrar el teléfono, según el acusado, concurrieron a un bar a comer en familia con amigos: “fuimos a Guanabara a comer, nos juntamos con Bertello y Piedrabuena. Son los padrinos de Agustín. Habremos llegado ahí once y cuarto. A eso de la una y media volvimos a casa”.

Ante la consulta de su abogado sobre si conocía el embarazo de Paula, Strumia respondió que no.

El marido golpeador

Un dato que no había trascendido con anterioridad en el juicio ni en la historia de estos siete años y medio de desaparición, tiene que ver con lo declarado por Strumia sobre el vínculo entre Paula y su concubino Rodolfo Ortiz de Elguea.

Strumia dijo que “el domingo antes que desaparezca, el 11, me había llamado un par de veces en el día, después me llamó a la noche, hablamos y me contó que después de almorzar había discutido con el esposo, que la agarró del brazo, la arrastró por el piso y la quiso tirar por la escalera”. Según el acusado, Paula le reforzó esa idea cuando lo vio el jueves siguiente: “yo estaba esperando a Lautaro que salga de la escuela antes de las 6 de la tarde, estaba por calle Belgrano (San Lorenzo), frente a una casa de fotos, ella iba con los dos chicos, se arrimó a la camioneta y me dijo que me había llamado un par de veces y le dije que el teléfono se había golpeado y la llamada no me quedaba grabada. Le dije no me mandes mensaje porque no anda el teléfono, lo tengo que cambiar.  Me contó todo, que el domingo, después de almorzar empezaron a discutir con el esposo, porque ella quería que se vaya de la casa, ella se quiso agarrar de la mesa de la computadora, la agarró del brazo, tenía un rayón,  la agarró para tirarla por la escalera. Ella andaba con un pañuelo en el cuello, le digo ¿vos no le dijiste nada a nadie?”. Según Strumia, Paula le contó que eso no se lo había dicho a nadie más que él.

Antes de levantarse del estrado donde declaraba, Strumia leyó unos chats entre Freijomil y Paula donde ella decía que se estaba por separar y que sentía miedo, aludiendo a que ese miedo lo sentía por su pareja.

Michl sobre la infidelidad de su esposo: “me tendría que haber dado cuenta y hoy no estaría presa”

Durante la primera jornada de los alegatos finales del juicio también declaró la acusada Roxana Michl, esposa de Strumia.

Luego de que lo hiciera su marido, la mujer de 47 años de edad contó que hace 31 está en pareja con Strumia, con quien tuvo tres hijos (Nicolás, Lautaro y Agustín).

Relató la historia de cómo formó su familia y apuntó que “todo lo que nosotros hicimos lo hicimos trabajando, nunca nadie nos regaló nada, siempre fuimos uno con el otro, siempre trabajando”.

Después señaló: “siempre me dediqué a mis hijos, a mi casa, teníamos una vida normal de familia, hasta que empezó todo esto. Ahí fue cuando nuestra vida, por lo menos la mía, se convirtió en una pesadilla de la que todavía no podemos salir”, lamentó y agregó: “todavía no sé de qué estoy acusada yo acá adentro”.

La acusada declaró que “siempre me dediqué a mis hijos, nunca quise trabajar para dedicarme a ellos, a mi familia. Y ahora hace casi 4 años que mis hijos están solos porque estamos presos”.

Después recordó que junto a Strumia, “nos detuvieron dos veces, primero cuatro meses, y luego hasta ahora. Cuando teníamos un mes de la segunda detención mi papá falleció porque su salud no se aguantó todo este lío y, desde esta época, mis hijos están solos, se cuidan ellos tres, y trataron de salir adelante como pudieron”.

La desaparición de Paula

Roxana Michl recordó: “me enteré el 19 (de septiembre de 2011) a la tardecita noche de la desaparición de Paula Perassi, volvía de Rosario de buscar una ecografía y de cambiar unos Nextel que no andaban más”.

“Cuando volví Gabi me dijo que necesitaba unos números que estaban en su teléfono porque Paula había desaparecido. A mí no me llamó la atención. Me parece haber hablado con Alicia después, solamente me dijo que Paula no estaba y que ella estaba con los nietos, y yo le dije ‘no quisiera estar en tu lugar’”.

Siguió contando que “el martes a la mañana le llegó a Gabi un mensaje a su celular, de Paula, diciéndole que se iba a San Juan. Le pregunté por qué le llegó un mensaje así y él me dijo no tengo ni idea, no me llamó la atención porque éramos amigos de la familia. Después vinieron policías a ver ese celular pero conmigo no hablaron”.

La detención de Strumia

En su declaración ante el Tribunal Michl recordó que “el jueves 22 de septiembre a él lo metieron preso. Yo no estaba en mi casa cuando lo vinieron a buscar porque había ido a llevar los chicos a la escuela, y cuando volví, él no estaba. Pregunté en el taller a mi hermano y me dijo que había salido con la camioneta a llevar unos repuestos. Su teléfono estaba apagado, me empecé a preocupar”.

Michl siguió relatando sobre el día que en detuvieron a su marido. “Lo busqué por todos lados, pasaron las horas y no sabía dónde estaba, entonces llamé y hablé con el señor Puyol que era cliente nuestro y teníamos dos camiones suyos en nuestro taller. Le comenté que Gabi no estaba y le dije ‘ya no sé qué pensar de todo este lío’. Entonces me respondió: ‘vaya a la Unidad Regional de la policía, ¿usted entró a preguntar?, vaya y hable adentro’. Fui a la Jefatura y me dijeron que Gabi estaba detenido e incomunicado y que si quería me podía llevar la camioneta porque con él no podía hablar. Ningún policía me dijo nada, ni que sospechaban que Gabi tenía una amante, ni nada”.

El marido infiel

La acusada contó cómo vivió la experiencia de enterarse que su marido tenía una relación extramatrimonial. “No fue nada lindo, pensé en agarrar mis hijos e irme de mi casa, pero también pensé mucho en ellos que en ese momento eran chicos los tres: Nicolás tenía 15 años, Lautaro 10 y Agustín 8. Estaban acostumbrados a ver a su mamá y a su papá juntos, en familia”.

“Nunca una separación es linda y menos para los hijos. Dije, ‘no puedo darles este dolor a mis nenes’ y decidí guardar mi dolor, mi bronca y todos mis sentimientos. Es muy triste enterarte que la persona con la que estás tantos años, es infiel, duele. Y dije ‘no quiero que mis hijos pasen por lo mismo’ y decidí callarme, hacer como si nada hubiera pasado, aunque no fue nada fácil. Pero ellos me necesitaban ahí, necesitaban a su mamá fuerte, no a una mamá que se separaba por no bancarse una humillación o por no saber entender la situación. Ellos siempre fueron mi fuerza y lo son hasta el día de hoy”.

También recordó que “cuando a Gabi lo detuvieron en 2012, por segunda vez, vinieron las camionetas de las TOE, y se lo llevaron. Me quedé sola con mis tres hijos. Los senté en el comedor de mi casa, para tratar de explicarles, porque ellos no entendían nada y yo tampoco. Les dije que su papá iba a estar preso y que yo no sabía ni cuánto tiempo, ni porqué, y que teníamos que salir adelante. Todavía me acuerdo de las caras que pusieron. Nicolás tenía 15 años y estaba enojado con el mundo, Lautaro lloraba y decía que quería estar con su papá y su mamá, y Agustín de los nervios, lo miraba a Lautaro llorar y se reía”.

Crisis familiar y económica

Roxana Michl en su relato hizo referencia a las dificultades familiares y económicas que surgieron como consecuencia de la detención de Gabriel Strumia. Contó que “con Nicolás nos pusimos al frente del taller, porque en mi casa si no se trabaja no se come, vivimos del trabajo día a día”.

Después describió que “no era lo mismo el trabajo, no era igual, porque muchos clientes no querían que lo atendiera Nicolás porque era un pibito y mi hermano no sabía cosas puntales porque las hacía Gabi. Entonces el trabajo mermó mucho. Con el puente (sobre el arroyo San Lorenzo) que se cayó, los camiones que entraban de Puerto San Martín a San Lorenzo, el tráfico de camiones estaba cortado y mucho del trabajo que entra en el día al taller es el que va de paso. La pasamos bastante mal. Cuando a Gabi le dieron la libertad en 2012 tuvimos que poner en venta los camiones a mucho menos precio de lo que valían. Fueron 100 días los que estuvo detenido y fueron muchas las deudas que se contrajeron en ese entonces. Cuando Darío (Díaz, empleado de Strumia y también acusado), recuperó la libertad junto con Gabi no quiso seguir trabajando con nosotros y tuvimos que indemnizarlo porque él no era un mal empleado”.

Tras hacer referencia a las actividades que desarrolló la familia el domingo 18 de septiembre de 2011 dijo: “estuvimos en casa, no salimos en todo el día. Gabi estuvo en el costado de la pileta y Nicolás”. 
Además, Michl explicó que los supuestos gritos de pedio de ayuda que se escucharon desde el teléfono de su casa y que se atribuyen a Paula Perassi, son de uno de sus hijos que pedía ayuda jugando con sus hermanos.

“Que me juzguen con justicia porque yo soy inocente”

Ya en el final de su declaración, la mujer acusada aclaró que su esposo “nunca salía de noche, porque si él se hubiera arreglado para salir, obviamente me hubiese llamado la atención. Él vive todo el día sucio, lleno de tierra y de grasa, si se hubiera cambiado o se hubiera bañado a mí me hubiera llamado la atención. Nunca salió de noche a verse con ella, por eso nunca me di cuenta. Me tendría que haber dado cuenta y hoy no estaría presa. Es como dicen siempre, que el que es engañado es el último que se da cuenta, siempre pensé que era un dicho popular y hoy me doy cuenta que no es así”.

Luego refirió: “cuando me preguntan por qué no lo dejé a Gabi a pesar de que me había sido infiel, hasta el día de hoy no sé. Creo que pensé demasiado en mis hijos, pensé en lo que tenía y quise tratar de llevar la familia adelante. Ellos ya tenían demasiado con tener su mamá presa y su papá preso, como para tener encima que decirles que nos separábamos”.

Después insistió: “no es lindo enterarse, a nadie le gusta saber que la persona con la que compartiste tantos años te engaña, pero había que seguir adelante y uno está demasiado en sus cosas, en su trabajo, y uno se olvida de que por más que haga un montón de años que esta con una persona a la pareja hay que alimentarla, hay que darse ese tiempo de estar. Estábamos demasiado metidos cada uno en sus cosas. Él en su trabajo, yo con los chicos y no nos dimos cuenta que nosotros dos teníamos que tener un espacio. Pero bueno, alguien supo ver ese espacio”.

Por último, dirigiéndose al Tribunal que la juzga, expresó: “lo único que yo les quiero pedir a ustedes -y no quisiera estar en su cabeza porque este caso es demasiado público- es que me juzguen con justicia porque yo soy inocente. Yo no llevé a nadie a hacer un aborto, no maté a nadie, de hecho ni siquiera sabía que mi marido estaba con ella, ni que estaba embarazada, mucho menos”.

La defensa

Luego de las palabras de Strumia y Michl, sus defensores realizaron la exposición de los alegatos, en los que repasaron uno por uno los puntos por los cuales consideran que sus defendidos son inocentes.

La Dra. Narela Sirio refirió: “se ha planteado en reiteradas oportunidades en este debate que existió una importantísima línea de investigación que nunca en estos siete años se investigó, nunca se investigó al marido despechado, a Ortiz de Elguea”.

Por su parte, Fernando Sirio concluyó diciendo: “si bien no hay cuerpo de la víctima decimos que tampoco hay cuerpo del delito. No hay un cuándo, no hay un cómo, no hay un dónde, no se sabe, y por eso solicitamos la absolución de nuestros defendidos porque hemos neutralizado cada indicio de las partes”.

Afuera

Paralelamente, en las afueras de Centro de Justicia Penal, los papás de Paula escucharon los alegatos junto a organizaciones sociales y quienes se acercaron a acompañarlos.

Durante la jornada se montó una olla popular, hubo música en vivo y se estamparon prendas con la frase: “no sea cobarde, luche como abuelx”, en apoyo a Alberto y Alicia, quienes todavía buscan una explicación para sus nietos, sobre lo que pasó con su mamá.

DIA 17

Ruñisky: “jamás cometí un aborto en mi vida”

Mirta Ruñisky, la mujer de 52 años, madre de cinco hijos, acusada de haberle practicado el aborto a Paula Perassi contra su voluntad, declaró en la 17ª jornada de juicio, ser “totalmente inocente. Jamás cometí un aborto en mi vida”.

También aseveró que “no conocía el caso Perassi hasta que en 2014, un vecino que siempre tuvo discusiones con nosotros, le dijo a mi yerno con el que teníamos problemas familiares,  que me ponga en este caso. Entonces él me acusó de abortera”.

Detenida desde 2014 Ruñisky se defendió de las acusaciones en su contra y aseguró que “dijeron que Vázquez (su yerno) había declarado que hice abortar a mis hijas, pero él dijo que en ningún momento había dicho lo que figuraba la declaración”.

La acusada luego reseñó su situación familiar, en especial en relación a sus hijos, desde que está privada de la libertad. “De mis cinco hijos, dos, Yamila y Guillermo, tienen un 95 por ciento de discapacidad. Los visito los sábados y veo que están muy abandonados”, dijo y agregó: “Yamila convulsiona por epilepsia y tiene toxoplasmosis”.

Ruñisky recordó luego que “en varias ocasiones pedimos el arresto domiciliario por mis hijos que están viviendo prácticamente solos” y entre lágrimas afirmó: “¡es terrible esta injusticia!”.

También destacó que su esposo, el camionero José María Dádamo, “tiene muchos problemas de salud, tiene una ablación, es hipertenso, tiene úlceras, gastritis, toma mucha medicación porque tiene muchas enfermedades y mis hijos toman mucha medicación, van al psicólogo, psiquiatra”, aclaró en relación al hallazgo de pastillas de Oxaprost ocurrido durante un allanamiento en su domicilio, droga que tiene, entre otros, efectos abortivos en mujeres embarazadas.

También, frente al Tribunal Ruñisky desacreditó a su ex yerno Ricardo Lugo (quien declaró que fue invitado a sumarse a una supuesta venganza ideada por su concuñado Vásquez contra su suegra, a lo que se habría negado) y contó que “hace mucho, antes de que yo cayera presa se separó de mi hija Gisell porque hacía violencia de género”.

Por último, declaró: “soy una mujer totalmente inocente, jamás hice un aborto, soy pro vida, estoy en contra de la ley del aborto, tengo cinco hijos y los amo” y pidió que “me juzguen no por lo que dicen los medios, sino por lo que han visto en el transcurso de los 30 días en el juicio”.

Díaz: “No tengo nada que ver con esta causa”

En la segunda jornada de las audiencias de alegatos, otro de los acusados en declarar fue Antonio Darío Díaz, ex empleado de Gabriel Strumia, quien intentó despegarse el hecho por el cual fue acusado.

“Me estoy jugando la vida en este juicio y soy inocente”, comenzó diciendo el camionero de 36 años, padre de un niño de 6, para agregar que extraña “mucho”  a sus padres.

Después se auto definió como “un hombre trabajador, humilde, honesto” e hizo referencia a que trabaja como camionero desde la adolescencia. “Mi vida siempre fue mi esposa, mi hijo y mis cuatro hermanas”.

Recordó que “trabajaba para Gabriel Strumia como su empleado”, a raíz de lo cual “conozco a Strumia y a (su esposa) Roxana MIchl, a los demás (imputados) a ninguno”.

Sobre su relación con Strumia, aseguró que “era laboral, de empleado a patrón. Él nunca me comentaba sus cosas íntimas, siempre fui un trabajador, humilde, honesto y responsable”.

También desmintió que viviera en cercanías de la acusada Mirta Ruñisky, a quien se señala como autora del abordo que habría terminado con la vida de Paula Perassi. “De ninguna manera ella es mi vecina, vive en la otra punta del pueblo, como a 10 o 12 cuadras.  Yo no la conocía de antes, supe quién era cuando ingresé al Tribunal”.

Díaz insistió en despegarse el caso de la mujer desaparecida. “Declaré en dos oportunidades más y dije siempre lo mismo, que no tengo que ver en esta causa, que no sé por qué estoy involucrado en esto, nunca conocí a Paula Perassi”.

En el mismo sentido afirmó: “no puedo explicar qué ocurrió con Paula, si supiera lo hubiera dicho desde un primer momento” y recordó que “los abogados de Perassi me decían que si quería salir en libertad que dijera la verdad. Yo nunca la conocí, nunca estuve con ella, nada”.

Luego hizo referencia al día en que Paula fue vista por última vez. “El 18 septiembre estuve en Totoras en la casa de Inés Cabello junto a su familia y pasé todo el día con ellos. Estaban Inés, su esposo Alexis y sus hermanos. Los conozco hace más de 16 años, siempre iba a visitarlos, era normal que cuando viajaba para esos lados tomaba unos mates y luego seguía”.

Díaz continuó narrando: “estuve en Totoras hasta las 9 de la noche y luego me vine a mi casa. Prendí la computadora, revisé los mails, chateé unos minutos con una chica y me fui a dormir para ir a trabajar al otro día normalmente”.

Después enumeró que desde que atravesó su condición de detenido “estuve en alcaldía de San Lorenzo, en Coronda, en Piñero, y actualmente estoy en la unidad 6”, y sostuvo, llorando: “perdón por la palabra, pero me cagaron la vida”.

Al estar detenido “me perdí de muchas cosas, los primeros años de mi hijo, los cumpleaños, las fiestas, y no pude acompañar a mi hermana cuando falleció mi sobrino”.

Por último, se dirigió al Tribunal y sostuvo: “confío plenamente en ustedes que van a juzgarme. Soy inocente y quiero que se termine todo esto ya, de una vez por todas”.

Puyol: “a lo largo de todo este juicio, lo único que escuché fueron mentiras”

Otro de los acusados que declaró fue el ex comisario inspector Adolfo Daniel Puyol, quien se encontraba arrestado desde hacía cuatro años, últimamente en condición domiciliaria.

“El sábado pasado cumplí cuatro años de injusticias, esa es mi única verdad” sostuvo y enfatizó: “no tengo nada que ver con la desaparición de Paula Perassi”.

Luego señaló que “todo esto arrancó por el dedo acusatorio del señor Perassi en 2012, cuando empezó a decir por los medios, en marchas y por todos lados, que yo era amigo de Strumia, y que sabía lo que había pasado con Paula, pero es mentira. Eso por un lado. Y por el otro, por el fiscal y por el juez de primera instancia de San Lorenzo”.

Luego aseguró que nunca estuvo involucrado, como policía, con la investigación del caso Perassi y explicó: “había cuatro agrupaciones en la Unidad Regional XVII. En una de ellas, Orden Público, ingresó la denuncia de Ortiz de Elguea (concubino de Paula)” y agregó: “son cuatro agrupaciones diferentes, por lo que no puedo intervenir en lo que hace otra agrupación. Si bien personal de Agrupación de Unidades Especiales u Orden Público podían ser subalternos míos, de menor jerarquía, no eran mis subordinados, ellos respondían a los jefes”.

Después aseguró: “jamás me metí en la investigación, yo no toqué ni un papel de la causa, porque no era mi ocupación”.

Puyol, recordó que “Paula Perassi  se fue a las 10 de la noche de su casa y yo me enteré al otro día, por la tarde” y precisó: “me llama Strumia el lunes a las cinco y media de la tarde desde el Nextel y me dice ‘estoy con un amigo de la familia, Alberto Perassi, que tiene un problema’. Le pedí, ‘decime de dónde es tu amigo’. De San Lorenzo, me dice que tiene una hija, que el día anterior se había ido de la casa, que salió a buscar la tarea de los chicos y que no volvió. Entonces yo le dije que vaya, haga la denuncia y lleve una foto. Me vuelve a llamar al ratito y me dice que no lo atendían en la comisaría. Tipo siete y algo me llama y me dice que ya le habían tomado la denuncia”.

En coincidencia con lo que había declarado el día anterior Roxana Michl, el ex jefe policial sostuvo que “el día 22, cuando Strumia ya estaba detenido -algo que yo no sabía- me llama después de las cuatro de la tarde su señora, a quien conocía porque yo tenía dos camiones en su taller, y me dice: ‘no lo puedo encontrar al Gabi, fui a la comisaría de Puerto y no está; pregunté y no está, pasé por la Jefatura y no está’. Le pregunté si pasó a Jefatura a preguntar, entonces le dije que vaya y pregunte. Después sé que ella fue y preguntó y me dijo que el marido estaba incomunicado”.

Puyol hizo referencia a dichos del padre de Paula sobre su comportamiento en el momento en que concurrió a la sede policial a denunciar la desaparición de su hija. “El reclamo de Alberto Perassi es que me buscó en la Jefatura, en la Agrupación Cuerpos y no me encontró, que yo no estaba. ¿Cuál es el delito que cometí por no haber atendido a Perassi ese día?”.

Luego afirmó: “a mí me han llamado mil personas. Strumia me llamó y me dijo que el amigo tenía un problema, y me preguntó qué tenía que hacer, como tanta gente me consulta, incluso ahora que estoy preso”.

Puyol también se encargó de aclarar que “con Strumia tengo comunicación desde el año 2006, 2007, pero siempre fue una relación comercial. No tengo llamadas los fines de semana, ni por la noche”.

En la parte final de su alocución, Adolfo Daniel Puyol expresó: “a lo largo de todo esto lo único que escuché fueron mentiras” y ejemplificó: “el fiscal dijo en su alegato que el 18 (de septiembre de 2011) tuve llamadas con Strumia y eso es mentira. Vengo aguantando mentiras desde hace años. Nunca fui escuchado, y si me escucharon no prestaron atención”.

“No tienen pruebas porque no hice nada”

Puyol recordó también en su declaración que “en 2012 le mandé una carta documento al señor Perassi para que deje de hablar todo lo que estaba hablando, pero siguió, hasta que en 2014 el abogado Ferrara dice que yo tenía entrecruzamientos de llamadas con Strumia el domingo (18), cosa que es mentira. La jefatura de Policía de la provincia me dio el pase a la ciudad de Santa Fe. Yo llevaba una carrera intachable y me sacaron de mi lugar”.

También recordó que “me presenté ante el fiscal Moscetta y me dijo que vaya tranquilo que no estaba imputado de nada. Le dije que me tomara una declaración y me dijo que no, que vaya tranquilo y pasó. En 2015, dado que Perassi seguía y seguía con Puyol, me dice mi esposa que ‘hay un montón de quilombo acá y te van a pedir la detención’. Yo le dije ‘no pasa nada, el que nada hace, nada teme’. Un miércoles de abril de ese año Perassi se encadenó en la puerta del Tribunal y empezó a reclamar justicia, entonces (el taxista Rubén) Reide y un abogado fueron a exigirle al juez Tutau que quede gente presa. Dicho y hecho: el lunes caímos ocho presos ¿De qué justicia hablamos? Siempre fueron imparciales”.

Por último, concluyó: “vengo acá a demostrar mi inocencia. No tienen pruebas porque no hice nada, porque soy inocente”.

DIA 18

Ultima jornada de alegatos. Galtelli: “este colectivo criminal, lo único que hizo fue investigar”

El viernes 26 de abril, cuando se cumplieron 18 días de audiencias en la sala 7 del Centro de Justicia Penal de Rosario se realizo la última jornada de alegatos de clausura.

En primera instancia habló María José Galtelli, la oficial de policía que se desempeñaba en la Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo cuando desapareció Paula. Cargada con carpetas, papeles, afiches, videos, audios y fotografías, realizó una exposición de una hora y media en donde se desvinculó de todas las acusaciones, entre ellas destruir pruebas y distorsionar la investigación.

La mujer que es docente y además estudio abogacía, rompió en llanto en varias oportunidades y dijo: “hoy tengo que hacer mi defensa, la verdad es que mucho no sé de qué me tengo que defender, pero bueno. Hace ya cuatro años que estoy privada de la libertad y la parte acusatoria me solicita 16 años de condena”. Realizó un recorrido una por una las acusaciones que recaen sobre ella. Entre ellas se le incriminaba no haber intervenido la radio de un teléfono Nextel perteneciente a uno de los acusados (Gabriel Strumia). Respecto a eso mostró una nota: “allí se solicita la intervención de los teléfonos. Yo no omití ninguna radio, porque eso fue firmado por Ducasse y Krenz”, refiriéndose a una compañera de su área y al jefe de la Agrupación y agregó: “tuvimos que venir a juicio y escuchar a la testigo Virginia Rato de Observaciones Judiciales a quien se le preguntó si en el caso que se solicitara intervenir a un abonado, qué se intervenía. Ella dijo que cuando se ponía “abonados” se intervenía tanto la línea como la radio, porque era todo lo mismo. No había que poner línea y radio, como ellos dicen”.

“Sobre la corroboración de los dichos del menor (por Nicolás Strumia), que tanto se habló en este juicio. El 1 de diciembre de 2011, reconozco que tengo llamadas telefónicas. Recibo llamada de Roxana Michl quien me da a conocer que su hijo le había comentado que había visto una chica parecida a Paula en una garita cuando él se dirigía a la escuela a buscar una nota. Voy a hablar con el Dr. Filocco y ordena que se tome declaración testimonial y se vaya a corroborar la existencia de la garita. Me comunico por teléfono con la misma línea con el menor para que se presenten al día siguiente, 2 de diciembre, en la oficina de AUE. Voy al lugar, llego y observo que existe la garita, en la garita había una persona que utilicé como testigo. El menor me hace el recorrido caminando, lo dejamos expresado en el acta y la firmo. Nos critican sobre cómo le tomamos la declaración al menor y delante de su progenitora. Fue lo que ordenó el juez Filocco. No cabe duda la mala intención de la Fiscalía o la querella”, expresó Galtelli sobre las llamadas telefónicas que la vinculan con el matrimonio Strumia-Michl y su accionar tras la denuncia del hijo de los mismos.

Por otra parte, la mujer agregó que “el 6 diciembre de 2011 se hizo la búsqueda en la casa de Ortiz de Elguea quien entregó la ropa de Paula, para realizar la búsqueda con la sección perros. Nos incriminan que teníamos la ropa de Paula y que plantamos la prueba, pero quedó claro que Ortiz de Elguea entregó la ropa el 6 de diciembre. Se hizo la impronta al perro con la ropa en la casa, en la garita, luego se fue al Viejo Bar de Timbúes”.

A su vez, Galtelli declaró que “el señor Maragliano mintió en esta audiencia porque el 12 de diciembre de 2011 el se entrevista con el Dr. FIlocco y lo pone a cargo de la investigación. El 14 el personal de las TOE retira el expediente. El dice que nunca estuvo a cargo, pero consta en el expediente. El 29 cuando ya estaba a cargo de la investigación, cuando estaba con Gómez recorriendo la zona, llega una denuncia de una voz anónima que dice que Paula Perassi está con una tal Paola y le da mi número telefónico. Maragliano pidió intervenir mi teléfono por el término de 20 días.

No fue capaz de ver si eran verdad los dichos, porque el lugar donde dijeron que estuve era una panadería y en verdad era un descampado”, dijo mostrando una foto del sitio en cuestión.

Otra de las acusaciones sobre Galtelli es no haber resguardado un casete con escuchas que supuestamente se perdió, ella respondió a eso diciendo: “el casete 1 y 2 que tanto dicen que se perdió, dicen que yo redacté el acta, secuestré, perdí y como funcionaria omití. El 5 octubre de 2011, el comisario Albornoz retiró de observaciones judiciales los dos casetes 1 y 2. Dice que escuchó el casete y que en uno de eso se escucha una voz de ayuda. Nos trajeron al juicio diciendo que habíamos puesto que era una llamada telefónica, cuando el oficial puso en acta que es lo que aparenta ser una voz. Yo no redacté el acta, está firmada por el oficial Gómez, elevada por el comisario Albornoz. Ellos dicen que yo redacté el acta, pero yo estaba en franco de servicio”.

“Otra de las imputaciones que hacen es falsedad ideológica por un acta de entrega. Es un acta en la que el día 21 de septiembre de 2011 Ortiz hace entrega de listado de llamadas entrantes y salientes de Paula Perassi. Yo como secretaria de actuaciones firmo al pie. En el acta consta que Ortíz de Elguea entrega el listado y todo está firmado. Ellos dicen que hay falsedad ideológica si firmé el acta, si yo no estaba presente, si yo me había retirado antes. Lo que no saben es que si hice el sumario y no hago todas las diligencias no va a coincidir el acta con sumario y mi horario de servicio”, dijo y remató: “me achacan falsedad ideológica, cuando Ortiz de Elguea reconoció el contenido del acta”.

Sobre la acusación por llegar tarde al telecentro desde donde llamaron por última vez a Paula y que no se pudo recoger la filmación de las cámaras porque cuando la policía llegó ya se habían pisado, Galtelli aseguró: “al telecentro no fui, no corroboré nada, no hice el acta, ni mis compañeros, ni Krenz, ni Gómez, ni Fernández hicieron nada incorrecto, porque cuando tuvieron la novedad (por la lista de llamadas) fueron a los 10 minutos al telecentro”.

“Nosotros buscamos a Paula un montón, hemos trabajado varias hipótesis. Le dijimos con Gómez al juez Filocco que había contradicciones en el señor Ortiz de Elguea (concubino de Paula). También nos llamó la atención el comportamiento del hijo, Lucas. La psicóloga me dijo que era necesario que el nene sea sometido a la cámara Gesell, pero el juez Filocco dijo que no y sobre las contradicciones del señor Ortiz dijo que no, que no lo podíamos tocar”, añadió.

Sobre unos supuestos mensajes desde el teléfono que usaba indistintamente Strumia y Paula, Galtelli dijo: “el número 414 el día 21 de septiembre envió mensajes de texto al teléfono de Alberto y otro al primo de Paula. Nunca manifestó el señor Perassi que había recibido esos mensajes y no pudimos saber nunca el contenido de los mismos”.

Al finalizar, la mujer quebrada en llanto dijo: “con todo lo que declaré en este momento lo único que pedimos es que se nos absuelva de todos los delitos que se nos achacan. Soy ajena a todas las imputaciones que me están haciendo. Soy ajena yo, comisario Krenz, Gómez y Godoy. No veo realmente cuáles son los motivos de la Fiscalía de tenernos privados de la libertad. Llevo 1462 días detenida, 4 años, al igual que mis compañeros. Lo que se evidencia es la liviandad con la que se nos trató”. y remató: “este colectivo criminal, como nos llamaron, lo único que hizo fue investigar”.

Abogado de Galtelli: “se piden 16 años porque sí”

Tras la declaración de la acusada, su abogado defensor, el Dr. Oroño, manifestó en su alegato: “queremos marcar la total discrepancia con la posición que ha mantenido la acusación pública y particular. Por lo que solicitaremos la absolución de Galtelli por la totalidad de los cargos que se le formulan. Se piden 16 años porque sí. ¿Qué se pretende? Se pretende que no hagan justicia como deben hacer, pretenden mandar un mensaje a la sociedad de hicimos justicia” .

“Vamos a coincidir todos en cuanto a que el dolor del señor Perassi es genuino, legítimo y todos lo respetamos. Pero también debo decir que por más genuino, legítimo que tenga una causa dolorosa, el dolor no convierte a nadie en fiscal, juez, ni dueño del destino de ninguna persona y que no puede cambiar la esencia de este recinto, que es un Tribunal de justicia. El dolor no puede convertir a este Tribunal en un altar de los sacrificios, donde al Dios dolor le ofrendemos nada menos que la libertad de las personas. Todos venimos a buscar justicia”, aseveró y concluyó diciendo:  “voy a pedir que absuelva de culpa y cargo a María José Galtelli, ante la poca probable posibilidad de que la considere penalmente responsable por alguno de los hechos se encuadre su acción como delito único, se imponga lo mínimo previsto para ese delito único y se tenga por purgada la pena”.

Habló el último acusado y se cerraron los alegato

Luego de 18 días de juicio, el último alegato y el último acusado en tomar la palabra fue el sargento de policía Gabriel Godoy.

El hombre que se desempeñaba en la Agrupación de Unidades Especiales (AUE) en 2011, explicó que comenzó en la investigación por la “solicitud de paradero” de Paula Perassi el día 20 de septiembre, dos días después de su desaparición.

“Fue cuando llega Alberto Perassi con su amigo Gabriel Strumia, a AUE. Nos hace saber que Strumia había recibido un mensaje de texto de un teléfono terminado en 414. En un primer momento me pareció extraño que ese mensaje no tuviera refrenda de quién lo había enviado. Ese número era desconocido hasta para Strumia”, señaló. Cabe aclarar que en el transcurso del juicio se supo que ese celular de número 414 era un teléfono que usaban indistintamente los amantes (Paula y Strumia) para comunicarse entre sí.

“Le hice la pregunta de por qué el envío de ese mensaje a él y no al marido o padre de Paula y qué relación tenía con Paula. No me supo contestar porque el mensaje era enviado hacia él. Tomé mi celular y llamé al 414, también Strumia llama estando conmigo y con Gómez y Perassi. Posterior se recibe declaración testimonial donde dice que Paula tenía contacto con el hijo de él (Nicolás Strumia) vía chat de Facebook. Se le toma declaración y se secuestra el CPU de la oficina del taller, el día 20. Habían pasado 12 horas de que se había hecho la denuncia. Llamo a Strumia  y le pregunto si había tenido noticias del 414, me contesta que no. Posterior llamo a Gómez, mi superior, y le doy cuenta de lo que me había dicho Strumia y me dicen que lo convoque para tomar declaración más extensa. Dado que la del día 20 fue muy escueta. Lo llamé otra vez y lo convoco para que venga al otro día”.

“El 21 vamos con Farías a entrevistar a vecinos de Paula Perassi. Una señora no nos dio mucha referencia a la relación de Paula con el marido, entonces decidimos entrevistar al señor Ortíz de Elguea en la casa. Así fue que nos hizo pasar, tuvimos una charla, nos hace saber que hacía un tiempo dos o tres meses que no dormían juntos, que ya habían tenido charlas de separarse.  Nos muestra la casa. Vemos un papel escrito por paula que decía “estoy harta, estoy cansada”, no era la finalidad secuestrar ese papel, pero había visualizado y yo vi un turno con la Dr. Gioia en el Sanatorio Británico. Lo memoricé y no podía darle a entender a Elguea que iba a investigar. Llamé al Británico y la doctora me dijo que había atendido a Paula y tenía información para dar, pero la única forma que me la daba era personalmente. Decido no dejar constancia en el acta porque sino le estoy diciendo a Elguea por donde lo voy a investigar”, relató sobre el momento que según él descubrió que Paula Estaba embarazada. Paralelamente a esto, Marianela Perassi, hermana menor de la mujer, aseguró en su declaración testimonial que fue ella quien al ir a buscar resultado de un análisis de su madre en el Sanatorio Británico, se enteró que había unos análisis que indicaban que Paula estaba embarazada.

Godoy prosiguió diciendo: “en un primer momento en investigaciones hasta Perassi era sospechoso, todos. Ortiz de Elguea llevó las llamadas salientes y entrantes de Paula y ahí la situación de Strumia cambia, porque eran llamativas las cantidad de llamadas y lo más llamativo era que el teléfono de Paula tenía llamadas al 414, dado que no se iba a llamar Paula sola. Si mandó mensaje del 414 (a Strumia) avisando que se iba a San Juan, cómo el día antes se iba a llamar a ella sola”, reflexionó el policía y remarcó:  “ahí cambia la situación de Strumia y era el principal sospechoso. El 22 al mediodía teníamos que Paula estaba embarazada, yo en 48 horas había establecido eso”.

“Nos sentamos con Farías a interrogarlo a Strumia, a preguntarle porqué había mentido: no contestaba, contestaba con evasivas, se iba por las ramas, quedó encerrado en su versión que no contaba la relación.  Era evidente que tenía una relación de amante con Paula pero nunca la asumió”.

Los últimos en alegar

Godoy es defendido por los abogados Paul Krupnic y José Nanni, que fueron los últimos en exponer sus alegatos en la tarde de ese viernes.

Pidieron la absolución de culpa y cargo de Godoy y el Dr. Nanni dijo que “cuando empezamos este debate hablé que la acusación había traído un relato con características fantásticas. Hemos visto desfilar centenar de testigos de diversa índole, testigos que vinieron acá a decir que otros le dijeron, que declararon de manera irregular, todo para sostener el relato que trajo el bloque acusatorio, relato que intentan imponer para la tribuna, que no puede ser acogido por este Tribunal de derecho” y enfatizó: “Gabriel Godoy es inocente, es un simple sargento de policía que trabajó de manera correcta en esta causa e hizo todo lo que estaba a su alcance para esclarecer la situación de Paula Perassi. Aportó conocimiento sobre el embarazo de Paula y su relación con Strumia. No alteró ningún documento, no sustrajo ninguna prueba”.

Por su parte Paul Krupnic manifestó: “iba a decirles que el esfuerzo de la Fiscalía puesto a cimentar una pata policial tenia que ver con un yerro, descontextualizar en tiempo y espacio una circunstancia, les iba a decir que ellos estaban olvidándose que esto está en San Lorenzo. Creía que había un yerro en la manera en que ellos visibilizaban la investigación policial. Pero después de escuchar a María José Galtelli me convencí de que acá hubo una actividad direccionada, encaminada por parte de la Fiscalía y la querella para calmar el clamor popular en San Lorenzo y esto implicaba detener a personas sin elementos probatorios. Había que calmar, a como diere lugar, al señor Perassi. No importa si con esto se cometían hechos ilícitos”.

Por su parte Krupnic realizó una irónica conclusión sobre cómo la querella catalogó a los acusados : “hay un colectivo de actrices, un colectivo de mujeres cantoras, pero ahora resulta que también hay un colectivo criminal”.

Alberto Perassi: “me voy triste porque nadie dijo dónde está Paula”

El 21 de marzo se habían renovado las esperanzas para la mamá y el papá de Paula. Hacía siete años y medio que esperaban el juicio para saber qué pasó con su hija, para que alguna voz dijera algo. El 26 de abril, cuando terminaron de declarar todos los acusados, se sintieron, en parte, frustrados.

La tristeza estuvo en los ojos de Alberto y Alicia, así como también  en los de quienes los acompañan. En 18 días de audiencias, nadie, absolutamente nadie, dio un dato sobre qué pasó, qué le hicieron a Paula y al bebé que esperaba.

Alberto llegaba cada mañana con Alicia al Centro de Justicia Penal en la zona sur de Rosario y durante 18 días dispuso los carteles con la foto de su hija y el pedido de justicia. Desde el predio frente al recinto donde se libraba el juicio, acompañaba a sus abogados hasta la puerta, por “cábala”, como les decía, les daba un abrazo y les deseaba suerte, los dejaba en la puerta y volvía con Alicia. Él, a quién la suerte o más bien la justicia lo viene abandonando desde el 18 de septiembre de 2011, le deseaba suerte a sus abogados y a las personas que ingresaban a presenciar las audiencias acompañando desde ese lugar a su familia.

Él y Alicia aguantaban afuera, bajo días de sol, pero también de viento y lluvia. Ofrecían facturas y tortas que su hija mayor, María Fernanda, enviaba para “los que hacían el aguante”. Ofrecían mates. Ofrecían la entereza de unos padres que buscan justicia por la hija que le arrancaron. Ofrecían y ofrecen el ejemplo para muchos, muchas.

Cuando terminaron los alegatos, cuando fue el último día de audiencias el viernes 26 de abril, y cuando solo restaba esperar la lectura del fallo el jueves 2 de mayo, Alberto y Alicia hablaron con esta periodista, para Periódico Síntesis, único medio que estuvo en absolutamente todas las instancias, de cada una de las audiencias.

Alberto expresó: “hasta acá llegamos, esperemos que se haga justicia. Lo lamentable es que nadie dijo absolutamente nada. Nosotros nos vamos de acá sin nada, pero bueno, que actúe la justicia y si realmente se han dado el lujo de no decir qué es lo que hicieron y qué pasó con Paula, lo que digo es lo contrario de lo que decía antes: que se pudran la cárcel”.

Alicia, en medio del llanto por tanto vivido estos años manifestó: “me voy triste porque nadie dijo a dónde está Paula, que era lo primero que quería saber, para decirle a sus hijos, Lucas y Agustín. Y bueno, Dios sabrá, qué tiene que hacer con esta clase de gente”. Ella, cuando volvía a recorrer los 35 kilómetros que la separan del Tribunal de su hogar, escribió en su muro de Facebook: “me voy a casa sin poderle decir a mis nietos a dónde está su mamá”.

Ante esas palabras, no había mucho más que decir. Solo esperar justicia, y que alguna vez Lucas y Agustín puedan saber qué pasó con su madre.

LA SENTENCIA

Alberto Perassi: “Fueron 2781 días de lucha”

Finalmente, el jueves 2 de mayo de 2019 se conocería la sentencia contra los acusados por la desaparición de Paula Perassi.

El veredicto sería en el Centro de Justicia Penal de Rosario, casi en la zona sur de esa ciudad, a 35 kilómetros de donde el 18 de septiembre de 2011 desapareció Paula. Desde ese día no se sabe nada de la mujer que estaba embarazada de seis semanas al momento de desaparecer. El 21 de marzo había comenzado el juicio a nueve personas, cuatro civiles y cinco policías de la URXVII.

Fueron 18 jornadas de audiencia, que duraron entre 8 y 10 horas, donde se escucharon diferentes testimonios que fueron intentando rearmar la historia.

Lo que manifestaron la querella y los fiscales, fue que a Paula la obligaron a realizarse un aborto contra su voluntad. Primero la privaron de su libertad, la llevaron a practicarse ese aborto, el que ella no se quería realizar, y en el que murió luego. Por una estructura, en la que participo el Estado, la hicieron desaparecer, y siete años y siete meses después, aun no se sabe nada de ella.

Alberto Perassi, no solo es el papá de Paula. Es también el referente de esta lucha por justicia. Alberto se encadenó, y junto a su esposa, Alicia, salieron a la calle muchísimas veces en San Lorenzo. Fueron a los medios de Buenos Aires, se juntaron con cuanta persona pudieron, solo para pedir justicia.

Siete años y siete meses después, el 2 de mayo se conocía el fallo. En ese momento, cuando se le preguntó a Alberto qué sería que haya justicia para él, respondió: “fueron 2781 días de lucha. No es lo que en definitiva esperábamos, porque queríamos que alguien nos dijera donde esta Paula, que hicieron con Paula, y no lo hemos podido lograr. Hoy estamos esperando que la justicia esté a la altura de las circunstancias, y tenemos que resignarnos a que a Paula no la encontraremos nunca más. Esto hace a que yo cambié también, siempre dije que yo trabajé para conseguir el cuerpo de Paula. Hoy tengo que pedirle al Centro de Justicia Penal que les den perpetua a todos y que se pudran en la cárcel”.

“La gente quiere saber como yo, como toda la sociedad sanlorencina. Estuvieron presentes los 18 días de audiencia. No esperaba este acompañamiento, pero lo agradezco”, concluyó emocionado.

Voces de mujeres a la espera de la sentencia

El día de la sentencia, se realizó una vigilia frente al Centro de Justicia Penal de Rosario.

“Las mujeres del país ya dijimos ni una menos hace ya tiempo, y no vamos a permitir que haya una desaparecida más”, dijo Melina, quien integra el Movimiento Voces en Rebeldía del Cordón Industrial, y envió un mensaje de acompañamiento de las mujeres de San Lorenzo a Alberto y Alicia.

“Me parecen importantísimas estás jornadas que se realizaron. Se van a convertir en jornadas históricas, jamás se realizó este acompañamiento semejante en pedido de justicia. Este trabajo colectivo y esta unidad entre todas las mujeres me parece importantísimo acompañarlo. Entendamos que es un momento histórico más allá de la sentencia”, expresó Liliana, quien pertenece a Amsafe.

“¿Somos el populismo? Si, acá está el pueblo, está clarísimo que el pueblo está haciendo justicia por Paula Perassi, estamos orgullosas de haber logrado esto. Paula es un ejemplo, lo que le pasó le puede pasar a cualquiera. Por Paula hicimos justicia en la calle, y estamos exigiéndole a esta gente que está adentro. No queremos pedir más justicia, queremos que no nos maten más”, expuso Marina, representante de las mujeres de barrio Ludueña de Rosario, quien también acompañó la vigilia.

Gabriela, integrante del PSR sanlorencino, concluyó: “a Paula la secuestraron para obligarla a abortar, aun sabiendo que ella iba a morir, la privaron de su derecho a decidir, y luego desaparecieron su cuerpo. Un hecho semejante, en cualquier parte del mundo, necesita de la logística del Estado. Sin el poder político, sin la policía, y sin la Justicia, que un cuerpo desaparezca y no quede rastro, es porque el Estado es responsable de lo que ha pasado en San Lorenzo”.

El reloj se acercaba al mediodía, la hora estipulada para la cual Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos, los jueces de la causa, decidirían la pena que recibirían los nueve imputados.

Todos absueltos y el clásico del caso Perassi: la impunidad

La silla de la justicia vacía previo al ingreso de los jueces y la lectura del fallo. Después, también la silla de la justicia vacía.

“Hoy termina este juicio contra los acusados, con las personas hoy acusadas, lo que no puede ni debe terminar, de parte de quién corresponda, es la búsqueda de Paula Perassi y lo que pasó con ella”, con esas palabras se puso fin a la historia. A esta etapa de la historia. La jueza Griselda Strólogo que presidió el Tribunal integrado también por Mariel Minetti y Álvaro Campos, leyó el fallo en el que se absolvió a los nueve acusados en el caso por la desaparición de Paula Perassi y culminó con un pedido de continuar la búsqueda de Justicia.

Una justicia que en 7 años, 7 meses y 13 días, la familia no encontró y que el Estado tampoco supo brindarles. Una justicia que les fue arrebatada durante 2781 días, como fue arrebatada Paula el 18 de septiembre de 2011 de la puerta de su casa en pleno centro de San Lorenzo.

El silencio se apropió de la sala, afuera el fallo también fue esperado en un ensordecedor silencio. El silencio ganó. Ni los casi cien testigos, ni los nueve acusados, ni los fiscales, ni los abogados, ni los jueces pudieron darles a Alberto y Alicia la respuesta que buscan para sus nietos: ¿Qué pasó con Paula? O más precisamente: ¿Qué le hicieron a Paula?

Palabras del Tribunal

La voz se le entrecortó a todos y todas el jueves 2 de mayo. Afuera y a dentro.

Pero la jueza también parecía con la voz entre cortada y hasta se trabó varias veces en la lectura. Sin embargo, sus palabras fueron certeras, Griselda Strólogo dijo en la sala 7 del Centro de Justicia Penal de Rosario, pasadas las 12 del mediodía, que leería algunas consideraciones para “dejar en claro algunas ideas de este Tribunal”.

En su texto la jueza dijo: “nos encontramos ante un caso de enorme trascendencia social que nos conmueve y nos moviliza a todos, esto de tener a una persona desaparecida. Entendemos que es totalmente legítimo el dolor de su ausencia y el pedir respuestas antes que venganza. La labor de este Tribunal de juicio es verificar si se habían reunido pruebas”, agregó y aseguró que han trabajado con absoluta “independencia”.

La jueza apuntó a la parte acusatoria, Fiscalía y querella y dijo: “tiene la carga de demostrar con pruebas todo lo que dice ante un Tribunal. Se tomaron más de 7 años para saber qué pasó con Paula Perassi y traer a los responsables a juicio”.

Los jueces consideraron que los acusadores “no lograron probar que las personas acusadas son culpables de los delitos que se les achaca. Todos escuchamos la versión de los acusadores de lo que supuestamente había ocurrido con Paula que surgió de investigaciones estatales sino una serie de datos, comentarios, recolectados desde el dolor por su ausencia, armados por el imaginario popular que se fue armando con el tiempo y el clamor social. A la luz de un juicio oral y público fue imposible sostenerlo, argumentarlo y por sobre todas las cosas probarlo. Si hubo algún tipo de verdad, los acusadores no supieron agruparlos y apoyarlos para que se convirtieran en pruebas sólidas con solvencia jurídica para que logre una condena como la que se solicitó”, expresó duramente la jueza a la vez que dijo que “los jueces ni investigan ni esclarecen crímenes sino que no toca la tarea de examinar tanto las pruebas que la Fiscalía y los querellantes nos traen a juicio para reconstruir el suceso pero no desde un discurso sino de pruebas contundentes que lo respalden para generar certeza”.

También se refirió a lo complejo del caso: “la complejidad de este caso requería un esfuerzo mayor de los investigadores y no promesas de funcionario ya que se partía de no tener escena de crimen ni cuerpo y por lo tanto la recopilación de evidencias tendría que haber sido mucho más contundentes para comprobarlo” y aseguró que “no existen crímenes perfectos imposibles de probar sino que lo que existen son deficiencias investigativas”

Sobre las penas de cadena perpetua que solicitó la Fiscalía y la querella, la jueza dijo: “se pidieron penas máximas pero para lograr que los jueces podamos imponerlas no es suficiente un relato. No debe haber fisuras en sus posturas, no hay que dejar dudas. Se deben abordar todas las líneas investigativas, respaldarlas con argumentos sólidos y rebatirlas” y calificó de “desprolija, controvertida, cuestionada e insuficiente” a la actividad probatoria de Fiscalía y querella.

El fallo leído por la jueza decía:

1- Absolver a Gabriel Strumia, Roxana Michl, Antonio Darío Díaz y a Mirta Ruñisky por la comisión de los delitos de Privación ilegítima de la libertad agravada y aborto sin consentimiento seguido de muerte, en concurso real en calidad de coautores, por aplicación del beneficio de la duda/principio in dubio pro reo.

2- Absolver a Adolfo Daniel Puyol, por la comisión de los delitos de Encubrimiento Agravado, incumplimiento de los deberes funcionario público en concurso real en calidad de autor en función de la acusación formulada por la Fiscalía y por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, en calidad de participe necesario y aborto sin consentimiento seguido muerte, en carácter de co-autor, en concurso real, según por la acusación realizada por la querella; por aplicación del beneficio de la duda/principio in dubio pro reo.

3- Absolver a Jorge Krenz, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez, por la comisión de los delitos de Encubrimiento Agravado, Incumplimiento de los deberes funcionario público, sustracción y destrucción de objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente y falsedad ideológica de instrumento público en concurso real en calidad de coautores, por aplicación del beneficio de la duda/principio in dubio pro reo.

Seguido a eso, se dispuso la inmediata libertad de todos los acusados y que el costo del juicio corra por su cuenta.

Afuera, los abrazos

Afuera del Centro de Justicia Penal Alberto y Alicia, los papás de Paula, escucharon el fallo acompañados por cientos de personas que se acercaron a hacerles el aguante, a contenerlos, a abrazarlos. Hubo música, radio en vivo con las emisoras comunitarias Fm Poriajhú y Aire Libre desde temprano y en pantalla gigante se transmitió la sentencia en vivo.

El silencio cuando la jueza hablaba era arrollador. El resultado lo fue. Llegaron los abrazos con llanto y Alicia debió ser atendida por un servicio de emergencias al sufrir una descompensación por la noticia.

Inmediatamente después del fallo, Alberto tuvo la amabilidad de en medio del dolor hablar con la prensa, porque había una sociedad esperando sus palabras, los ojos estaban puestos en él, incluso había medios transmitiendo en vivo. Lo primero que se preguntó el padre de Paula fue: “¿Mis derechos donde están? Los de ellos yo los reconozco, ¿qué pasa con todo esto y ahora qué? Paula sigue desaparecida, en democracia, todos absueltos, y ¿esto cómo sigue? Espero que no me metan preso a mi”, remató.

“Estoy de acuerdo con ellos (por el Tribunal), pero que me digan a donde están mis derechos. No lo esperaba, esperaba otra cosa, pero si la justicia dice que tiene razón lo aceptaré, pero alguien va a tener que decirme donde están mis derechos”.

“¿Quién se va a hacer cargo de la deficiencia en la investigación? ¿Filocco que dijo que Paula era una loquita y que se calentó y ya iba a volver?”, preguntó.

Cuando se lo consultó sobre los responsables de la impunidad, Alberto dijo: “la culpa es del poder político, judicial y policial de la ciudad de San Lorenzo, eso es lo que tenemos. Queda reflejado lo que tuvimos, una banda que es capaz de hacer desaparecer a una persona en democracia sin dejar rastros. Y a su vez todo el poder de las tres patas juntas, hicieron oficial esto”.

Adrián Ruiz, uno de los abogados de la familia Perassi dijo tras el fallo: “no es la primera vez que pasa en la causa Perassi esto. Uno viene sabiendo que toca muchísimo poder y cuando uno toca poder, las respuestas van a ser en función del poder y no de la gente. Vamos a esperar los fundamentos y vamos a apelar. Acá hay dos personas desaparecidas y una familia que no puede hacer el duelo”.

Alberto y Alicia recibieron el abrazo de los presentes, pero el dolor fue inevitable. Se fueron a su casa sin saber qué pasó con su hija y también se iban sin responsables, sin condenas.

Ese 2 de mayo, el clásico en el caso Perassi volvió a ser la impunidad.

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Concejalas rosarinas se pronunciaron sobre la absolución en el caso Perassi

Después del fallo absolutorio hubo pronunciamiento de diferentes sectores, entre ellos, concejalas de la ciudad de Rosario emitieron un comunicado que decía: “¿Hasta cuándo podrán jugar los hilos de la impunidad con Paula?”

“El fallo de la causa por la desaparición de Paula Perassi pasará a la historia como una vergüenza para la justicia santafesina”, aseguraron las concejalas rosarinas Fernanda Gigliani, Marina Magnani y Norma López, quienes además expresaron su más enérgico repudio al dictamen del Tribunal que absolvió a todos los imputados por la desaparición de la joven sanlorencina.

“La sentencia garantiza impunidad a los sindicados como responsables de la desaparición de Paula en septiembre de 2011-entre ellos muchos integrantes de la Policía provincial- sin haber protegido  pruebas en el inicio de la investigación. Entendemos que es un fallo disciplinatorio hacia las mujeres que buscan justicia por las violencias que sufren en nuestro territorio, cuyo mensaje final es ‘sigan desapareciendo personas y asesinando que está todo bien’”, reprocharon las ediles.

En tanto, también aclararon que esta resolución judicial “nos coloca en una posición similar a las de las víctimas de lesa humanidad cuando pedían que la búsqueda de actos, pruebas y cuerpos sea responsabilidad de la familia y no de la Justicia,  aporta y profundiza la mirada patriarcal y machista sobre las mujeres y sus cuerpos y más aún, cuando la voz cantante de este terrible fallo es una mujer que ha hecho público un posicionamiento que no hace más que delatar la falta de perspectiva de género”.

En ese sentido, las concejales agregaron: “la última vez que se la vio a Paula Perassi fue el 18 de septiembre de 2011. Hoy sentimos: vergüenza, hastío, indignación pero la lucha y la búsqueda van a continuar. Una vez más exigimos Justicia porque hasta hoy la justicia no llega”.

Para finalizar, mencionaron: “Apoyamos y abrazamos la lucha inclaudicable de sus padres y nos preguntamos: ‘¿Hasta cuándo podrán jugar los hilos de la impunidad con Paula? ¿Hasta cuándo una justicia patriarcal seguirá esbozando impunidades?. Paula somos todos y todas. Sin Paula no hay justicia”.          

El diputado Carlos Del Frade dijo que fue “la segunda desaparición de Paula Perassi”

Tras conocerse el fallo, también se expresó el diputado provincial y periodista Carlos Del Frade.

En un escrito manifestó: “Paula Perassi fue desaparecida el 18 de septiembre de 2011. Iba a ser mamá. Le indujeron un aborto ilegal que no quería. La mataron. Nadie supo, nunca más, qué hicieron con su cuerpo. Una trama mafiosa trabajó a la perfección.

Estaba constituida por policías corruptos, jueces que siempre tuvieron miedo y fueron receptivos de los teléfonos políticos y empresariales. Eso es San Lorenzo. El inicio del sueño sanmartiniano de la patria grande y el punto de mayor concentración de dinero procedente de las exportaciones argentinas, en la actualidad.

Una geografía contradictoria donde es común encontrar huellas del narcotráfico, lavado de dinero, cereal en negro, contaminación ambiental, accidentes laborales mortales, prostitución infantil, por un lado; y cientos de mujeres y hombres que luchan por un presente de mayor dignidad. Paula Perassi fue tragada por las pesadas sombras de esa realidad contradictoria e impune.

El jueves dos de mayo de 2019, en el edificio del Centro de Justicia Penal rosarina, el fallo de un tribunal integrado por la jueza Griselda Strólogo, Alvaro Campos y Mariel Minetti, absolvió a los nueve desaparecedores de Paula”.

En su escrito también consideró “ No hay cuerpo, no hay delito. Como en la dictadura de las desapariciones. Los desaparecidos no están, como dijera Jorge Videla. “La enorme dificultad de no tener escena del crimen, ni el cuerpo, ni estos de la víctima”, fue la frase que recicló el concepto de entonces. Después vendría la segunda máscara.

Argumentar la ausencia de pruebas objetivas. La macabra síntesis para justificar la cobardía judicial, la corrupción policial y el silencio cómplice de ciertos nichos de la política”.

Del Frade también consideró: “el Tribunal dejó de lado el imperativo del nuevo sistema penal santafesino basado en los testimonios, por eso la centralidad de la oralidad por encima de los expedientes, aquella vieja usanza que venía desde los tiempos de la dominación española. Porque los jueces no investigan, como bien dijo la doctora Strólogo, sino que deben fallar de acuerdo a su profunda convicción. No se habló de convicciones, se habló de pruebas objetivas que faltaron. Un escondite para no poner el cuerpo. La resolución fue impactante. Alicia, la mamá de Paula, no pudo con la angustia y debió ser internada. Alberto, el papá, apenas ironizó que menos mal que no lo metieron preso a él. Ahora los desaparecedores estarán en libertad. Pero nada será igual en San Lorenzo.

Paula Perassi divide el presente en un antes y un después de la sentencia. Por la tarde del jueves, cientos y cientos de personas abrazaron a la familia y condenaron la decisión del triunvirato judicial. Lo cierto es que la desaparición de personas, tal como sucedía con los jueces federales durante el terrorismo de estado cuando rechazaban los hábeas corpus presentados por las familias de las y los secuestrados, sigue teniendo personas que reciclan su lógica a la hora de construir impunidad.

Los policías absueltos eran, justamente, los que debieron investigar y destruyeron cualquier evidencia. Los que ya venían trabajando para construir otras impunidades en ese paraíso de dinero legal e ilegal que es el departamento San Lorenzo.

La democracia no ingresó de forma completa en los servicios públicos de justicia en las provincias argentinas.

La segunda desaparición de Paula Perassi demuestra, una vez más, la fenomenal impunidad de las mafias.

Queda como esperanza la respuesta popular, la indignación y la necesidad de insistir hasta que el presente se parezca más a los sueños que a las pesadillas impuestas por los que son pocos”.

Movilización espontánea

Luego de que se diera a conocer el fallo con la absolución a los nueve acusados del juicio por la desaparición de Paula Perassi, el mismo día a la tarde noche se realizó una espontánea manifestación en la ciudad de San Lorenzo. Vecinos y vecinas de esa ciudad, pero también de todo el Cordón Industrial y Rosario, llegaron a la esquina de los bancos con carteles, bombos, gritos y aplausos para hacer ruido, porque la sentencia les hizo ruido. Casi al cierre de la concentración, llegó Alberto en su auto, que volvía del sanatorio donde había permanecido en observación Alicia por unas horas, tras descompensarse al conocer el fallo. Fue ovacionado por los presentes, abrazado por una marea en el abrazo más grande que tal vez se haya dado alguna vez en esa esquina tradicional de luchas en su ciudad.

Caravana por Paula Perassi: “el Estado es responsable”

 Tras esa manifestación, se organizó otra movida para la semana siguiente, para potenciar el reclamo social.

Liliana Leyes, de ATE Rosario explicó que “desde la Multisectorial por Justicia por Paula Perassi y la Articulación Feminista, después de un fallo tan terrible, tan misógino, con tanta falta de perspectiva de Derechos Humanos y de género, nos hemos vuelto a reunir para acordar pasos a seguir, para continuar acompañando la lucha que va a tener un nuevo proceso. No dejar las calles para nosotras es esencial, sostener las calles y las acciones que acompañen las decisiones que vaya tomando Alberto, Alicia y los abogados”.

Leyes, quien acompañó durante todo el juicio -junto a gran cantidad de mujeres- a Alberto y Alicia, contó que “definimos hacer una caravana que va a salir de la sede de la Gobernación (esquina de calles Santa Fe y Dorrego de la ciudad de Rosario), porque entendemos que el Estado es responsable de este fallo. Si desde el principio el juez y los fiscales que tomaron la causa hubieran hecho las acciones que debían, hoy no estaríamos así. Las pruebas se perdieron por responsabilidad política y por una definición clara también de quien fue en ese momento el juez, Eduardo Filocco, y quienes actuaron en ese momento, la policía que perdió las pruebas. Para nosotros hay una responsabilidad muy grande del Estado y por eso salimos de Gobernación a las 18 hs., para luego ir pasando por distintas ciudades, donde se irán sumando vecinos y vecinas de distintos lugares. Vamos a parar en Granadero Baigorria, en Capitán Bermúdez, en Fray Luis Beltrán y van a ir subiendo todos los que quieran acompañar esta caravana histórica, donde vamos a volver a las calles para decir fuertemente Justicia por Paula Perassi”, detalló Liliana.

También contó que “la idea es salir con micros que serán cedidos a la familia y también desde los sindicatos se generarán micros, y acompañar con autos, motos, trafics y quienes se vayan sumando, para llegar a la esquina de los bancos en San Lorenzo, donde nos estarán esperando Alicia y Alberto, para hacer una marcha que haga retumbar San Lorenzo, que en cada rincón de la ciudad se escuche que están viviendo asesinos, asesinas y cómplices en ese lugar y que la impunidad está recorriendo las calles. Pero que hay una justicia social que es la nuestra, una justicia que construimos entre todos y todas”.

Finalmente, a una semana del fallo se realizó la masiva movilización.

Organizado por la Multisectorial de Mujeres del Cordón Industrial, el colectivo Articulación Feminista y la Multisectorial Justicia por Paula Perassi, se realizó la “Caravana Regional por Paula Perassi”.

Encabezada por Alberto Perassi y Alicia Ostri, los padres de la joven desaparecida en 2011, los manifestantes que llegaron desde Rosario y todo el Cordón, se movilizaron por la avenida San Martín cantando consignas contra la policía provincial y contra los 9 acusados absueltos en el juicio, además del reiterado “Paula Perassi presente ahora y siempre”.

La caravana se inició frente a la sede de la gobernación en la ciudad de Rosario, y luego de travesar el Cordón industrial, culminó en la esquina de los bancos de San Lorenzo y la columna de manifestantes ocupó más tres cuadras de longitud.

Recorriendo diferentes calles del centro de la ciudad, la marcha se detuvo frente al edificio de los Tribunales de calle San Carlos y lo mismo ocurrió frente a la Municipalidad, para culminar con un acto que incluyó la lectura de un documento conjunto, en la esquina de los bancos.

Las voces del después

Defensa de Puyol: “engañaron al señor Perassi”

El ex comisario Adolfo Daniel Puyol, estaba acusado de ser autor de los delitos de “encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes funcionario público”;  partícipe necesario en el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada”, y co-autor del delito de “aborto sin consentimiento seguido muerte”. La Justicia lo absolvió de todas las acusaciones, por “aplicación del beneficio de la duda”.

Poco después de conocido el fallo, sus defensores, los doctores Víctor Corvalán y Evelyn Quain, opinaron sobre lo resuelto. El Dr. Corvalán confesó sentir “una enorme satisfacción” y agregó: “nos encontramos con un Tribunal que estuvo a la altura de las circunstancias. Nuestras expectativas eran que resolvieran en función de lo que había pasado en la audiencia en la que se demostró la total irresponsabilidad de un fiscal y de los abogados de la querella que engañaron al señor Perassi”.

Sobre esa apreciación manifestó: “realmente lo siento, porque no se puede ser tan perverso de hacerle creer a una persona que en este juicio se iba a encontrar justicia para Paula. Si justicia era condenar a los inocentes, se dieron cuenta que esto no se puede porque felizmente vivimos en democracia”.

También reveló sentir “una gran alegría, porque a quienes estamos comprometidos con el sistema, los derechos humanos, la democracia y la República, este fallo nos alienta y reconforta”.

A su vez, la abogada Evelyn Quain, adhirió a las palabras de Corvalán, y aseguró sentir “una enorme alegría de saber que podemos dormir tranquilos porque todavía hay jueces que cumplen con su función, que no es ni más ni menos que hacer respetar la Constitución. Eso es lo que estuvimos viendo en esta sala de audiencias: jueces que fallaron no en base a cuestiones mediáticas, sino basados en las pruebas que trajeron las partes a este debate”.

También dijo que “no se podía avizorar otro final más que este, la absolución de gente que no tenía absolutamente nada que ver, como nuestro defendido, el comisario Puyol, quien es inocente. Esta sentencia confirmó lo que nosotros ya sabíamos”, remató.

Por último, Corvalán adelantó que “le vamos a hacer una denuncia al fiscal, porque tiene que ser revisada su conducta. Con su comportamiento afecta a la cultura jurídica de la provincia”, enfatizó y anunció que “también le vamos a hacer una presentación por daños y perjuicios, porque tres años y medio preso, no pueden ser gratis”, haciendo referencia al tiempo en que su defendido estuvo privado de la libertad.

Defensa de Strumia: “No se logró saber la verdad por una triple responsabilidad del Estado”

Luego del fallo donde se absolvió a los nueve acusados, dialogamos con Narela y Fernando Sirio, abogados defensores del matrimonio de Gabriel Strumia y Roxana Michl.

¿Qué análisis hacen del resultado del juicio?

Fernando Sirio (FS): Estamos conformes por el resultado por la parte que nos tocó llevar, pero no estamos contentos para nada porque no se logró saber la verdad de esta causa y yo creo que por una triple responsabilidad del Estado.

Primero por cómo se llevó adelante el juicio, creo que las palabras del mismo Tribunal al utilizar términos como “desprolijo”, “controvertido” o “insuficiente”, porque no llevaron las pruebas que tenían que llevar, inclusive como pruebas que era obligación llevar, como decir que Paula salió de su domicilio por un llamado de un locutorio, no se probó ni siquiera que era del locutorio el teléfono de donde salió esa llamada, porque no se llamó ni siquiera al titular del local para que dijera que ese teléfono era el de él. Todos los indicios que trajeron fueron controvertidos. Además de la desprolijidad, porque en tres momentos diferentes de los alegatos cambiaron hasta la hora del presunto hecho.

La segunda responsabilidad de parte del Estado es no haber tenido la contención suficiente para que al señor Perassi se lo acompañara y se le dijera la verdad de lo que iba a suceder en este juicio. Se lo puso en la calle, haciendo una tarea de presión para nosotros, pero desde la calle, y acá lo que sucedía, sucedía en la sala de audiencia.

Una tercera faz de esto es no haber permitido al mismo Estado, dentro del Poder Judicial, traer a un testigo esencial, que había sido el primer juez de la causa.

Acá se trajeron policías imputados que trabajaron durante 90 días, pero no se le preguntó al eje, al que podría haber respondido, el juez que les daba las órdenes, el juez que llevó adelante esta investigación, por qué no se investigaron las líneas de investigación, el juez es el responsable.

A Filocco lo tendrían que haber traído al tribunal a declarar como testigo y tendrían que haber explicado porqué no se investigaron líneas y cosas que no se investigaron, que ni siquiera se abrieron, eso nos da la posibilidad de ser cuestionadores de todo, porque no se investigó a gente que mintió solapadamente, como fue en el discurso muy parco y escueto de Ortiz de Elguea (concubino de Paula).

¿Que llevó a que Strumia y Michl estén en el centro de las acusaciones?

Narela Sirio (NS): Porque fue la única línea que se investigó. Cuando uno acusa realiza una promesa, acusa teniendo la certeza de que puede obtener una condena, y yo creo que teniendo en cuenta la resolución de la Cámara del año 2013 todo indicaba que esa condena no iba a poder ser obtenida, por lo que no sabemos qué fue lo que pensó fiscal y querella para acusar y pedir prisión perpetua cuando llegaron al juicio con las mismas pruebas que tenían en 2013 y que tres jueces de Cámara ya habían dicho que las pruebas eran insuficientes.

¿Cómo explican que había indicios para la prisión preventiva de sus defendidos pero  con las mismas pruebas en el juicio se los liberó?

NS: La valoración que se hace de la prueba al momento de disponer una prisión preventiva es muy distinta a la valoración de la prueba que se hace al tener que sentenciar luego de transitado el juicio oral. Es mínimo el caudal probatorio que tiene que haber para sostener una prisión preventiva, tiene que ser solamente probable que la persona haya podido cometer ese hecho por el que está siendo investigado, pero no se requiere la certeza. Igualmente en este caso cuatro camaristas habían dicho que no era suficiente ese caudal probatorio para sostener la prisión preventiva y por eso, tanto Strumia como Michl, quedaron en tres oportunidades en libertad, antes de este plazo tan prolongado en el que llegaron privados de la libertad al juicio. El camarista que entendió que había evidencias para sostener la prisión preventiva se basó fundamentalmente en que era un hecho de gravedad institucional resonante en la opinión pública y la cuestión de que entre los imputados había miembros de la fuerza policial, pero siempre el Dr. Carbone sostuvo que era necesario llegar rápido al juicio, porque era en el juicio donde esas pruebas iban a tener que ser valoradas y donde se iba a determinar si eran suficientes o no para obtener una condena que no es lo mismo que disponer una prisión preventiva.

¿Qué pueden decir sobre el video de las cámaras que sitúan a Strumia y Michl en su vivienda en domingo 18 de septiembre de la desaparición de Paula? ¿Por qué esa prueba no se presentó antes si era trascendental? Incluso fue cuestionada por la parte acusatoria como prueba no fiel.

FS: No nos dieron esa prueba antes. Cuando pasa el tiempo se dice que es enemigo de la verdad, y cuando pasa el tiempo se hace enemigo también de una buena estrategia. No nos dijeron, hasta que no llegó el momento. Esto fue presentado antes del juicio en 2015 o 2016. A mi me lo dijeron y yo lo presenté en el expediente.

Por ejemplo yo me entero que Ortiz de Elguea había golpeado a Paula ahora en el juicio, hablando para preparar la declaración final recién ahora me dice eso Strumia, porque dijo que su primer defensa le dijo que no lo dijera.

Sobre el video me dijo que lo tuvo desde el primer momento pero no quiso aportarlo la defensa de él. Cuando tomamos la defensa le pedimos aportarlo y se pidieron pericias y se llegó con ese video incuestionable.

NS: La prueba se considera veraz e incuestionable hasta que se pruebe otra prueba para rebatirla. Si querés cuestionar una prueba tenés que presentar una que permita rebatirla. Como la reunión en el Viejo Bar, nosotros acreditamos que cada impacto de llamada de Paula estaba en San Lorenzo y no en Timbúes, esas son pruebas científicas.

Cómo evalúan la prueba presentada por el testigo José Luis Freijomil que contó que Paula le dijo en chats que estaba embarazada y que Strumia quería que abortara. Luego Strumia dijo en su declaración que ella no sabía que ella estaba embarazada ¿Cómo se puede explicar?

FS: Es que él ni siquiera sabía que Paula chateaba con su amigo Freijomil. No quito el tenor del contenido de las conversaciones, pero el sujeto que tenía estas conversaciones lo hacía a espaldas de su propio amigo. Hay ciertas cosas que ella decía en esas conversaciones que no son verdad.

NS: La cuestión que fue fundamental más allá de los contenidos es que el propio Freijomil cuando declara dice que no puede dar fe de los dichos de Paula porque no puede comprobar ninguna de las cuestiones que le había dicho. Nosotros lo que encontramos fueron una serie de dichos de Paula que no se corroboraban con lo que se vertió en el juicio a través de testimonios. Lo que más nos llamó la atención fue la declaración en el juicio de la ginecóloga, porque Paula en los chats que mantiene con Freijomil le comenta que ella tenía riesgo de abortar y que eso se lo había dicho su ginecóloga. Cuando vino la ginecóloga a prestar declaración testimonial en ningún momento refirió que el tema del aborto hubiese sido motivo de consulta ni que Paula hubiese tenido riesgos para realizarse un aborto. Eso a uno lo pone en dudas sobre si lo que le decía a Freijomil era cierto o no. Strumia siempre sostuvo que nunca tuvo conocimiento de que Paula estuviera embarazada. Estamos hablando de cuatro o cinco días, donde tuvieron un solo encuentro, camioneta de por medio, donde desde su vehículo él tuvo una conversación con ella.

Se hicieron pericias en la computadora de Strumia y no se encontraron chats entre Strumia y Paula o Strumia y Freijomil sobre Paula.

¿Qué llevó a Roxana Michl a estar acusada?

FS: Es la apretada, o sea, meté presa a la mujer para que él termine aceptando o confesando. Esto lo digo muy burdamente, pero lo veo en la práctica. Más que lo que se dice, de saber y conocer, son dichos, pero como prueba concreta lo único que apareció es lo que escuchamos en el juicio, los gritos que no se entienden lo que es y que había acompañado al hijo cuando dijo que le había parecido ver a Paula en la parada de colectivo. Es toda la línea de investigación que se sustentó sobre Roxana Michl, después no había nada más. Fue ingresada en la causa para presionarlo a Strumia a que diga lo que nunca dijo.

NS: La realidad es que en el juicio no se produjo ninguna prueba y nadie nos vino a hablar de Roxana Michl, las únicas personas que la mencionaron fueron Alberto Perassi y Alicia Ostri en ese supuesto reconocimiento de voces que no puede tener ningún valor probatorio porque hay personas idóneas para realizar reconocimiento de voces, pero en este caso el resultado de la pericia fue que ni siquiera se podía confirmar que esa fuera una voz femenina.

¿Cómo analizan el hecho de que Strumia tomó la palabra en un primer momento para decir que no era amigo de Puyol, ante el pedido del comisario en la misma audiencia, cuando antes nunca había hablado?

FS: Fue un poco para descomprimir una situación personal entre ellos, fue una cuestión de códigos responderle al reclamo de porqué lo metieron en esto. Fue reconocer que la relación era cierta como él decía.

¿Cómo siguen ahora los pasos legales?

NS: Hay que esperar los fundamentos y luego será la Fiscalía y querella si formulan o no la apelación que han adelantado que van a apelar y luego se fijará una audiencia en la Cámara de Apelaciones si es que conceden la apelación. Porque muchas veces se considera que si se permite que apelen, se estaría volviendo a juzgar a la persona nuevamente por un delito que ya se lo juzgó y se considera que el Estado tiene una sola oportunidad para llevar a juicio a alguien.

¿Qué teoría del caso les queda a ustedes después del juicio?

FS: Yo creo que nos deja plenamente abierta la posibilidad con todo desparpajo de parte nuestra de la sospecha sobre Rodolfo Ortiz de Elguea  (concubino), a mi no me cierra por las mentiras que dijo. Si se lo hubiera investigado a nosotros nos hubiera cerrado una puerta, y no estar cuestionando sobre esa teoría puntualmente. Pero hay otra cosa, no está el cuerpo, que es el cuerpo del delito, donde hay evidencia de que un acto ocurrió de determinada manera. Acá no hay evidencia de que ese acto ocurrió.

NS: la Fiscalía se excusa en el hecho de que los policías que investigaron son los que están implicados. Pero esos policías estuvieron 90 días en la investigación y después intervinieron las TOE, Asuntos Internos, la Policía Federal.

Abogados de Perassi: “una decisión antojadiza que se aparta de los hechos acreditados”

Tras la condena, los abogados de la familia Perassi apelaron esa decisión.

Esto decían al ser entrevistados: “esta resolución resulta arbitraria, ya que padece del vicio de la violación de igualdad ante la ley y por falta de merituación objetiva. Se aparta arbitrariamente de la prueba y se construye con fundamentos aparentes, y se aparta antojadizamente de hechos acreditados por testimonios y documental, lo que determina una resolución arbitraria, por lo tanto inconstitucional”.

Luego del fallo del 2 de mayo, donde fueron absueltas las nueve personas, cinco de ellas policías, que fueron juzgadas en el marco de la desaparición de Paula Perassi, la querella, al igual que la fiscalía, apeló esa sentencia.

Los abogados que representan a los hijos de Paula, entre ellos José Ferrara y Adrián Ruiz aseguraron que se trató de una “resolución arbitraria e inconstitucional” y en ese contexto emitieron una apelación con una fundamentación de más de treinta páginas.

El mismo recurso fue presentado por los fiscales Donato Trotta y María Eugenia Iribarren.

Será la Oficina de Gestión Judicial de la Cámara Penal la cual tendrá que poner fecha para las nuevas audiencias y que un Tribunal de alzada revise el fallo que fue ampliamente repudiado por la familia de la mujer desaparecida y las organizaciones que acompañan la causa en el Cordón Industrial y Rosario.

“Nos agraviaremos de cómo trata el Tribunal la materialidad de los hechos, interpretamos que no ha entendido los mismos en toda su contextualidad, ya que Paula Perassi se encuentra desaparecida”, explicaron los abogados en los fundamentos de la apelación y agregan que “esto se acredita, con el testimonio del profesor en Antropología licenciado Juan Nóbile, el cual no fue considerado por el Tribunal, por lo que se advierte que esta resolución padece del vicio de la no consideración de un testimonio conducente a la resolución.  Ya que nuestra teoría del caso, se sustenta en que la estructura desaparecedora se construye y se fortalece por el abono del poder económico y político”.

También se refirieron a la estructura policial, teniendo en cuenta que fueron juzgados cinco policías de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo: “el poder político, se plasma en la conducción de la agencia policial. Y la agencia policial, es la que participa como estructura desaparecedora. Esa estructura, no solo tiene la logística para hacer desaparecer dos cuerpos, sino también, una logística en comunicaciones, que instaló en un primer momento que Paula Perassi, se había ausentado de sus domicilio por su propia voluntad, transformando un crimen en una búsqueda de paradero”.

En la apelación aseguran que el Tribunal “ha tergiversado nuestra teoría del caso, sobre todo, porque no ha entendido la teoría del caso”.

Según los abogados: “cómo no se puede pensar -y en esto fracasó el intento del grupo criminal- que una joven madre de dos niños escolarizados, institucionalizada, desaparezca de una ciudad como la de San Lorenzo, sin dejar un solo rastro, sino existe una estructura desaparecedora. La estrategia, fue atacar la víctima, familiares, y cualquier otra persona que de una u otra manera, intente el esclarecimiento de los hechos. Esto ha quedado también acreditado con el testimonio de Alberto Perassi, Alicia Ostri, Marianela Perassi y Rubén Reide. Por lo tanto, no solo encubre, sino también se disciplina. La desaparición de Paula y su hijo/a tuvo como objeto un disciplinamiento. De la misma manera se disciplina a quien busque la verdad. Se disciplina con la amenaza, la mentira, la violencia, es decir con el miedo. Un miedo racionalmente administrado y racionalmente gestionado”.

Los querellantes apuntan a la importancia de la pata policial en el caso, para que a más de siete años Paula continúe desaparecida: “ese accionar policial, si bien se activa  por Gabriel Strumia (amante de Paula) y su entorno, luego tomará autonomía, y es lo que hoy asegura impunidad y no permite que se pueda dar con dos personas. Paula y su hijo por nacer, era una carga irritante para el matrimonio Strumia/Michl. Pero si el destino de Paula, habría quedado en manos solamente de estos, no nos cabe duda, que este delito ya habría sido esclarecido. Pero el accionar de altos jefes de policías de la Unidad Regional XVII, hacen imposible hasta el momento el hallazgo de estas dos personas”.

La voz de la jueza

Jueza Strólogo: “No se probó que el hecho tal cual nos lo contaron, haya sucedido”

Dieciocho días de audiencias, de un promedio de entre ocho y diez horas cada jornada, y alrededor de cien testigos, no fueron suficientes para que el Tribunal que presidió el juicio por la desaparición de Paula Perassi, condenara a los nueve acusados. Siete años y siete meses después de no saber nada de la mujer sanlorencina, la familia tampoco encontró respuesta en ese proceso judicial.

Para analizar el fallo y desentrañar lo que llevó a que los cinco policías y los cuatro civiles que fueron juzgados quedaran en libertad, tras cuatro años de prisión, dialogamos con la presidenta del Tribunal, la jueza Griselda Strólogo, encargada de la lectura del controvertido fallo que desató el repudio de la comunidad, movilizaciones e incluso escrache a los acusados.

¿Qué balance hace sobre cómo fueron esas 18 audiencias en las que durante largas horas pasaron testigos y se trató de reconstruir, de alguna manera, desde cada una de las partes, la historia de esta mujer que falta de su hogar desde el 18 de septiembre del 2011?

Strólogo: Si, como bien decías, fue un desarrollo de un juicio largo, donde cada parte expuso su propia teoría del caso, de lo que había pasado o creían que había pasado con Paula Perassi. En el desarrollo del juicio tal como se dio en la lectura del fallo particularmente, fueron pasando más de cien testigos, muchísimos para jornadas de audiencias de larguísima extensión. A medida que iban pasado los testigos y la prueba de la Fiscalía y  de la querella, que fueron el bloque acusador en este juicio, el Tribunal iba viendo esto particularmente: que no se podía acreditar a través de la prueba que trajeron la historia o la teoría del caso, que es una manera más formal de llamar a cómo se trata de armar la historia de lo que pasó, que si bien la plantearon como una teoría del caso, lo cierto es que a través de las pruebas que se vieron en todas las audiencias que fueron pasando, no acreditaron lo que relató el bloque acusador.

Esto fue lo que determinó que finalmente el fallo fuera absolver a todos los acusados. Que no se haya podido probar, ¿Significa que ninguna de las partes de lo que se planteó puede ser cercano a lo que ocurrió con Paula? ¿Cuál es el análisis que hacen ustedes y cuál es la facultad que tienen los jueces en este contexto de juicio?

La función de los jueces es escuchar todas las posibles teorías del caso. El bloque acusador tenía una teoría del caso, posible, a lo mejor, que no pudo probar o que no era así tal como la contó o que tenía diferencias. Lo cierto es que fue contradictorio. No pudieron armar los indicios que trajeron, no pudieron probar las afirmaciones que hacían, las proposiciones fácticas que hacían no las pudieron probar a través de la prueba que se trajo. Y es por eso que el Tribunal, tomó la única decisión que pudo tomar cuando hay otras posibilidades que tienen  tanta probabilidad como la que se planteó en la sala de juicio. Porque no se destruye así el estado de inocencia que traen los acusados a juicio oral y público, y por lo tanto no hay otra decisión posible legal para realizar. Si hay otra posibilidad que sea tan acertada o podría haber sido tan acertada como esa, por ejemplo, otra línea investigativa o que haya sucedido otra cosa y que sea tan viable como la que se planteó, es duda y una duda es absolución en términos legales. No hay otra solución posible desde el planteo legal. Lo cierto es que tampoco lograron con la prueba que trajeron probar la propia, porque si no, no habría otras posibilidades. El Tribunal hubiese concluido que esa era la única decisión posible o el único camino posible con la historia que se trajo. Lo cierto es que no se pudo establecer.

Por eso, in dubio pro reo ¿Qué significa en este caso?

El beneficio de la duda siempre se establece y legalmente los jueces no podemos resolver otra cosa que no sea una absolución en caso de duda y en caso de que haya otras líneas de probabilidades. Este caso es más grave incluso que en el in dubio pro reo en cuanto a la responsabilidad. En el caso particular como se dijo en el fallo, tampoco se probó que materialmente el hecho haya existido. Esto se relacionó mucho en los medios de comunicación con la falta de cuerpo, que no tiene nada que ver, el Tribunal nunca mencionó la falta de cuerpo particularmente, que no hace a la cuestión de la responsabilidad, sino que no se probó que el hecho tal cual nos lo contaron, haya sucedido. Lo único que se pudo reconstruir a través de la prueba es que Paula Perassi desapareció el 18 pero sin establecer con pruebas sólidas, qué paso con ella a partir de su desaparición ese día.

¿Cómo se explica lo que para la comunidad en general son pruebas y testimonios fuertes y suficientes para condenar y luego para la Justicia no?

No es que no sean suficiente solamente para la Justicia, sino que no debería ser suficiente para nadie, ni siquiera para la propia víctima. Entrar en un convencimiento de una condena mediática, social, es peligroso incluso para la propia víctima, es peligroso incluso para los familiares que con tanto dolor necesitan una respuesta. Pero no necesitan una respuesta del clamor social o de una reconstrucción de dichos de personas que no aseveran haberlo dicho, como pasó en el juicio.

Lo cierto es que, lo que debe llegarse es a la verdad de qué paso con Paula Perassi. Y esto es personal, no por ser jueza sino por ser madre, hija, mujer, también quiero saber qué paso con Paula Perassi, pero eso no implica que cualquier persona que sea acusada y que no se le haya probado que hayan sido los responsables de esa desaparición, deben ser condenadas para que haya una respuesta y no importa a qué costo. La Justicia y el sistema judicial aseguran independencia y los jueces debemos tenerla, pero me parece que es una condición que debemos tener todos los ciudadanos; la independencia y la justificación y la prueba de las cosas, no por comentarios o por dichos que no se puedan comprobar, armar un relato que después no se pueda sostener, como pasó, a criterio de este Tribunal en este juicio.

Esto generó diferentes reacciones, cada uno desde su lugar: los abogados de las partes, los vecinos y vecinas de San Lorenzo que también se preguntan ¿qué paso con Paula? Pero se pide justicia y muchas veces se entiende que los jueces que integran ese tribunal serían la parte que podía brindarla. Desde su lugar ¿Qué sería que haya justicia por este caso? ¿Quiénes son los que tendrían que haber investigado, los que tendrían que haber ahondado más o lo tienen que hacer de ahora en adelante?

Esto vuelve a lo que preguntabas con anterioridad de cuál es la facultad y los roles, que la Justicia se entiende como un bloque entero y cada cual tiene sus roles. Los investigadores, por un lado: investigar los hechos. Nosotros en el fallo, hacemos una aclaración, que los jueces no investigan, ni esclarecen juicios, sino que tenemos que particularmente juzgar a las personas que se nos traen y solamente podemos tomar lo que se dice en la sala de audiencia. Por otro lado, los investigadores a partir de que creen o acusan por un hecho delictivo deben probarlo y para ello tienen toda la investigación para realizarlo. Esto es un error a lo mejor conceptual e incluso un error de entendimiento de los roles de la Justicia; creer que los jueces esclarecemos los crímenes y que en un juicio oral se va a venir a saber la verdad. Lo cierto es que, si no se supo la verdad para solventarla en un juicio oral, no es ese el momento para hacerlo porque incluso genera más incertidumbre sobre los hechos. Un acusador, un investigador, tiene que venir con las pruebas sólidas para convencer sin lugar a duda a los jueces que las cosas pasaron tal como no contaron y que las personas traídas a juicio son las responsables por el hecho.

Luego del fallo, luego de conocerse las absoluciones, Fiscalía y querella, cuando dieron declaraciones se refirieron a que esas pruebas de las que se hablaban que no se pudieron, plasmar o concretar, que en algunos casos quedaron en indicios porque tiene que ver con que quienes estaban siendo juzgados eran parte de los encargados de investigar en el momento y luego de destruir estas pruebas. ¿Qué dicen ante esto?

La acusación y la absolución fue tanto para el bloque civil, como para el personal policial. La acusación en sus manifestaciones o en sus argumentaciones, los pone como un bloque que articuló toda esta cuestión de la desaparición de Paula Perassi. Y lo cierto es que no hubo prueba, no solo con los civiles, porque así se tomó de parte de los medios, como que solamente no solo hubo pruebas al hecho de la privación ilegítima de la libertad y el aborto seguido de muerte. Pero lo cierto es que no hubo prácticamente (quien haya estado en el desarrollo del juicio esto lo puede ver) desarrollo probatorio, ni siquiera de indicios fuertes concatenados, mucho menos argumentativos para una condena con respecto al personal policial. Si bien en el relato se dice que los investigadores fueron los que obstruyeron a la Fiscalía y a la querella para no saber la verdad, lo cierto es que en el desarrollo del juicio esas pruebas no se trajeron e incluso fueron mucho más endebles que con respecto a la acusación civil y por eso la absolución con respecto al personal policial, que también con los fundamentos esclarece específicamente cuáles fueron esas argumentaciones, pero en el relato y en el transcurso del juicio ese desarrollo al cual no se le prestó atención mucho a nivel mediático, lo cierto es que tampoco hubo mucho desarrollo en el juicio de material probatorio con respecto a lo que se argumentaba del personal policial que se trajo a juicio.

Como jueza tiene una cercanía con la comunidad de San Lorenzo por trabajar allí, este caso para la comunidad en general es emblemático, a cada uno desde el lugar que ocupa. Como jueza, como madre y como mujer ¿para usted también fue un caso emblema en su carrera?

Sí, por supuesto, es innegable y así comenzamos la lectura del fallo. Con el impacto social que no es ajeno a ninguna persona, sobre todo es transversal a todo el momento que estamos viviendo socialmente con respecto precisamente que es una mujer, Paula Perassi. Uno también comparte el género; como madre, como hija, como mujer básicamente, y esto es transversal a todo lo que a uno le puede pasar en la vida. Y así como ha sido emblemático en la sociedad sanlorencina  se ha trasladado a nivel país. Esto no ha tenido una cobertura solamente para los que estamos día a día en la ciudad de San Lorenzo, sino que ha sido más grande, creo que es, fue, será y seguirá siendo emblemático para todos, que nos marca a todos de por vida y por eso nosotros en el fallo particularmente dijimos que terminaba el juicio de lo que pasó y sucedió en la sala de audiencia con  respecto a las personas que nos trajeron como acusadas y que no lograron convencer al Tribunal de que fueran los responsables tal como lo contaron en su relato, pero que no debe terminar la búsqueda de Paula Perassi, porque todos socialmente, atravesados por este caso, queremos saber qué pasó con Paula.

Qué mensaje le daría a Alberto y Alicia, que tal vez como tantos vecinos, esperaban justicia en este momento.

Que es legítimo su reclamo desde el lugar que están, como padres, como víctimas de la desaparición de un hijo y que desde parte de la Justicia, ni el rol de víctima, ni los seres queridos que quedan traspasados por este dolor, se puede cuestionar desde ningún lugar, y que desde la Justicia eso no se hace. Creo con total respeto lo que se hizo a todas las partes, porque los jueces tenemos que tener una imparcialidad y no inclinar la balanza para ningún lado en la cuestión de valoración, pero sí desde el respeto por el caso, por la entidad, por el dolor de esa familia y a ellos particularmente por parte del Tribunal se decidió dar una lectura, dar unas explicaciones y todo esto tuvo esa intención de empoderar el dolor familiar y la búsqueda de su hija desaparecida.

400 páginas para explicar las nueve absoluciones

Quince días después de la sentencia, el 17 mayo, se conocieron los fundamentos que llevó al Tribunal integrado por los jueces Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos, a absolver por el beneficio de la duda a los acusados en el juicio por la desaparición y muerte de Paula Perassi.

En más de 400 páginas el Tribunal realizó un recorrido por lo que fueron los 18 días de audiencias, explicando punto por punto, qué pruebas o qué indicios no comprobados los llevaron a absolver y brindarles la libertad a Gabriel Strumia, su esposa Roxana Michl, Mirta Ruñisky, Antonio Darío Díaz, y los oficiales de policía Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez, así como también al ex jefe de Cuerpos de San Lorenzo, Adolfo Daniel Puyol y el ex jefe de Agrupación de Unidades Especiales, Jorge Krenz.

Fundamentos

En los fundamentos los jueces realizaron un recorrido por los alegatos de apertura y las teorías planteadas por cada una de las partes al inicio del juicio, tanto la Fiscalía, como querella y los seis abogados defensores de los nueve acusados.

En un segundo momento, se expusieron los alegatos de cierre de cada una de esas partes, donde justificaron y resumieron cómo con los 72 testigos aportados y las pruebas pudieron corroborar, a su entender, su teoría de los hechos.

Luego, los jueces explicaron las acusaciones que se hicieron sobre cada uno y qué llevó a decidir absolverlos.

Grave

Entre los fundamentos, el Tribunal aseguró que se trató de un hecho grave el que fue juzgado: “no cabe duda, se trata el caso ventilado en este juicio de un hecho sumamente grave y con trascendencia social, que implica la desaparición de una joven mujer y madre de dos niños, de la cual nada se ha sabido a la fecha, y por ende, ninguna respuesta satisfactoria se ha podido brindar al legítimo reclamo de sus familiares”.

A su vez, explicaron cuál era el rol de los jueces: “le toca a este Tribunal en el ejercicio de sus funciones enmarcadas por mandamientos constitucionales y legales, evaluar la prueba producida en el marco del debate que se ha llevado a cabo, con la participación en igualdad de armas de todas las partes, ajeno a cualquier tipo de especulación, clamor o expectativa popular, originada y fomentada por largos años de una confusa, contradictoria y variable investigación policial y judicial, de la cual este Tribunal debe abstraerse para concentrarse -porque así debe ser- en la actividad probatoria desarrollada en este juicio. Lo antedicho no implica en forma alguna considerar a la falta de aparición del cuerpo de la víctima como un impedimento para lograr una sentencia de condena, sabiendo que existe tal posibilidad cuando los elementos probatorios son de tal entidad para  así lograrlo, cuestión que no ha sido acreditada en el presente debate”. 

Cuando absolvieron a la totalidad de los acusados explicaron que la decisión tuvo que ver con la falta de pruebas que corroboren la teoría de la Fiscalía y querella, en los fundamentos aseguraron que “el Tribunal no puede dejar de destacar que en la hipótesis de haberse comprobado a lo largo del desarrollo del juicio oral y público que las conductas atribuidas a los justiciables, consistentes en privar ilegítimamente de la libertad a Paula Perassi y de haber sido víctima de los hechos relatados en la acusación, todos y cada uno de los delitos y conductas atribuidas serían también subsumibles convencionalmente como un gravísimo suceso acaecido en un contexto de violencia de género”.

En cuanto al respeto hacia la víctima, el Tribunal también se expidió:  “se comenzó el presente juicio en lo particular con la inicial visualización del mismo respetando la versión y dichos de la víctima a los cuales se le dieron total credibilidad con la lógica mediatez de los mismos, pero a pesar de que Paula está desaparecida se pudieron obtener determinadas manifestaciones de ella que fueron evaluadas según su versión sin cuestionamientos de sus dichos, ni por supuesto de su persona, dado el evidente estado de vulnerabilidad de Paula al día de su desaparición, siendo una mujer joven, madre de dos niños muy pequeños, inmersa en una situación emocional controvertida y cursando un embarazo reciente”.

El principal acusado

El principal acusado fue Gabriel Strumia. En las 400 páginas de explicaciones de los fundamentos el Tribunal detalló la situación de cada uno de los imputados, comenzando por quien mantenía un vínculo extramatrimonial con Paula y era el padre del hijo que esperaba.

A diferencia de lo declarado por Strumia en el juicio, el Tribunal consideró que el empresario sí conocía que su amante estaba embarazada de él y que habían pensado en abortar, pero no se pudo corroborar que la haya secuestrado para cometer ese hecho. Se explicó en los fundamentos que “surge que aún haciendo el esfuerzo por vía de hipótesis de la existencia de algunos indicios sueltos y aislados que comprometerían de alguna manera a Gabriel Strumia con la ocurrencia del hecho o hechos que indistintamente se le atribuyen, de ninguna manera los mismos son suficientes o autosuficientes para tener siquiera por probabilizada, menos aún para tener certeza razonable, de que el mismo fue el autor de los graves injurios atribuidos -uno de los cuales contempla la pena más alta prevista por el Código Penal-, siendo enorme el margen de duda que se ha instalado al respecto y que no ha sido doblegado o superado, duda que corresponde aplicar en beneficio del encausado por aplicación de principios procesales y convencionales”.

A la vez que aseguraron que “entendemos se ha acreditado que Gabriel Strumia tenía una relación amorosa con Paula Perassi. Asimismo se ha establecido que Paula estaba embarazada, lo que también ha sido probado. También se ha acreditado que existían problemas en la relación de pareja de Paula Perassi y Rodolfo Ortiz de Elguea. Que además también podemos dar por probado que Strumia sabía que Paula estaba embarazada y que existía el planteo o discusión entre ambos sobre la posibilidad de que se practicara un aborto”.

Además manifestaron que “también se refiere en la acusación que se venía ejerciendo presión sobre Paula para que se realizara el aborto, lo cual tampoco ha podido demostrarse, ya que si bien el 18 de septiembre existen varias llamadas de Paula al acusado, todas de escasos segundos de duración, no se reportaron llamadas de Gabriel Strumia hacia ella, por lo que no puede colegirse en qué forma podría haberla presionado”.

Reunión y llamado

Sobre la reunión que se habría realizado la tarde previa a la desaparición entre Paula, Strumia y Díaz en un bar, el Tribunal consideró que “en referencia a la supuesta reunión en la localidad de Timbúes “Viejo Bar”, en la que según la acusación habría participado Gabriel Strumia la misma se adelanta que el Tribunal entiende que no habría existido conforme numerosa prueba testimonial y objetiva”.

Otro de los puntos centrales de la hipótesis de la parte acusatoria tiene que ver con el llamado que hace salir a Paula de su casa. Ante esto se explicó en los fundamentos: “no se ha probado que ese llamado fuera realizado por el encartado (Strumia), habiéndose intentado por la fiscalía demostrar a través de las antenas que captaron comunicaciones telefónicas del celular 880 de Strumia, que éste se encontraba en cercanías del telecentro referido, en horarios próximos a aquel en que se efectuó la llamada a Paula, cuando en realidad de la evidencia rendida de ello no resultó así”.

400

Las 400 páginas de explicación del fallo, son solo una etapa más de este caso.

Paula sigue desaparecida, sus padres sin respuestas y Agustín y Lucas sin su mamá.

La apelación y la condena

Después del juicio, en el que los nueve acusados fueron absueltos, se realizaron las audiencias de apelación a ese fallo, en octubre de 2019. El 28 de noviembre aquella sentencia se revirtió y hubo dos condenados.

Lo que Alberto y Alicia dijeron siempre: Strumia y Michl son los responsables de la desaparición de Paula

Ocho años, dos meses y diez días tardó la justicia en decirle a Alberto y Alicia que por la desaparición de su hija embarazada, Paula Perassi, hay dos personas consideradas culpables: Gabriel Strumia y Roxana Michl.

Habían pasado las 13.30 horas del jueves 28 de noviembre cuando el juez camarista Gustavo Salvador leyó la resolución. Más de medio año después de las nueve absoluciones, tras el extenso juicio que tuvo su fallo el 2 de mayo y que dejó a todos los acusados en libertad, generando repudio masivo en las calles de San Lorenzo y gran desazón en la comunidad de toda la región.

Se leyó la resolución con la aclaración de que el Tribunal votó por mayoría la decisión, y no por unanimidad, debido a que el juez Beltramone se opuso al cambio en el fallo y la condena fue solamente votada por Salvador y Hernández.

Matrimonio condenado

El matrimonio de Puerto Gral. San Martín fue el único condenado, después de que se sostuvieron por unanimidad las absoluciones del resto de los imputados: los civiles Antonio Darío Díaz, empleado de Strumia, y Mirta Rusñisky, acusada de realizar el aborto a Paula; así como también las de los cinco policías: Adolfo Daniel Puyol, Jorge Krenz, Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María José Galtelli, todos acusados de entorpecer y distorsionar la investigación sobre la desaparición de Paula, desde sus funciones en la Unidad Regional XVII de San Lorenzo.

Por su parte, Gabriel Strumia fue condenado como “autor penalmente responsable del delito de privación ilegal de la libertad coactiva, agravada por tratarse la víctima de una mujer embarazada”, a la pena de 17 años de prisión. Mientras que su esposa, fue condenada como “partícipe secundaria penalmente responsable” del mismo delito, a la pena de 7 años de cárcel.

Cabe recordar que ambos permanecieron cerca de cuatro años con prisión preventiva, sin embargo, este fallo no los encerró inmediatamente, ya que no se hizo lugar al pedido de detención y prisión preventiva hecho por la Fiscalía y la querella, disponiendo que ambos permanecerán en libertad hasta que la condena quede firme y deberán cumplir con determinadas reglas de conducta: presentarse semanalmente ante la Oficina de Gestión Judicial de San Lorenzo; se les prohíbe la salida del país y no podrán modificar el domicilio donde tienen fijada su residencia sin previo conocimiento del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Albeto Perassi: “yo no era un viejo loco”

Alberto y Alicia, los padres de Paula, escucharon el fallo desde el interior del recinto de los tribunales ubicados por Balcarce y Pellegrini en Rosario. En el mismo espacio en el que se encontraban sus abogados, pero también los nueve acusados, sus familiares, sus abogados y los jueces. También una gran cantidad de prensa, sobre todo de Rosario y muy poca de la región, como también sucedió durante el juicio.

Al salir, lo primero que dijo Alberto fue: “no tenemos a Paula, en eso seguimos en lo mismo, con esa incertidumbre, pero esto dice que yo no era el viejo loco y que lo que estaba diciendo era la verdad”. A la vez que aclaró: “yo no busqué este momento, acá falta Paula Perassi, los huesos, lo que yo busque siempre, pero el poncho no aparece” y agregó: “llegamos hasta acá por todos los que se unieron en San Lorenzo para hacer semejante desastre y semejante pacto de silencio, que probablemente este sea el primer paso para abrirlo, el alivio nuestro va a ser encontrar los huesos de Paula, ojala esto sirva para que alguien cuente que hicieron con ella”.

Sobre la justicia provincial Perassi señaló: “estamos aquí en Rosario detrás de todo esto por la injusticia que me dieron en San Lorenzo y esto nace de allá. De la Justicia de San Lorenzo, del Dr. Filocco, el Dr. Tutau, el fiscal Moscetta, de la Unidad Regional XVII y de toda esa gente, por ellos estamos acá, por la injusticia que me dieron a mi, a mi familia y a toda la sociedad”.

Con los ojos llenos de lágrimas agradeció a la gente que estuvo con él todo este tiempo y que fueron quienes los abrazaron al salir de la mano de Alicia a las afueras del Tribunal. Alberto también se refirió al equipo de abogados que de manera voluntaria formaron parte de la querella todos estos años: “en especial agradezco a los leones de mis abogados, esa es la suerte que me tocó después de la mala suerte que tuve”.

Le preguntaron cómo siguen sus días y con las manos que nunca dejaron de estar llenas de grasa el mecánico contestó: “yo mañana tengo que levantarme y seguir trabajando porque sino no como, y vamos a seguir luchando donde haya que estar”. Porque el trabajo y la lucha, para él siempre fueron de la mano: “ni dudes que la lucha sigue, donde haya que ir ahí estaremos”.

Una cosa siempre tuvo firme, que su amigo, el que le decía que él era el padre que no había tenido, al que conoció en las carreras de jeep que son su pasión, ese mismo, era el responsable de la muerte y desaparición de su hija.

Este jueves Albeto Perasi sintió que un estrato del Estado, el encargado de otorgar justicia, lo avaló y dijo: “la justicia tardó ocho años, pero las dos personas que hicieron desaparecer a Paula fueron Strumia y Michl. Pero ellos seguramente deben haber pagado para hacer eso, hay una estructura desaparecedora que se pagó con plata o algunos arreglos anteriores que había, favores que se debían tal vez. Quiero ver hoy cómo van a hacer los que quedaron presos con los que quedaron afuera. Vendieron a mi hija, por dinero enfriaron todo esto, pero no lo lograron porque encontraron un loco como yo. Hoy fue un pequeño paso, me dijeron que yo tenía razón”, sentenció y aseguró: “hacer desaparecer una persona no es sencillo y el protocolo funcionó perfecto, ahora culpan solo a dos personas, que todos sabemos que fueron ellos y esto es así, ahora se empezó a abrir”.

El hombre que la abrazó

El hombre que la abrazó en la cocina de su casa, el día después que desapareció Paula, hoy fue considerado culpable. Alicia estaba el 19 de septiembre llorando porque su hija no aparecía y los brazos enormes del amigo de la familia, Gabriel Strumia, la fueron a consolar y a acercarle una foto impresa para que con ella hicieran la denuncia en la policía. Ese hombre y su esposa, con quienes compartieron viajes, encuentros de jeeps en familia y cenas, ahora están condenados. La condena social tal vez ya había llegado, pero ahora fueron condenados por quien en un estado de derecho se espera que lleve justicia, La Justicia.

Por su parte, más entera que nunca, Alicia, quien junto a sus otras dos hijas y a Alberto criaron a los dos hijos de Paula, fue contundente y no titubeó al dar su opinión a la prensa ni a quienes se acercaron: “necesito saber qué pasó con Paula, es lo único que quiero, que de una vez por todas digan qué hicieron, quiero el cuerpo”.

Se la notó distinta, tal vez ya sin la presión que implicaron los largos días de aquel juicio, con largas jornadas a la intemperie de cerca de 10 horas cada una. Entera y siempre junto a Alberto dijo: “hoy vine con mucha fe, anoche dormí bien, descansé, vine con la fe de que algunos eran los culpables, yo lo sentí. No estoy contenta, pero dio un paso la Justicia, pero yo lo que necesito es saber a dónde está Paula”.

Lo más importante es encontrar a Paula

Al salir del recinto donde se escucharon las dos condenas, los abogados de la familia Perassi celebraron, pero con mucha cautela, el nuevo fallo.

“Esto es sólo un paso, porque el paso más amplio es encontrar a Paula, es lo más importante porque la familia va a empezar a cerrar su duelo, cuando sepa donde está, cuando le puedan explicar a los hijos dónde está su madre y cerrar un capítulo para la comunidad”, expresó el Dr. Adrián Ruiz y remarcó: “cuando uno trata con este tipo de redes, se va a encontrar con este muro, lo importante es cómo un Estado democrático, desde sus instituciones, puede lograr destruir estos aparatos para que no se vuelva a repetir y que nunca más haya una Paula Perassi”.

El otro abogado de la familia, José Ferrara, insistió en que esta condena “no alcanza, sobre todo no sabiendo donde están los huesos de Paula, que es nuestro principal hincapié y siempre decimos que este pacto de silencio ha conspirado contra eso. Hay un habeas corpus permanente y el Equipo Argentino de Antropología Forense está atento al caso, para que cuando haya novedades de algún dato, sigamos la búsqueda”.

En cuanto a lo que logró el cambio en el fallo, Ruiz resaltó “el trabajo destacado de la doctora Irribarren (fiscal de la causa en esta instancia) que pudo hilar todos los puntos que daban las comunicaciones telefónicas, que el Tribunal de grado no lo entendió, porque el único responsable de que Paula desapareciera a esa hora era Strumia. No hay ninguna otra posibilidad, más allá de todos los intentos que han tenido, de que sea otra persona por fuera de los imputados”.

Un escenario distinto

Al salir de la sala donde se escuchó el fallo, con el revés que implicó para la causa, muchas voces murmuraban que la actuación en las audiencias de apelación de la fiscal María Eugenia Iribarren fueron fundamentales para este pequeño gran cambio.

Al ser consultada, la fiscal explicó que “este es un escenario totalmente distinto al que teníamos en primera instancia, donde eran todas absoluciones, donde no se reconocía absolutamente nada del planteo que se había hecho por parte de la Fiscalía. Hubo un planteo a un Tribunal que tenía que revisar un fallo que nosotros decíamos que había revisado mal, que no lo habían analizado en su contexto” y añadió: “que se hayan condenado a dos personas es un avance importante y reconocer la responsabilidad de quien para nosotros es el principal responsable de la desaparición de Paula Perassi (Gabriel Strumia) es muy importante y también de quien nosotros consideramos que era responsable (Roxana Michl) y que se la consideró con responsabilidad secundaria”.

“Nosotros sostuvimos siempre que evidentemente esta era una causa que debía analizarse de manera global con todos los indicios que había y el Tribunal de primera instancia, el error fundamental que había hecho, fue hacer un análisis parcializado de cada uno de los indicios. Nosotros planteamos que había que analizarlo en su conjunto y darle el contexto que debían darle porque se trataba de una situación de violencia de género, de un caso donde había una muerte sin cuerpo. Todo ese análisis debía hacerse desde una perspectiva y análisis más profundo que el que había hecho el fallo de primera instancia”, remarcó Iribarren.

8-2-10

Ocho años, dos meses y diez días tardó la Justicia en determinar que quien tenía un vínculo extramatrimonial con Paula, el empresario puertense Gabriel Strumia, y su esposa, Roxana Michl, son culpables de la desaparición de la joven madre sanlorencina de 34 años. Sin embargo, hasta el momento, el Estado no logró dar respuestas, ni encontró responsables dentro de sí mismo, ya sea en la policía, la justicia, el municipio del que falta una sanlorencina, la provincia de la que falta una santafesina o la Nación de la que falta una argentina, para explicar por qué, y sobre todo cómo, dos civiles (¿solos?) pueden lograr hacer desaparecer a una persona en democracia.